Eda
Me lanzó sobre la cama con los brazos abiertos y tomo una gran respiración, aquí verdaderamente me llega el aire fresco y ese aroma a naturaleza que proviene desde el jardín principal. Recorro la habitación, tenemos una cama para cada una de nosotras pero en lo demás, no se diferencia mucho de nuestras habitaciones en casa, también tenemos un baño y sonrío cuando Leyla sale de este ya cambiada.
—Al fin, creí que te habías ahogado bajo la ducha—bromeo porque la realidad es que lleva una hora en la ducha.
—Jaja qué graciosa Eda—me saca la lengua y pasa de largo para lanzarse en la otra cama junto a mi.
—Estaras bien Leyla—susurro cuando su cabeza parece a punto de estallar de pensamientos—dices que lo conoces,no? Es mejor que un extraño.
—Si tu lo dices.
Leyla
Aun es temprano pero mi hermana se ha quedado dormida en su cama. Me levanto y la cubro un poco con las sábanas, luego camino hacia el balcón dispuesta a cerrar las persianas y entonces lo veo, Kenan esta sentado en uno de los bancos del jardín, se ve tan imponente y no puedo evitar tomarme el tiempo de observarlo mejor.
Ha cambiado tanto, se que es el, quiero decir, su rostro sigue allí, solo que se ha vuelto mucho más frío y distante, lo único que ha sonado en los últimos años es sobre aquel mafioso duro y despiadado que no tiene compasión por las personas y solo me pregunto si aún queda algo de aquel Kenan que me salvó en las escaleras.
Marzo veintitrés años atrás.
Mi estómago gruñe por hambre, decido levantarme por fin de la cama y me coloco el abrigo de mamá que llega hasta por el suelo, salgo con cuidado de la habitación y sigo hasta la oficina de papá para pedir unas galletas, ambos están allí y la música resuena en la oficina.
Observo a mamá que ríe divertida entre los brazos de papá mientras están bailando, pero tengo hambre y no quiero interrumpirlos, se que puedo moverme por esta casa sin problema pero me da mucho miedo lo grande que es.
Despacio bajo las escaleras con rumbo a la cocina, me tomo del barandal con cuidado y bajo despacio arrastrando mi abrigo, no es hasta los últimos escalones, cuando me topo con un niño que no habia visto antes, es más alto que yo y también parece ser unos años mayor. Decidida a hacer un amigo bajo los últimos escalones, pero es en el segundo cuando piso mi abrigo y me siento caer hacia adelante y aunque intento poner mis manos para no golpearme, pero el niño me sostiene en sus brazos y me ayuda a incorporarme.
—Muchísimas gracias—murmuró temblorosa tras el susto—Soy muy torpe lo siento, me llamo Leyla—estiro mi mano a la espera de un saludo.
—Soy Kenan ¿Quieres ser mi amiga?
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Despejo mi cabeza y suspiro al observarlo, no logro entendeder porque me aterra la idea de casarme con él, cierro las persianas y decido bajar al jardín. Me muevo por el largo pasillo hasta las escaleras y el recuerdo aun presente en mi cabeza me provoca escalofríos. Entonces lo veo, de pie allí al final de las escaleras observándome como tantos años atrás.
—Vaya, otra vez al pie de la escalera.
Quiero ignorarlo y pasar por su lado, de verdad quiero hacerlo pero Kenan me sonríe y extiende su mano en mi direcion para sostenerme, tardó más de lo normal en realizar el movimiento pero lo hago, cierro mi mano con la suya mientras termino de bajar las escaleras y aun así no me suelta, puedo sentir el calor irradiando de su piel y esa electricidad tan conocida entre nosotros.
—Está vez no has tropezado—murmura.
Me recorre un escalofrío por la columna al caer en que parece tener ese recuerdo de la misma manera que yo y aunque lo niegue me remueve algo por dentro.
—Es porque has vuelto a sostenerme—susurro avergonzada.
—¿Tienes hambre?
Pienso en que iba directo al jardín, pero la realidad es que iba dispuesta a hablar un poco con el pero ahora puedo notar el hambre que siento tras solo haber desayunado, asiento levemente y es increíble lo conocido de esta acción. Me guía a la cocina la cual conozco de memoria y me señala el taburete en la barra mientras lo veo rebuscar algunas cosas.
—Dándwich de jamóm sin lechuga y mostaza ¿verdad?
Me obligo a asentir levemente tras pensar wn que sin dudas ese ha sido siempre el Sándwich que me hacia cuando eramos niños y de hecho es mi favorito. Observo su espalda y me pierdo en como se flexionan sus músculos al moverse, se ha vuelto mucho más fuerte y atractivo, porque si no digo que es atractivo sería por ingenua o ciega. Pensar en el como mi amigo de la infancia sigue siendo extraño.
—Aquí tienes, espero lo disfrutes.
Le recibo el Sándwich y le agradezco con una sonrisa, en cuanto doy el primer bocado suspiro sonriente, sigue preparándolo igual de delicioso, Kenan se sienta a mi lado y veo que el se ha hecho uno igual, pero sin lechuga y tomate. Sonrió porque sigue teniendo el mismo gusto, como yo.
—¿Quieres ver una película?—habla con la boca llena.
—De acuerdo.
Nos movemos hasta la sala y nos sentamos en el suelo como hacíamos de niños y el me da el control para que escoja algo, al final sonrio como karma para el y le muestro mi elección cinemática provocando que Kenan suelte una carcajada y niegue reiteradamente.
—Leyla, porfavor no pongas eso, no otra vez.
—¿Qué te sucede? La era del hielo es buenísima.
—Si pero tu siempre las quieres ver todas el mismo día.
Le doy un codazo y doy play a la película animada que más me divertía de niña, no solo por la trama sino, por el sufrimiento de Kenan cada vez que la ponía durante la semana. Observé a Kenan que rodaba los ojos en cuanto a mi entusiasmo y sonreí empujando su hombro levementea y entonces tiro de mi brazo hasta que quede más cerca recostada sobre su hombro y lo dejé pasar, porque de niña amaba ver las películas así junto a él.
Notita
Hola, me vana. Disculpar la tardanza, no solo ha sido por falta de tiempo, pasa que tampoco tenía mis lentes como para poder escribir. Aquí tienen un nuevo capítulo de nuestros Leyken
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Dolce Tentazione~Edser, Leyken
FanficKenan Östürk es el jefe de la mafia turca. Leyla Gediz es la dama de la mafia italiana. El tan controlador. Ella tan fría. Ambos se ven obligados a coexistir por el bien de la dinastía de ambas familias pero nada les asegura que esta unión pueda fun...