Amenaza en la Encrucijada [Parte 2]

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Harry y Emily se acomodaron en el sofá, compartiendo una manta mientras veían una película animada. La pequeña Emily estaba fascinada por los colores y los personajes en la pantalla. Harry sonrió y acarició su cabello.

─¿Te está gustando la película, Emily?

─¡Sí, papá! ¡Es genial!

En ese momento, el teléfono de Harry vibró. Miró la pantalla y vio un mensaje de un número desconocido. Frunció el ceño y abrió el mensaje.

Desconocido: Harry, necesitas saber la verdad sobre Louis. No es lo que parece.

Harry se sintió confundido. ¿Quién era este desconocido y qué sabía sobre Louis? Louis era su esposo. ¿Qué podría estar ocultando?

Harry: ¿Quién eres? ¿Qué quieres decir sobre Louis?

Desconocido: Louis no es quien dice ser. Ha estado mintiendo todo este tiempo. Debes tener cuidado.

Emily se dio cuenta de que algo andaba mal. Miró a su papá con ojos curiosos.

─¿Papá, qué pasa?

─Nada, cariño. Solo un mensaje equivocado.

Pero Harry no podía evitar sentirse inquieto. ¿Qué secretos ocultaba Louis? ¿Y por qué un desconocido se lo estaba diciendo ahora? Las luces de la película parpadeaban en la habitación, pero su mente estaba en otro lugar.

Harry se levantó del sofá, sintiendo un nudo en el estómago. El mensaje del desconocido seguía resonando en su mente. No podía resolver esto por teléfono; necesitaba ver a Louis cara a cara. Emily estaba profundamente dormida en su habitación, ajena a la tormenta que se avecinaba.

Louis trabajaba a unas cuantas calles de distancia. Harry salió de su casa y caminó por las calles iluminadas por farolas. El viento frío le mordía la piel, pero su mente estaba en otro lugar. ¿Qué más secretos guardaba Louis?

Finalmente, llegó al edificio de Louis y subió las escaleras hasta su puerta. Respiró profundamente y tocó el timbre. Después de unos momentos, la puerta se abrió, y Louis estaba allí, con una expresión nerviosa en su rostro.

─Amor, ¿qué estás haciendo aquí a estas horas?

─Necesitamos hablar. En persona.

Louis asintió y dejó que Harry entrara. La sala estaba en penumbras, solo iluminada por la luz de la luna que se filtraba por las cortinas. Harry se sentó en el sofá, y Louis se sentó frente a él.

─¿Qué estás escondiendo, Louis? ¿Por qué un desconocido me envió un mensaje diciendo que no eres lo que parece?

Louis bajó la mirada y suspiró.

─Harry, mí exnovio Federico el tenía una organización del padre. Yo robaba plata de ahí, pero ya cambié no soy el mismo.

Harry sintió que el mundo se tambaleaba. ¿Cómo podía su esposo estar envuelto en algo así?

─¿Por qué no confiaste en mí? ¿Por qué me ocultaste esto?

─Porque tenía miedo. Miedo de perder nuestra familia. Pero no puedo seguir mintiéndote.

Las palabras de Louis colisionaron con Harry como una ola. ¿Qué más secretos estaba a punto de revelar?

─Harry, te amo mucho. Y no quiero que te lastimes por mi culpa.

La verdad estaba sobre la mesa. Harry tenía que decidir si confiar en su esposo o alejarse de todo lo que conocía. El sofá vacío en la sala parecía más grande de repente, como si estuviera esperando su elección.

Harry respiró hondo y extendió su mano hacia Louis. Los dos se acercaron y se dieron un beso, sellando su pacto de confianza.

─Entonces, ¿qué sigue?

Harry sonrió, sabiendo que había tomado la decisión correcta al confiar en su esposo.

Emily, podría ser la clave para desentrañar el misterio que rodeaba a Louis toda la semana. Sus ojos curiosos y su intuición infantil podrían revelar detalles que los adultos pasaban por alto.

Harry se acercó a Emily, quien aún dormía plácidamente en su habitación. La luz de la luna se filtraba a través de las cortinas, iluminando su rostro angelical. Se arrodilló junto a su cama y la acarició suavemente.

─Emily, cariño, ¿puedes decirme algo sobre papá? ¿Has notado algo extraño?"

Emily parpadeó y se frotó los ojos. Miró a su papá con curiosidad.

─Louis es amable, papá. Siempre me trae caramelos cuando viene del trabajo.

Harry asintió. Eso no parecía una revelación importante, pero decidió profundizar.

─¿Alguna vez has escuchado a Louis hablar de su trabajo o de algo que no entiendas?

Emily arrugó la frente, pensando.

─A veces habla con una chica por teléfono. Dice cosas sobre reuniones y lugares extraños. Pero no sé qué significa.

Harry sintió un escalofrío recorriendo su espalda. ¿Reuniones? ¿Lugares extraños? ¿Qué estaba ocultando Louis?

─Gracias, Emily. Eres muy lista.

Emily sonrió y se acomodó en su almohada.

─¿Vas a resolver el misterio, papá?

Harry besó su frente y se levantó. Sí, resolvería el misterio. Por Emily, por su familia con Louis y por la verdad.

Harry había notado que algo no estaba bien con Louis, su esposo. Louis había estado distante, respondiendo con monosílabos y evitando el contacto visual. Harry se preocupaba, preguntándose si algo andaba mal en su relación.

Una tarde, después del trabajo, Harry decidió seguir a Louis discretamente. No quería invadir su privacidad, pero su preocupación era más fuerte. Louis caminó por las calles de la ciudad, mirando su reloj con frecuencia. Harry lo siguió, escondiéndose detrás de farolas y árboles.

Finalmente, Louis llegó a un pequeño parque. Harry se escondió detrás de un banco y observó cómo Louis miraba alrededor con nerviosismo. ¿Qué estaba buscando? ¿Por qué estaba actuando de manera tan extraña?

Louis se acercó a un árbol y sacó algo de su bolsillo. Era una pequeña caja de terciopelo. Harry contuvo la respiración mientras Louis abría la caja. Dentro, había un hermoso anillo de compromiso.

─Feliz aniversario, mi amor.
Dijo susurrando.

Harry sintió que su corazón se detenía. ¿Aniversario? ¿Era esto lo que Louis había estado planeando toda la semana? Pero, ¿por qué había sido tan secreto al respecto?

Louis se giró y, para su sorpresa, Harry estaba allí, con los ojos llenos de lágrimas.

─¿Esto es...?

─Sí, Harry. Nada es lo que parece. He estado organizando todo esto para nuestro aniversario de casados. Quería sorprenderte.

El parque estaba decorado con luces parpadeantes, y una mesa con velas y flores estaba dispuesta cerca. Louis tomó la mano de Harry y se arrodilló.

─Harry, ¿quieres casarte conmigo otra vez?

Harry no pudo evitar sonreír y asentir con la cabeza. Las lágrimas corrían por sus mejillas mientras Louis deslizaba el anillo en su dedo.

─Sí, Louis. Siempre.

Los dos se abrazaron, rodeados de la magia de su aniversario.

Emily aparece con una tarjeta hecha a mano. Sus ojos brillan de emoción mientras les entrega la tarjeta.

─¡Feliz aniversario, papás! ¡Los quiero mucho!

Harry y Louis se miran, sorprendidos y conmovidos. Emily ha estado guardando este secreto con ellos todo el tiempo. El parque, decorada con luces parpadeantes se convierte en un lugar aún más especial. Los tres se abrazan, celebrando su amor y la magia de este día inolvidable.

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