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La noche se extendía, envolviendo el campamento en una manta oscura salpicada por la luz plateada de la luna. Petra, con los sentidos alerta, permanecía en guardia junto a su compañero Cosme, compartiendo el silencio y la serenidad de la noche.
Las palabras de Cosme cortaron el aire tranquilo, llenándolo con un peso inesperado.
-Ellas creen en ti, dijo, su voz cargada de sinceridad y admiración- Mucho más que en Villa
Petra dejó escapar un suspiro, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
-¿Cómo no van a creer en mí cuando ese bastardo no nos reconoce si no tenemos huevos en nuestras piernas?- murmuró, cerrando los ojos en un intento por encontrar calma en medio del caos que los rodeaba. -Solo falta un poco más y... iremos a Zacatecas.
Pero entonces, en un giro inesperado, Cosme le hizo una propuesta que la dejó atónita.
-Petra, casémonos- dijo, sus palabras resonando en la quietud de la noche.
La sorpresa se reflejó en el rostro de Petra mientras se levantaba, casi aturdida por la sugerencia.
-¿Qué?-logró articular, su mente luchando por procesar la idea.
Pero Cosme no vaciló en su determinación. Expresó su amor y admiración por Petra, revelando sus verdaderos sentimientos en medio de la incertidumbre de la guerra. -Hemos estado juntos desde hace meses-dijo traído de ir hacia ella para poder tomar sus manos-Te conozco perfectamente y me enamoré de ti por tu audacia y determinación. Quiero que seas mi esposa. La locura de la propuesta se apoderó de Petra, pero también la tentación de la promesa de un futuro juntos.
-Pero, aún falta para que esta pelea acabe-protestó, su mente luchando por encontrar razón en medio del deseo.
Pero Cosme no se dejó disuadir. Habló de unir sus destinos en medio de la batalla, de encontrar consuelo y protección en el amor mutuo. Y así, entre risas y lágrimas, entre anillos improvisados y promesas de un mañana incierto, aceptaron el desafío de unirse en matrimonio en medio del fragor de la guerra. La noche pasó entre susurros de planes y sueños compartidos, hasta que la luz del alba los encontró en los brazos el uno del otro, enfrentando el día con renovada determinación y esperanza.
Pero la paz efímera se desvaneció con la llegada de un nuevo peligro. La traición acechaba en las sombras, y la felicidad recién encontrada se desmoronó ante la violencia inesperada. El ataque repentino dejó a Petra luchando por su vida, enfrentándose a la muerte de su amado Cosme con el corazón destrozado y las manos manchadas de sangre en un acto de venganza justificada. Con el peso de la pérdida sobre sus hombros, Petra se enfrentó al futuro con determinación y valentía, renunciando a la mentira que la había sostenido y abrazando su verdadera identidad con orgullo y determinación. En medio del caos y la desesperación, se alzó como Petra Herrera, una fuerza indomable dispuesta a luchar por la justicia y la libertad, sin importar el costo. Y así, con el nombre de su amado en su corazón y el valor en su espíritu, se lanzó hacia el horizonte incierto, lista para escribir su propia historia de coraje y sacrificio.

Petra en la revolución Donde viven las historias. Descúbrelo ahora