Entré Líneas Prohibidas

Un Regalo Especial para Emily

Louis estaba sentado en su silla de ruedas en el jardín de su casa, disfrutando de la tarde soleada con su hija Emily, quien correteaba alegremente alrededor de él.

─¿Papá, por qué no puedes caminar como los demás? Preguntó Emily, con curiosidad en sus ojos.

Louis se quedó un momento en silencio, buscando las palabras adecuadas para explicarle a su pequeña hija la razón de su discapacidad. Finalmente, le respondió con ternura
─Bueno, cariño, papá tuvo un accidente que lastimó sus piernas, por eso no puedo caminar como antes.

Emily frunció levemente el ceño, tratando de comprender la situación.

─¿Pero puedes jugar conmigo, verdad papá?
Preguntó con una sonrisa.

Louis le devolvió la sonrisa, emocionado por la inocencia y comprensión de su hija.

─Claro que sí, mi amor. Aunque no pueda caminar, puedo jugar contigo, abrazarte y estar siempre a tu lado.
Le aseguró.

Emily asintió con entusiasmo y abrazó a Louis con fuerza.

─Te quiero mucho, papá. Eres el mejor.
Dijo con cariño.

Continuaron disfrutando de la tarde, sin importar las limitaciones físicas, sabiendo que el amor y la complicidad que tenían eran más fuertes que cualquier obstáculo que pudieran enfrentar.

Harry y Louis están sentados en el sofá mientras discuten emocionados.

─¿Sabes qué, Louis? Creo que ha llegado el momento de darle a Emily un regalo especial.

─¿De qué estás hablando, cariño?
Dice curioso.

─Quiero regalarle un perrito. Creo que sería el compañero perfecto para ella.

─¡Oh, eso suena maravilloso! A Emily le encantan los animales, y tener un peludito sería mágico para ella.

─ Exacto, además, un perro puede enseñarle responsabilidad y amor incondicional.

─De acuerdo, estamos decididos entonces. ¡Vamos a encontrar el perrito perfecto para Emily!

Exterior de una tienda de mascotas. Harry y Louis buscan entre las jaulas de adopción.

─Mira, Louis, este cachorro se ve muy tierno. ¿Qué opinas?
Dice señalando una jaula.

─Es adorable, Harry. Pero, ¿no crees que tal vez uno un poco más grande sería mejor para Emily?

─ Tienes razón. Sigamos buscando.

─ La tienda de mascotas. Harry y Louis están de pie frente a un cachorro juguetón y energético.

─¡Oh, mira a este! Es muy enérgico, seguro que mantendrá a Emily activa.

─Sí, definitivamente tendríamos que estar preparados para mucho juego con este pequeño.

En el interior de la casa. Harry y Louis están de pie frente a la puerta con el cachorro envuelto en un lazo.

─Emily, ¡tenemos una sorpresa para ti!
Dice Harry emocionado. Emily corrió hacía ellos.

─¿Qué es, papá, papá?

─¡Aquí está, cariño! Un regalo especial solo para ti.

─¡Un perrito! ¡Es el perrito más bonito que he visto nunca!

─Ahora tendrás un amigo peludo al que podrás cuidar y amar, Emily.

─ ¡Lo amo, papá, papá, Louis! ¡Gracias!

Todos se abrazan mientras el perrito lame la cara de Emily, llenando la habitación de risas y felicidad.

Después de que Emily le regalarán el perrito, su vida cambio por completo. Desde el momento en que Max llega a su hogar, se crea un fuerte vínculo entre ellos. Max se convierte en su fiel compañero y juntos viven muchas aventuras.

Emily pasaba la mayor parte de su tiempo con Max, jugando, paseando y durmiendo juntos. Louis y Harry se sentían desplazados y preocupados de estar perdiendo la relación cercana que una vez tuvieron con su hija.

Un día, mientras Emily estaba jugando con Max en el parque, Louis y Harry decidieron tener una conversación abierta con ella. Querían expresar sus sentimientos y preocupaciones de manera afectuosa y comprensiva.

Sentados los tres en el sofá, Louis comenzó a hablar:

─Emily, cariño, te amamos mucho y estamos felices de que te lleves bien con Max, pero a veces sentimos que nos hemos vuelto un poco distantes. ¿Puede ser que nos extrañes también?

Emily miró a sus padres sorprendida, sin darse cuenta de cómo se habían sentido.

─Lo siento mucho, papá y papá. No quería que se sintieran así. Max es solo mi mejor amigo peludo y me hace sentir tan especial cuando estoy con él.

Harry intervino suavemente.

─Entendemos que amas a Max, y eso está bien. Pero también queremos mantenerte cerca y compartir momentos especiales contigo. ¿Podemos encontrar una forma de equilibrar las cosas para que todos nos sintamos amados y felices?

Emily reflexionó un momento y luego sonrió.

─¡Por supuesto! Los amo a ambos y quiero que todos estemos juntos. Podemos hacer actividades en familia, como ir al parque, ver películas o tener noches de juegos. Max también puede unirse a algunas de ellas.

Desde ese día, Louis, Harry y Emily trabajaron juntos para encontrar un equilibrio. Comenzaron a crear rutinas y momentos especiales donde todos podían disfrutar de la compañía del otro. Max se convirtió en un miembro querido de la familia, pero sin dejar de lado el amor y la atención que Emily tenía para con sus padres.

Con el tiempo, la relación entre ellos creció más fuerte y hubo un nuevo sentido de conexión y unidad en la familia. Louis, Harry y Emily entendieron que el amor puede expandirse y adaptarse, y que siempre hay espacio para amar y ser amado por múltiples seres queridos, ya sean humanos o peludos.