• One Shots • Jamie Campbell Bower •

2. Ascender

Trabajar con Jamie es una de las grandes oportunidades que alguien puede tener, es una persona que siempre consigue la perfección y todos sus empleados, si no es que la mayoría deben tener esa cualidad.
Eres su mano derecha, prácticamente la mejor se sus empleadas. Él siempre elogia tu trabajo, siempre que puede te dice que sin ti esto no funciona y aunque a veces lo suele decir en un modo coqueto tu no le tomas tanta importancia, ya que una de sus características más marcadas es ser un bromista.
Era un día importante para él, al parecer un tipo de empresa disquera quería hacerlo su socio y lo mejor sería darle promoción a sus canciones, era una oportunidad muy importante para él, solo bastaba una cena y firmar para poder volverse socio y qué mejor que su música llegando a todas partes del mundo.
-t/n, necesito que estés conmigo en la cena, eres la pieza fundamental de todo esto- mencionó en un tono de emoción.
-Por supuesto, yo encantada de poder acompañarte, solo dime  el lugar y ahí estaré.
-No te preocupes por llegar, quiero pasar por ti, el cerebro de todo esto debe llegar sana y a salvo a cualquier lugar que vaya.

Por más que lo intentarás ocultar una parte de ti estaba enamorada de él, no solo por esa belleza que portaba. No  es solo una cara bonita, también es inteligente, amable y sobre todo una mente creativa. Sabes que esa cena es importante, así que necesitas portar el vestido más hermoso, ese que te hace sentir segura y sobre todo sensual, ya que uno de tus deseos no era solo cenar, sino celebrar los dos juntos.

Después de arreglarte escuchas el timbre de tu casa y al abrir la puerta miras a Jamie portando un smoking, al verlo quedas perpleja por su belleza, ya que es la primera vez que lo ves tan elegante.
-Es hora de irnos, cariño - dijo para sacarte del trance 
-¿Cariño?- cuestionas, es la primera vez que te habla así
-Hoy no solo eres mi mano derecha t/n -lo dice mientras se acerca a ti y al tenerlo tan cerca sientes que tu corazón se está acelerando, es un coqueto, pero en esta ocasión es más que coqueto.
-Vamonos, guapa o se nos hará tarde.
Salen de tu departamento y él te ayuda a subir al coche. Al llegar al restaurante notas que el lugar es muy elegante, un lugar de ensueño que no era algo típico para tener una cena donde se firme el contrato de un negocio, deciden entrar y te das cuenta de un detalle importante, la mesa no está a nombre de la disquera, está a nombre de un tal James Metcalfe Campbell Bower, ahora el ambiente se torna raro porque ¿No era una cena de negocios?, lo normal era escuchar el nombre de la disquera no de Jamie, decidiste no cuestionar el porqué la mesa está a nombre de él, quizá eso es cortesía de Jamie y estas malinterpretando todo.
El mesero los lleva a la mesa, el te ayuda con tu silla pero notas algo aún más extraño, no hay ningún hombre de traje con cara seria, solo son tu y tu jefe, ¿Será tu despido acaso?, no lo crees porque ha dicho que eres importante para su trabajo, ¿Te dará algún ascenso?, pero en que si prácticamente llevabas las partes más importantes de su carrera. Todo esto se está volviendo misterioso y a ti te encanta el misterio, por eso se volvió increíble trabajar con Jamie porque él es un misterio.
Llega la carta y él aún no ha dicho nada al respecto sobre porque están solo los dos cenando, si supuestamente era una cena de negocios con una disquera muy importante.
-Sé que te lo estas preguntando, pero si te decía la verdad era probable que no aceptarías - lo decía mientra ve la carta
-¿Aceptar qué? - cuestionas
-Tener una cita conmigo - dijo dejando la carta de lado y mirandote directamente a los ojos.
Está mal lo que hace, lo sabes a la perfección pero no te importa porque a tu parte enamorada le encanta este detalle de las sorpresas.
-Me sorprende señor Metcalfe, ¿No cree que es inapropiado?- lo dices en un tono coqueto, ahora tu entraste al juego, un juego que es probable que termine en pasión.
-Es inapropiado invitar a comer a uno de mis mejores trabajadores, ¿Para qué piensa que es esta cena, señorita t/a?- lo dice mientras se recarga en la mesa.
-Algún aumento de sueldo o que mejor ascender de puesto-. Tu mente te dice que lo que dices esta mal, pero dios llevas meses queriendo esto y él lo sabe, lo sabe perfectamente bien.
-Te quiero ascender, es verdad pero el puesto es para algo más personal, un poco mas intimo- sonríe mientras la palabras salen de la boca de Jamie y era el momento de soltar la bomba
-¿Te parece discutirlo en un lugar más privado?.
Esa pregunta fue la gota que derramó el vaso, no hay una respuesta con palabras, solo se levantan de sus sillas y salen directo al coche. Él va manejando hacia su departamento, conoces el camino perfectamente ya que siempre has ido a ese lugar, pero la diferencia es que ahora no era por trabajo si no para algo más.
Llegan al departamento de Jamie, pero antes de bajar del coche Jamie te mira, preguntando si esto es real o solo es una de sus tantas fantasías que ha tenido contigo, sigue mirándote, sin miedo se acerca a ti para besarte y te besa con tanta pasión que sientes un calor recorriendo tu cuerpo, no quieres que pare pero lo deben hacer porque se les termina el oxígeno.
-Necesito llevarte adentro, no quiero cometer una locura contigo aquí - su voz baja y un poco rasposa te ha hipnotizado, bajaste rápido del coche sin su ayuda y se adentraron a su departamento.
Al entrar los besos continuaron, el se quitó el saco de su smoking, tu te fuiste quitando los tacones que llevabas, el beso se detuvo.
-Quiero que te quites ese vestido enfrente de mi- lo dice cerca de tu oído que te hace estremecer.
Se aleja de ti y se sienta en el gran sofá que tiene en la sala de start, mientras observa cómo poco a poco quitas la prenda de ti.  Al quedar solo en ropa interior frente a él solo se muerde el labio de verte, se levanta del sofá, va hacia tu dirección y te acerca hacia él tomándote por el culo, das un pequeño gemido ante el acto.
-He soñado tenerte así desde que te conocí, tú decides dónde quieres ser cogida, si aquí o en mi habitación- te mira a los ojos al decir eso y no lo pensaste dos veces.
-Llevame a tu habitación, yo también he soñado contigo y parte de mi sueño es ser destruida en tu cama.
Te cargo para llevarte a su habitación, al entrar te lleva directo a su cama para que te recueste, se levanta y te mira detalladamente, analiza cada parte de tu cuerpo y le encanta, le encanta verte así de indefensa.
Se decide quitar la camisa y solo observas su torso con tatuajes y marcado, ya lo has visto antes así pero ahora era diferente, el calor que se acumula en tu intimidad hace la diferencia en todo. El se acerca a ti, te da un pequeño beso en los labios y decide ir dejando besos por todo tu cuerpo hasta llegar a tu centro, quita esa braga que le estorba y mira detenidamente, la vergüenza se está apoderando de ti, pero no es momento de sentir eso, él mira lo roja que te estás poniendo.
-Quiero que me des permiso.
Asientes con la cabeza y abres las piernas, el se acerca a tu intimidad y la empieza a lamer, al sentirlo tu espalda se arquea, gemidos de tus labios empiezan a salir, ahora él empieza a jugar contigo con sus dedos, los mueve de una manera que te hace sentir en el paraíso, él está amando los sonidos que haces, lo están poniendo duro pero debe aguantar, aún siente que es pronto para darte placer con su miembro. Continúa jugando con tu vagina, lo hace tan bien que no quieres que termine, pero tú cuerpo no solo quiere sus dedos, también lo quiere a él, necesitas que él esté dentro de ti.
-Jamie, necesito algo más que tus dedos, por favor - dices entre gemidos
Él se detiene; se levanta y te mira, empieza a desabrochar su pantalón, miras lo que está haciendo, al bajarlos ves su miembro, notas que está duro y listo para ti.
-Ponte en cuatro y te cogeré como los dioses.
Haces caso a lo que dice, te posicionas y el juega un poco contigo, hasta que sientes que entra por completo y empieza a tomar ritmo, primero va lento y lo disfrutas, la velocidad va aumentando y mientras aumenta el aprieta tus caderas, así como tú él empieza a gemir y eso te indica que el también lo está disfrutando, lo miras sobre tu hombro y a pesar de que te está cogiendo de la manera más deliciosa sigue viéndose atractivo, verlo sudar te hace ponerte más caliente, las paredes de tu vagina empiezan a apretar el pene de Jamie, lo dos saben que en cualquier momento te puede hacer correr, así que él toma más velocidad que te hace gritar del placer.
-Vamos cariño, córrete para mí, déjame disfrutar de este momento contigo.
Esta llendo rápido, lo estás sintiendo, se acumula dentro de ti y solo falta un empujón más para que salga y sucede, llegaste al clímax, él te penetra un poco más para que igual termine y lo hace dentro de ti, te sientes aliviada, cansada y sobretodo satisfecha de esta noche. Jamie va al baño y decide limpiarte, toma una sábana limpia, te cubre y después te abraza.
-Tu ascenso es que seas mi pareja- lo dice mientras te da un beso en la frente.
-Después de hoy, acepto mi nuevo puesto- y lo besas, dándole a entender que nunca te quieres separar de él.