Capítulo XVIII

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•Pov Jimin.

El día tan esperado había llegado, después de tres largos y ajetreados meses, hoy por fin me casaría con Yoongi.

Mi mente estaba en aquellas manos que peinaban mi cabello con delicadeza, mientras mi padre estaba en el sofá jugando con mi bebé Junseo.

Porque él también era mi bebé, claro que sí.

"Te ves hermoso Jimin" mire aquellos ojos que amaba con todo mi corazón.

"Gracias Tae, gracias por todo esto..."

El sonrió dejando de peinar mi cabello,se había encargado de elegir mi traje, peinarme y maquillarme, era un modelo sabía de estás cosas...

Sin embargo, yo e pasado los últimos meses a cargo de la empresa de mi padre porque el decidió que ya estaba lo suficientemente mayor para retirarse por completo, aún que no pasará de 50 años, aún así es mi padre y yo haría cualquier cosa por él.

"Por fin vas a sentar cabeza" dijo papá mirándome a través del espejo, yo sonreí al igual que Taehyung.

"No cantes victoria aún, estamos jóvenes, podemos seguir divirtiéndonos."

"Ustedes no cambian" giro sus ojos y se levantó con Junseo en sus brazos, Taehyung se aproximó y cargo al bebé "Ya es hora cielo."

Asentí con nervios y me levanté tomando el pequeño ramo de tulipanes que Taehyung había preparado para mí...

(...)

Aquella melodía pacifica empezó a sonar por el gran jardín donde se estaba llevando a cabo la ceremonia, los invitados se levantaron a la espera de Jimin, siendo entregado por su padre al hombre que amaba.

El mencionado apareció con un traje blanco tan brillante y resplandeciente, Yoongi abrió la boca con sorpresa, su corazón empezó a palpitar con fuerza mientras las lágrimas se resbalaban de sus ojos, Jungkook noto eso y enseguida se acercó con un pañuelo para limpiar aquellas lágrimas.

Yoongi lo agradeció con una sonrisa y volvió a poner su atención en su prometido.

"Si me caigo, me haré el desmayado y me tendrás que seguir el juego" Jimin le murmuro a su padre.

"Si te caes yo me caigo contigo hijo, ambos nos desmayamos."

Jimin rio y su mirada se poso en aquel hombre que lo esperaba bajo el arco repleto de flores y luces, aquel hombre que cambio su perspectiva del amor.

Porque no importa las antiguas relaciones o aventuras que Jimin había tenido, Nadie absolutamente nadie, lo había amado de la manera tan fuerte en la que lo amaba Yoongi.

Porque estuvo ahí cuando era un mocoso rebelde.

Estuvo ahí cuando sus propias actitudes causaban discusiones.

Estuvo ahí cuando se enfermaba.

Estuvo ahí cuando sentía no poder más.

Estuvo en sus momentos felices y soporto cada cambio de humor, cada insulto, cada momento de él.

Yoongi era todo para Jimin y Jimin era todo para Yoongi.

Por primera vez, mirándolo mientras lo esperaba y las lágrimas salían de felicidad, Jimin agradeció haber ingresado a aquel Instituto, agradeció lo rebelde que fue, porque si eso nunca hubiera pasado, él no habría conseguido al amor de su vida.

Y a un excelente secretario.

Aún que Yoongi ya no trabajaba junto a él, se había convertido en el director del instituto, pero eso era otra historia...

Al llegar al altar decorado en aquel Jardín, por fin estuvo frente a él y su corazón palpitaba con fuerza queriendo salir de su pecho por la emoción.

"Una vez más te entrego a mi hijo, está vez para siempre, pidiéndote con el corazón en la mano que lo cuides y lo atesores como yo e hecho."

Yoongi asintió con una sonrisa tomando la mano de Jimin.

"Se lo prometo suegro."

Y fue así como ambos sellaron por fin sus vidas en una union para siempre.

¿Pero creen que este es el final de la historia?

Por supuesto que no.

Porque aún que ambos ya tenían una vida feliz al lado de las personas que amaban habían cosas que nunca cambiarían, para desgracia de los hermanos Jeon.

Ambos chicos estaban borrachos cantando a todo pulmón abrazados mientras lloraban, porque serían separados.

Mientras ambos hermanos Jeon estaban cruzados de brazos mirando la escena.

"¡Prométeme que vas a visitarme!"

"¡Clarooo! vives a unas, dos ¡Tres! Tres Cuadras."

"¿Un último besito? Ya soy un hombre casado y no podré besarte más..."

Entonces ambos hermanos supieron que era momento de interrumpir.

Jungkook tomo a Taehyung por la cintura separándolo de Jimin.

"Ya cielo, vamos a casa" le murmuró en el oído mientras Taehyung hacia un puchero mirando a Jimin siendo cargado por Yoongi.

"¡Esto me recuerda a cuando nos escapamos!"

Jimin rio mirándolo, hasta que desapareció de la vista de Taehyung.

"¿Sabes cuál es la diferencia ahora amor?"

Jungkook negó, dejando un besito en el cuello de su novio.

"Que ya no queremos escapar" se dió la vuelta para mirar a su novio y el padre de su hijo "Te amo conejito."

Jungkook sonrió.

"Te amo mi amor."

[...]

Penúltimo Capítulo...

Por siempre rebeldes² | KookTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora