Dua Lipa se enamoró de mí

Shots y Cervezas [ep. 7]

Dado que todavía faltaban más de 6 horas de las 11 que duraba el vuelo, a Dua Lipa le pareció buena idea empezar a beber. Estoy aburrida, dijo, y con una seña llamó a la azafata que acudió de inmediato. ¿Nos puedes traer un par de cervezas por favor? ¿Cuántas? preguntó la chica. Ella hizo cuentas y ordenó que trajeran dos para ella y dos para mí, luego preguntó de cuáles botellas de licor tenían. Quería de esas botellas minatura que parecen de juguete y se venden como souvenir en el aeropuerto. La azafata dijo que tenía que revisar en el almacén del avión. De paso, yo aproveché para pedir algo de botana, papas fritas o lo que estuviera disponible, la chica sonrió, pero obviamente no me miró con la misma amabilidad que miraba a Dua. 

La aeromoza regresó con dos latas de cerveza Corona para cada quien, y le mostró a Dua una variedad de botellitas de licor entre las que había vodka, bourbon, ron y tequila. Déjalas todas, le dijo. Cualquier cosa que necesites, me dices, respondió. Dua dijo que era momento de beber, pero que necesitabamos un juego. A mi me llamaba la atención un pasajero que iba tres filas delante de nosotros. No sé cuál película estaba viendo pero se carcajeaba cada dos o tres minutos. Le propuse dar un trago de cerveza cada vez que lo escucháramos reir.  A ella le divirtió la idea, pero dijo que el trago tenía que ser de una botellita, y empezaríamos con la de vodka. La cerveza sólo servía a manera de enjuage, por si te da sed, dijo. En ese momento me di cuenta de que yo había vuelto atrás, que la única posibilidad para mí era terminar en la embriaguez con alguien que seguramente podía beber tres veces más que yo.

—Ahí está, escuché una carcajada, empezamos, ¡vamos, profesor! me dijo apresurándose el primer sorbo de vodka por la garganta. Esto será muy divertido. Segundos después ella se doblaba de la risa, le había parecido muy gracioso que el primer trago de vodka que pasé por mi garganta me había hecho toser sin control.