dos

280 25 3
                                    

Habían pasado alrededor de 4 días desde que fui a preguntar a la academia para poder inscribirme, el único problemita, era que me había olvidado de pedirle la planilla para completar al chico que me atendió, Solange me estuvo taladrando el cerebro para que vaya pero como yo soy fiacosa, eso no iba a pasar y menos con el clima que teníamos, bajó la temperatura de golpe y llovía cada dos por tres, me sobraban las ganas de quedarme en casa.

──͏ Dale piba, cuántos años tenés? Diez? ──͏ se quejó mi hermana arrastrándome de mi cama, mi gato saltó encima de mi espalda y se estiró haciendo un ruidito ronco ──͏ Igual de vago que vos el gato este, por dios.

──͏ Che paraa, me estás matando loca ──͏ dije dándome vuelta entre las frazadas ──͏ Yo podré ser todo lo que quieras pero mi hijo es un príncipe, respetálo ──͏ le respondí sentándome en la cama y abrazando a mi gato.

Solange me miró levantando las cejas y empezó a reírse, encima que denigraba al pobre animalito se me cagaba de risa en la cara. Me di vuelta despacio y le tiré una almohada por la cabeza, su risa escandalosa se cortó y me miró indignada.

──͏ Los pendejos de ahora no respetan más a sus mayores loco, que vergüenza ──͏ comentó al 'aire' dejando la almohada en el piso.

Después de una corta charla me levanté, Solange había preparado un cafecito con unas medialunas, desayunar con ella fue como una caricia al alma, entre risas y chistes terminamos hablando de lo que ambas hicimos mientras estuvimos separadas.
Me contó que había empezado a trabajar en una compañía de relaciones públicas por la zona pero más que eso por momentos parecía organizadora de eventos o algún tipo de asistente en publicidad, un poco de todo, en cambio yo le comenté de papá, de que nos habíamos ido unas semanas de vacaciones antes de decidir volver para acá y que como ella sabía, me estaba metiendo en la música como tanto me gustaba.

Me contó que había empezado a trabajar en una compañía de relaciones públicas por la zona pero más que eso por momentos parecía organizadora de eventos o algún tipo de asistente en publicidad, un poco de todo, en cambio yo le comenté de papá, de q...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al final había cedido a las peticiones de mi hermana, iba camino a la academia con el paso más pachorra posible porque hubiera preferido mil veces quedarme en mi casa acostada con mi gato.

El camino se me estaba haciendo eterno así que conecté mi auriculares de cable al celular y me metí a spotify para reproducir mi playlist, el primer tema que sonó fue cementerio club de pescado rabioso, amaba esa canción con mi alma y sin querer queriendo, me puse a cantar en voz baja mientras caminaba por las calles de capital. Unos minutos después llegué a la academia, entré callada mientras me sacaba los auriculares y los guardaba en el bolsillo, no pasó mucho hasta que se me acercó el mismo chico de la vez anterior, saludándome alegre.

──͏ Kathe, cómo andás? ──͏ me preguntó acercándose contento, lo miré un ratito antes de responderle con una sonrisa.

──͏ Bastante bien eeh... ¿Me habías dicho tu nombre? ──͏ le pregunté confundida.

──͏ No pero me alegra que preguntes, soy Agustín ──͏ respondió rápidamente rascándose la nuca ──͏ La vez anterior no tuvimos la oportunidad de charlar por más tiempo ──͏ mencionó mirándome.

VORÁGINE ¹  ,  guido armidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora