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Tocó la puerta, pero nadie respondió. Claramente, Buck estaba en casa y simplemente optaba por ignorarlo. Desde que se volvieron cercanos, intercambiaron las llaves de sus hogares. La última vez que las utilizó fue en una situación similar, cuando Buck perdió su trabajo temporalmente después del accidente del camión de bomberos. Buck estaba triste y se negaba a salir de casa, así que decidió forzarlo a salir con Christopher. No salió como esperaba, pero al menos logró sacarlo de su hogar. Decidido, tomó la llave del apartamento, abrió la puerta y entró. Con la mirada, comenzó a buscar al rubio y finalmente lo encontró en su cama, bajo sus sábanas. Al momento de escuchar la puerta, el rubio descubrió su cabeza y se volteó en dirección a la puerta. En ese momento, Eddie pudo apreciar que el chico definitivamente no estaba en su mejor momento: se veía cansado, con el cabello despeinado, pálido y con ojeras. Aun así, seguía viéndose guapísimo, pero estaba preocupado por él. No lo había visto desde que salió del hospital y pensar que en solo una semana lo tenía así le partía el corazón. Suspiró y subió las escaleras.

Evan...—dijo mientras se paraba junto a la cama.

Eddie, ¿qué haces aquí?—dijo con voz ronca y expresión seria.

Evan, estoy preocupado por ti—dijo después de unos segundos de silencio. —No dejas que nadie se te acerque, ni siquiera yo, y estoy muy preocupado. Realmente, sabes que puedes contarme lo que sea... por favor, habla conmigo.

Lo siento, pero de verdad no lo entenderías— dijo mientras se acomodaba en la cama. —No quiero preocuparte, solo necesito estar solo, ¿sí?

¿Qué es lo que no entendería? —dijo cruzándose de brazos. —Evan, aislarte no te ayuda, solo te empeora, y yo sé bien eso... puso su mano en su hombro.

Eddie, estaré bien. No te preocupes tanto por mí. No quiero ser una carga... —dijo mientras quitaba gentilmente la mano de su hombro.

Evan Buckley, jamás serás una carga para mí... eres mi mejor amigo —dijo mientras puso su mano en el hombro de el chico nuevamente. Lo hacía para mantener su atención, como lo hizo el día después del tsunami. En el fondo, sentía una molestia, porque todas las cosas que quería decirle se estaban acumulando en un nudo en su garganta. Quería decirle que no era solo su mejor amigo, que era todo para él, de la forma más heterosexual posible, porque él no era gay. Todos sienten este amor tan profundo por sus amigos, ¿cierto? pensaba mientras inconscientemente miraba con atención los labios del rubio. Tenía unos labios tan bonitos, perfectos para besar.

No lo entenderías, enserio —dijo con una voz decaída.— No lo entiendes, no entiendes todo lo que significas para mí...

¿Qué significo para ti? —dijo mientras se sentaba junto al rubio.

—Pero este no respondió, primero que todo, no le diría a su mejor amigo que estaba enamorado de él desde hace años y la forma en la que Eddie lo miraba lo ponía nervioso. ¿Por qué está viendo mis labios de esta forma?— Yo necesito estar solo... enserio Eddie, estaré bien — llevo sus manos hacia sus ojos y con sus palmas hizo presión sobre estos ligeramente. Sintió como unas manos cálidas retiraban las suyas de su rostro con cuidado.

Evan. por favor. tú eres importante para mí... tan importante, Evan —y en ese momento, una corriente de adrenalina recorrió su cuerpo. No supo qué lo impulsó a hacerlo, porque no estaba seguro de hacerlo, pero lo hizo. Tomó el rostro de Evan con ambas manos, lo acercó al suyo con delicadeza y plantó un beso profundo en sus labios, que tomó por sorpresa al rubio. Pero este no intentó separarlo. El beso fue tan dulce, cargado de sentimientos. El nudo en su garganta se deshizo, porque aunque no le dijo nada, siente que le dijo todo con ese beso. Su corazón se aceleró, de verdad estaba disfrutando esto. Lo estaba disfrutando tanto, hasta que, otra voz en su cabeza se pronunció, una qué sonaba aterradoramente igual a la de su padre.Todas las veces que lo escuchó hablando despectivamente de los homosexuales lo golpearon de repente, en especial, de aquella vez que le daba un sermón luego de haberlo visto abrazando a uno de sus amigos de la secundaria: "¿Eres marica? ¿Yo te eduqué así? Si sigues asi, te voy a sacar lo marica a golpes." Se alejó rápidamente del rostro de su amigo, limpió su boca y no pronunció nada. Solamente bajó las escaleras de prisa y salió de el apartamento a toda velocidad.

Me voy a ir al infierno. ¿En qué estaba pensando? Soy un pecador, bese a un hombre.

Por otro lado, Evan había quedado solo en su apartamento, con mil pensamientos en la cabeza y probablemente a punto de desmayarse. Era demasiado para procesar con solo una naranja en el sistema. Eddie lo besó. ¿Estaba soñando? ¿Acababa de pasar realmente? Fue excelente... pero él se limpió la boca y se fue de repente. ¿Eddie lo odiaba? ¿Y si su amistad nunca volvía a ser la misma y perdía lo poco que le quedaba? Necesitaba a Maddie, necesitaba que su hermana lo ayudara, porque si sigue pensando así, va a explotarse la cabeza.

Eddie entró a su auto y respiró agitado. Se sentía culpable, pero al mismo tiempo no se arrepentía de nada. ¿Qué mierda está pasando? Acabo de besar a mi amigo y no resolví nada. Besé a un hombre y se sintió bien, eso era lo peor de todo, le había gustado. ¿Era un marica?

Everything I've ever wantedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora