1. ¿Celos?

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Al parecer estabas molestando a Peter en el laboratorio, ya que de un momento a otro él dejó de prestarte atención.

Peter Ballard el enfermero más guapo del lugar era cotizado por todo el personal femenino, y aunque ustedes eran más cercanos porque la mayoría del tiempo trabajaban juntos, detestabas que las demás chicas como tú lo mirarán.

Hubo un tiempo en donde ustedes dos tuvieron algo, pero nunca pasó nada por la vanidad del rubio. Ahora inconscientemente lo estabas molestando al estar más tiempo con el enfermero nuevo, ya que Brenner te pidió capacitarlo por tu experiencia y paciencia.

Era un día más, tu capacitabas al nuevo mientras que Peter hacía su trabajo de cuidar a los niños. Parte de la capacitación era mostrar cada parte del laboratorio al que se tenía permitido entrar, una parte importante era Rainbow Room. Entraste a esa parte del laboratorio junto con el nuevo, "Este es Rainbow Room, aquí es en donde los niños se suelen relajar y jugar, es parte del programa" dijiste con una sonrisa. "Es muy interesante" mencionó el nuevo. Ayudaste al nuevo a acercarse a los niños para que se familiarizaran, fue cuando sentiste una mirada pesada, al voltear viste a Peter con el ceño fruncido en señal de enojo mirándote fijamente, regresaste tu mirada al nuevo y salieron de Rainbow Room para mostrarle otra zona.

Ya era algo tarde y los niños necesitaban ir a sus habitaciones para descansar, por lo que fuiste al comedor para ir por los niños. "Normalmente a esta hora los formamos para llevarlos a sus respectivos cuartos" dijiste abriendo la gran puerta del comedor, al entrar notaste la misma mirada de Peter, como si estuviera celoso. "¿Crees que te pueda ayudar con eso?, para ir aprendiendo" mencionó el nuevo pero al parecer a alguien no le gustó la idea, "No, Brenner es muy cuidadoso con las asignaciones. Esta noche nos toca a nosotros señorita T/n" mencionó Peter serio, por lo que él fue el encargado de formar a los niños en una sola fila. Miraste al nuevo y le diste una señal de que se podía retirar a descansar.

La tarea era sencilla, llevarlos a la habitación y asegurarse de que ya estuvieran dormidos.

Terminaron el último trabajo del día, Peter se notaba algo indiferente contigo, lo sentías normal ya que así era siempre, estaba de buenas y después de malas, tenía los peores cambios de humor, así que no decidiste dirigirle una palabra pero él decidió romper esa tensión con una pregunta "¿Qué tal es el nuevo?", te detuviste al escuchar la pregunta por lo que decidiste responder "Aprende muy rápido", notaste la inconformidad en su rostro ante tu respuesta, como si lo que hubieras dicho fue incorrecto. "No me refería a eso" dijo Peter el volteando a verte y deteniendo la caminata, "¿Te gustó el nuevo?" preguntó, por lo que te confundiste al escuchar esa pregunta "Para nada, creo que es evidente que nadie me gusta" dijiste un poco indignada por lo que decidiste seguir tu camino pero el te detuvo tomándome del brazo y acercándote a él "¿Y yo aún te gustó?" preguntó muy cerca de ti, "No, ya no me gustas" dijiste alejándote de él. Después de eso tomaste camino a tu habitación, no te estabas percatando de que Peter iba a la misma velocidad que tú, sabías que su habitación era de las primeras, fue cuando él llegó te tomo de nuevo tu brazo jalandote dentro de su habitación, al jalar cerró la puerta y te acorraló con está "¿Ni siquiera te gustó un poco?" Dijo acercando su rostro al tuyo "Peter, ya te dije que no" dijiste algo nerviosa, "¿Entonces ya no eres mía?" preguntó rozando sus labios con los tuyos, tus nervios estaban al borde, dios claro que te gustaba, amabas sus ojos, esos hermosos labios que alguna vez pudiste besar y morías por besarlos otra vez "Dime T/n T/a, ¿Aún eres mía?" Pregunto ahora tomando tu barbilla para que lo miraras a la cara, "Quiero ser tuya" mencionaste hipnotizada por esos ojos azules.

Al escuchar esas palabras Peter te beso con intensidad, intentó meter su lengua y entrelazarla con la tuya por lo que se lo permitiste, era un juego en el que él siempre ganaba, te levanto por lo que tus piernas rodearon su cintura mientras no dejaba de besarte, te llevo a su cama y te recostó con delicadeza, ahora sus labios empezaron a recorrer tu cuello, lo lamía y mordía haciendo que pequeños jadeos salieran de tu boca. Mientras bajaba iba desabotonando tu camisa dejando más besos y mordidas por tu piel, subió su cuerpo y te beso de nuevo, bajó sus manos hacía tus muslos subiendo poco a poco tu falda, abriste tus piernas para darle más acceso, el fue yendo poco a poco hacia tu centro cubierto por tus bragas, hiciste un pequeño gemido al sentir sus dedos rozandote "Eres sensible, preciosa" dijo al darse cuenta de tu acto.

Hizo de lado tu braga dándole acceso a tus pliegues, al sentir sus dedos subir y bajar por toda tu entrada hiciste la cabeza hacia atrás intentando no hacer algún ruido, "No te los guardes, gime para mí o te dejo así" mencionó cerca de tu oído con una voz profunda, de nuevo fue bajando dejando besos, bajo hasta quedar entre tus piernas, te subió la falda hasta tu cintura y te bajo las bragas jugando un poco con ellas, se posicionó y empezó a besar, tu espalda se arqueo al sentir su boca succionando, su lengua se encontraba rodeando tu clítoris, sentías como tu cuerpo se electrificó ante el tacto sabias que era bueno, dios era tan bueno que tus piernas necesitaban ser cerradas, él lo sabía pero para él era el momento de demostrar que lo necesitabas, lo necesitabas más que a nadie y que igual, él era de tu propiedad.

Al dejar de besar tu clítoris decidió subir de nuevo, se miraron a los ojos por unos segundos, lo sabías, él aún sentía algo, ¿eran celos o alguna clase de amor extraño?. "Quiero que me beses" dijiste poseída por aquella mirada, "¿Solo eso?" te cuestiono, por lo que moviste la cabeza en señal de que no, no era solo eso. "Entonces dime con palabras qué es lo que quieres" dijo a tu oído para después verte a la cara, "Peter, no sé cómo pedirlo" dijiste algo tímida, "Dime, ¿qué es lo que deseas?" dijo mirandote a los ojos, "Te deseo a ti" dijiste para después tomarlo de la cara y besarlo, el correspondio pero se separo de ti, "Ahora es turno de que tu me veas" dijo desabotonando su camisa, cuando se la quito fue desabrochando su cinturón, viste como poco a poco se iba quitando su ropa frente a ti, solo lo admiras, quizá el mundo era consciente de aquella belleza que él poseía pero solo tu podías admirar por completo sin que ninguna prenda le estorbe. Al ver que estaba completamente desnudo ante ti se acerco y te beso, haciendo que te volvieras a recostar en la cama con su rodilla hizo que te abrieras para él. Su pene fue rozando tu zona provocando que gimieras en su boca, se fue introduciendo poco a poco en ti para después ir tomando un ritmo perfecto para ti y para él, gemidos inundaban la habitación te sentías cerca del clímax, sabías que en cualquier momento llegarías a tu límite. "Peter, no te detengas, por favor", él al oír tus palabras sabía que estabas a punto de correrte, así que aumento el ritmo haciendo que los gemidos fueran más fuertes, lo sentías, sentías que llegabas, hasta que viste estrellas por aquel placer que te provoco, habías llegado al fin y un suspiro salio de tu labios.

Después de aquello él te miró a los ojos, se recostó a tu lado y te abrazó, te sentías destrozada y entre destrozos él lo dijo.

"Es amor, lo que siento por ti" 

• One Shots • Jamie Campbell Bower  •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora