continuación del cap 01.

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-¡Eh, bajad, que os hemos guardado un sitio! – nos gritó Ricky y yo, emocionado por meterme en el agua, empecé a bajar la cuesta de arena. 

-¡Vamos! – le grité a Tom una vez abajo. Se le acababa de poner una cara de mala hostia digna de foto, así que cogí la Canon nueva que me colgaba de la muñeca y le apunté con el objetivo. Le hice una foto antes de que mi novio pudiera replicar.

-¡Eh! 

-¿Qué te pasa ahora? ¿No querías traerme aquí? ¿No tenías taaaaantas ganas de que viera esto? – él gruño y casi se pone a berrear como un niño chico de la rabia. Esquivó la cuesta de un salto y aterrizó justo a mi lado, con las mejillas rojas por el Sol. 

-Pensaba que no iba a haber nadie. ¿Quién ha llamado a estos imbéciles? ¡Pero si íbamos a estar solos! 

-¿Querías estar solo conmigo? – me burlé. Sabía muy bien que Tom había estado planeando esas vacaciones desde hacía un mes, pero no me había parecido bonito decirle a los Encadenados que no fueran al lago ese fin de semana porque Tom y yo ya lo teníamos pensado desde hacía tiempo.

-No. He escogido el día al azar, claro, y la ropa también al azar y la cámara también al azar y el lubricante y el vibrador ¡También al azar! 

-¿Lubricante y vibrador? 

-Ya te contaré cuando me libre de estos capullos. 

-¡No! – le agarré del brazo y le di un brusco tirón para que me mirará a la cara. Tom alzó una ceja cuando me tuvo frente a frente, con los labios fruncidos. Tenía que calmarle. No podíamos empezar las vacaciones así, cabreados. Mirando de reojo a los Encadenados, asegurándome de que miraban hacia otro lado, acaricié sus mejillas rosadas por el calor y pegué su frente a la mía. – Oye, tengo mucho calor. ¿Por qué no vamos al coche, pones un rato el aire acondicionado y mientras yo me cambio de ropa, me enseñas el lubricante y ese vibrador? – Tom siguió con el ceño fruncido escasos segundos, hasta que me incliné y le lamí el cuello con la lengua. Entonces, se suavizó y me agarró la cintura.

-La verdad es que no estoy muy seguro de cómo funciona el vibrador. Las instrucciones están en ruso. No me vendría mal una mente abierta para traducir, un cuerpo para experimentar… - sus manos acabaron en mi culo y lo apretaron con ganas. Me entró la risa tonta y Tom sonrió. – Un culito blanquito en el que profundizar… - ladeó la cabeza para besarme. 

-¡Eh! – cuando Ricky apareció de repente tras las hojas de los grandes arbustos. Nos separamos de golpe. Más bien me separé yo de él dándole un empujón y los dos nos quedamos mirando a la recién aparecida, que nos observó con expresión de sospecha. - ¿Qué hacíais? 

-Nada. Hablamos. – contesté. Tom puso mala cara. Me dirigió una mirada fulminante. 

-En la playa no hay taquillas ¿verdad, Ricky? – ella lo miró como si fuera tonto y yo me ruboricé. – Genial. Mi hermano se va a escapar por los pelos. 

-¿Qué quieres decir? 

-¡Nada! Es que las taquillas de la escuela le ponen cachondo. 

-¡No me ponen nada! 

-Bill, eres rarito. – Ricky me miró como si fuera un bicho raro. Se me erizó el vello de vergüenza. - ¿Te gusta machacártela contra la puerta de las taquillas? 

-¿Cómo coño me la voy a machacar contra una puerta de hierro? ¿Me ves cara de masoca? 

-¿Hace falta responder a eso? – murmuro Tom. Yo lo mataba. 

-¿Hablamos de los arañazos que tienes en la espalda y de las hostias que te dejan marca en la cara?

-¿Hablamos de los azotes en el culo y de los tirones de pelo? – contraatacó él. Hum… muy astuto.

Muñeco acabado Cuarta temporada - by Sarae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora