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Al escuchar el timbre sonar, dejó el plato plástico sobre la cocina de juguete de su hija y se levantó para atender, esperando a su esposo. Este había salido hace unos cuantos minutos a comprar en el supermercado. Una cara familiar, pero que definitivamente no esperaba, se encontraba al otro lado de la puerta.

¡Hola! —dijo alegremente. Sabía que su hermano estaba pasando por un momento difícil y verlo fuera de casa era un gran avance—¿Estás bien? dijo cambiando su semblante rápidamente al ver con atención al chico. Se veía ligeramente agitado, sus manos estaban temblorosas y, sumado a esto, tenía un aspecto descuidado que llevaba días acumulándose.

Maddie, necesito que hablemos... Pasó algo... —dijo mientras con la vista analizaba el hogar, vigilando que su cuñado no se encontrara. Algo que todos los de la estación, y bueno, verdaderamente cualquier persona que conociera a Chimney, sabían bien era que este no era para nada bueno guardando secretos.

Uh, c-claro, llevaré a Jee a tomar una siesta, así podremos hablar con calma. Ponte cómodo —dijo mientras le daba espacio para entrar a la casa. Cerró la puerta tras el chico y, como dijo, se dirigió a su hija y la llevó a su habitación para que tomara la siesta de la tarde. En su camino, puso agua a calentar para poder darle un té a su hermano, con la esperanza de relajarlo ya que se veía inquieto. Luego de dejar a la niña en su habitación, salió de esta, se dirigió a la cocina, preparó el té y con la taza en mano se dirigió a la sala, entregándole la taza a su hermano—¿Qué sucedió?

Bueno... Eddie acaba de estar en mi casa -
—dijo mientras tomaba la taza. La puso en la mesa de la sala y suspiró— Eddie acaba de estar en mi casa...

¿y?¿Hablaste con él? Tenías cosas por decirle... y Chimney dice que ha estado actuando raro últimamente —dijo mientras tomaba asiento junto a su hermano.

No... no bien, de hecho... Bueno, llegó a mi casa y dijo que estaba preocupado por mí, porque no quería hablar con él y, bueno, tuve ganas de decirle, pero sería en vano, ¿cierto? Él no me correspondería... —rascó su nuca y suspiró— Solo le dije que él no entendería todo lo que significa para mí. Él dijo que yo era importante para él, que jamás sería una carga y, bueno... Maddie, él... él me besó.

¿Eddie te besó? —sonrió levemente— Bueno, eso es excelente, ¿no? Bueno, si te besó debe sentir lo mismo.

Eso creo. Él se fue rápido luego de eso, me besó, se limpió la boca y salió corriendo de mi apartamento —dijo mientras frotaba su rostro con sus manos.

Oh... —dijo mientras se acercaba a su hermano para poder abrazarlo—¿Qué crees que haya pasado?

No lo sé, tal vez descubrió cómo me sentía y decidió hacerlo para hacerme sentir mejor... y se arrepintió —suspiró— La verdad no tengo ni idea. ¿Qué pasa si no quiere hablar conmigo después de esto, Maddie? Fui un idiota...

Claro que no lo fuiste, Evan, claro que no... Él fue el que tomó la decisión de besarte, no puedes culparte por cosas que no te corresponden.

Fui un idiota por amarlo así, soy un idiota por amar a Eddie de esta manera —Ambos Buckley levantaron la vista al sentir una tercera persona en la habitación.

Creo que no es un buen momento... —dijo Chimney apoyando las bolsas en el piso, con una notoria expresión de sorpresa.

___

Voy a vomitar —dijo para si mismo, mientras caminaba inquieto en su habitación. Christopher se encontraba en su habitación jugando videojuegos, por lo que nadie podía verlo caminando en círculos como un loco.

Toda la vida había sido religioso, su familia era religiosa. Después de independizarse de las creencias de su familia, creyó que todo había terminado. Error. Tenía montones de culpa católica, esperando para atacarlo a la primera oportunidad. Cualquier detonador haría que todo explotara sobre él como un globo de agua helada. Jamás había besado a un hombre, había sido tan extraño y tan... ¿emocionante? Ni siquiera sabía cómo describirlo, tampoco es como que pudiera hablar de esto con nadie. Normalmente lo comentaría con Buck, pero por obvias razones no es posible. Se quedará callado para siempre sobre esto y nunca lo comentará con nadie, nadie tiene por qué saberlo. Pero al mismo tiempo verdaderamente necesita hablar con alguien.

Pero tampoco puede evitar a Buck por siempre. Tendrá que enfrentarlo en algún momento porque, fuera de todos estos sentimientos inespecíficos que siente hacia él, sigue siendo su mejor amigo, el tutor legal de su hijo... casi el segundo padre de su hijo, se podría decir. Tal vez si no hubiera sido tan estúpido de salir corriendo del apartamento de Buck, nada de esto estaría pasando. Debió haber hablado con él, en vez de besarlo y huir como un idiota, pero ahora no podía hacer nada más que lamentarse y lidiar consigo mismo...

Habían pasado ya unos buenos 40 minutos, en los que no había hecho nada más que sentarse en el sillón viendo al vacío mientras su cabeza seguía en alguna otra parte, pensando en lo que había hecho, en su vida. Es decir, no podía ser gay. Claro que sabía apreciar a un hombre guapo y le encantaban, no en ese sentido. Sabía que eso sonaba mal, pero en serio, era algo normal. Cualquier chico heterosexual como él sabría apreciar a un hombre guapo, un hombre guapo como Buck, con su hermoso cabello rubio, facciones perfectas y definidas, un cuerpo para morirse y la personalidad de un golden retriever. Todo sería más fácil si hubiera una mujer a la cual pudiera amar como ama a ese hombre, así no sentiría esta culpa enorme que le aplastaba en el pecho.

¡¿Papá?!

La voz de su hijo lo sacó violentamente de sus pensamientos.

¿Chris? Lo siento, no te estaba escuchando. ¿Pasó algo?

Estoy hablándote hace 10 minutos, tengo hambre. ¿En qué tanto piensas?

Si te soy honesto, Chris, creo que tengo que hablar contigo -dijo mientras jugaba con sus manos nerviosamente. ¿Tu qué piensas de... las personas que se sienten atraídas por alguien de su mismo sexo?

Bueno, yo no le veo nada malo. ¿Debería? -dijo mientras miraba a su padre con atención—¿A qué se debe la pregunta?

Porque creo que estoy enamorado de un hombre... Tal vez... De Buck, de hecho, Christopher. Tu papá es un pecador... ¿soy un pecador?

Everything I've ever wantedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora