Capítulo XV

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La mujer pelinegra miraba atentamente las fotos de Taehyung saliendo de aquel edificio y cuando era transportado en una ambulancia hacia el hospital, su cara estaba ensangrentada y su cuerpo inerte en la camilla que los paramédicos llevaban.

Le daba demasiada satisfacción, Taehyung había destruido su vida y su familia, la estabilidad que por años construyo se fue por un caño cuando él y su amigo pisaron el instituto, ella comenzaría por el peon más fuerte y después seguiría su amigo.

Los odiaba con fuerza, mucho más de lo que alguna vez odio a Hoseok.

Sonrió al recordar el cuerpo ensangrentado de Hoseok cuando cayo, y ahora reía viendo el de Taehyung.

Tan concentrada estaba en sus pensamientos enfermizos que no se dió cuenta de los oficiales que entraban bruscamente al instituto, derribando su puerta y apuntandola con varias armas.

"Jeon Somi, queda usted detenida por el homicidio del Joven Jung Hoseok."

La mujer abrió sus ojos y negó con fuerza.

"Esto es un error, yo no lo hice."

"Todo lo que diga será usado en su contra-"

"¡No me toquen!" luchaba con los oficiales que la esposaban levantandola a rastras para sacarla del instituto.

"Si no tiene abogado, el estado le concederá uno."

Los ingresados empezaron a armar un alboroto al ver lo que estaba pasando, al mismo tiempo el señor Jeon, junto a Yoongi y Soobin entraban al lugar mirando todo lo que sucedía.

"¡Hijos! Ayúdenme no se que está pasando ¡Ayuden a mamá!"

Yoongi negó pasando por un lado hacia adentro del instituto mientras Soobin la veía con sus ojos cristalizados.

"Lo siento mamá, Kook ya sufrió demasiado"  entonces la mujer supo quién la había delatado, lo miro con furia y lucho aún más por soltarse ara atacar al traidor de su hijo.

Sin embargo, el señor Jeon tomo a Soobin por los hombros y lo guío por el mismo camino por dónde se había ido Yoongi.

Los oficiales ordenaron el allanamiento en el área de enfermería, la mujer al verlos se asustó completamente, ella sabía que era cómplice de un asesinato, sus manos empezaron a temblar cuando los oficiales empezaron a revisar los registros de cada ingreso.

Esa prueba de embarazo estaba en los archivos de Jung Hoseok.

Tal y como temió, los oficiales encontraron dicha prueba, esposandola de inmediato, aún que ella tuviera miedo no había nada que hacer, no cuando la señora Jeon le había pagado por su silencio, el mismo dinero con que su hijo y esposo habían huido del país.

[...]

Jungkook miraba desde su auto como su madre era bajada de la patrulla mientras gritaba que era inocente.

Por fin se haría justicia...

Y es que la familia Jung había demandado exigiendo cadena perpetua por su hijo y posible nieto.

Porque aún no confirmaban si realmente estaba embarazado, hasta que los oficiales consiguieran la prueba de que así fuera.

Jungkook también la demandaria por la muerte de su hijo.

Taehyung veía la escena a su lado, en el asiento de copiloto sintiendo la tristeza de Jungkook, tomo su mano haciendo que este volteara a mirarlo.

Guío la mano de Jungkook a su barriga y Jungkook abrió sus ojos grandes con sorpresa.

"No me digas que-..."

"Si..."

"Amor..."

"Tengo hambre."

Jungkook cambio su expresión a una levemente enojada.

"¡No juegues conmigo así Kim Taehyung!"

Taehyung rio con fuerza.

"Es que tengo hambre mi amor, ya vamonos, esa bruja tendrá su merecido."

Jungkook asintió echando una mirada a su pequeño osito quien dormía en su silla en los asientos traseros y empezó a conducir.

Sentía un peso menos en sus hombros, la pesadilla que habia vivido en su adolescencia llena de abusos y castigos extremos había terminado, la asesina de Hoseok por fin ya pagaría por su error, sin embargo, Taehyung no quiso denunciar aún que tenía pruebas para hacerlo, el testimonio de Soobin era suficiente para agregar un crimen más a la lista de la mujer.

Pero Taehyung era más listo, por supuesto que se las cobraría por haberlo intentado matar, pero a su manera porque él era Kim Taehyung y con Kim Taehyung nadie se metía.

El auto estacionó en un lindo restaurante familiar, muy bonito con lugares y asientos para tener a los niños, el pequeño Junseo se levantó cuando su papi Jungkook lo tomo en brazos y a Taehyung de la mano hacia el restaurante.

La manera en la que las cosas habían cambiado para ellos dos era gratificante, ahora reían, hablaban tranquilamente, se decían lindos apodos y se cuidaban sin tener que ocultarse de nadie.

En aquella mesa para dos, dónde agregaron una sillita para bebés, estaban ambos comiendo entres risas y coqueteos, olvidando por completo a la mujer que ahora se pudríria en la cárcel y todo lo malo que habían pasado.

Jungkook metió su mano en el bolsillo de su pantalón y tocó aquella cajita aterciopelada vinotinto que estaba en ahí, la tomo sin ser demasiado obvio.

Cuando Taehyung y él se quedaron mirando con una sonrisa, supo que era el momento correcto.

Saco su mano con la cajita en ella, Taehyung miro su acción y trago grueso.

"Mi amor, mi lindo y para nada dulce amor" Taehyung rio ante aquello "se que nos saltamos un gran paso" ambos miraron al bebé que jugaba con un pequeño juguete en sus manos "pero quiero hacer las cosas bien" Abrió la caja donde dos anillos de plata estaban.

Taehyung sonrió con ternura al verlos.

"Te doy este anillo como una promesa de mi amor, con la promesa de que algún día sera reemplazado por uno más importante, con la promesa de que voy a amar y proteger tu corazon a capa y espada, si tú me aceptas yo... quiero que seas mi novio Taehyung.

El bebé soltó una gran carcajada causando una linda sonrisa en ambos.

"Por supuesto que te acepto amor."

Jungkook suspiro con tranquilidad poniendo el anillo en el dedo de Taehyung y el otro en el suyo propio.

Ambos se sonrieron con complicidad, con amor y ternura.

Mientras que desde lejos alguien también los veía...

Por siempre rebeldes² | KookTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora