Ser de las mejores alumnas de la clase es una tarea complicada, no sé trata sólo de entregar los mejores trabajos, también de la dedicación y constancia que le des a las cosas.
Estás en tu última clase del semestre, amaste la materia de inglés, no solo por lo aprendido; se volvió tu materia favorita cuando lo viste entrar por primera vez al salón. Su cabello rubio, sus ojos color azul y esa sonrisa que te hace enamorar, así era el profesor James Metcalfe Campbell Bower, un hombre tan atractivo e Inteligente que hace que toda la universidad caiga en sus encantos y como no, si es tan amable, sabe impartir sus clases, es muy inteligente, a pesar de ser tan cotizado solo tenía ojos para una persona, nadie sabía quién era, ni siquiera tu.
Tu siempre destacaste en su clase, no solo por ser la más inteligente sino que el Señor Bower había notado la belleza que se caracteriza en ti, le encantaba verte y aunque suene a algo no muy ético, lo tenías hipnotizado, tanto que solo bastaron unas palabras para hacerte suya.
-Bueno chicos, espero que hayan disfrutado de mi materia y sobre todo que hayan aprendido- dice Jamie con una sonrisa amable.-Antes de que se retiren, quiero felicitar a t/n t/a, por su gran labor, no solo destacaste por tus exámenes sino por la dedicación que le diste a este curso, gracias- lo dijo mientras te veía con atención.
-Gracias Señor Bower, su clase fue muy hermosa y aprovecharé muy bien lo aprendido.
La clase ya había terminado, todos decidieron salir pero tú te quedaste, querías darle una agradecimiento personal a tu profesor.
-Señor Bower, quería agradecerle personalmente por todo, me encantó su clase- dijiste acercándote al escritorio de tu profesor
-Señorita t/a, fue para mí un placer tenerla como alumna.
-La verdad espero tenerlo de nuevo como profesor el próximo semestre, me ha encantado su forma de enseñar y me conecté mucho con su clase y con usted.
-¿Me puede explicar eso de que conectaste conmigo?- dijo Jamie mientras una cara inocente se proyectaba en él
-Su clase fue linda, me inspiró a querer aprender mejor el idioma- lo dices mientras te sientas en el escritorio frente de él.
-Si quiere aprender mejor, me puede buscar- lo dijo con una sonrisa de lado y guiñando el ojo.
Después de decir eso la tensión del lugar cambió, creías que era momento de confesar no solo tu admiración hacia él, sino también las ganas de tenerlo solo para ti.
-Entonces profesor, porque no empezamos por ver la parte práctica.- Lo dices mientras te balanceas hacia él y lo besas, él lo corresponde y no quiere detenerse pero lo debe hacer, o alguien los verá.
Te separa del beso; te mira con cierto enojo, se levanta de su silla; tu solo te volteas avergonzada por lo que hiciste, escuchas como se cierra la puerta y solo volteas; ves sus zapatos enfrente de ti, lo miras a la cara, no sabes que decir o hacer, esperas que te regañe, algo en ti te dice que está furioso y claro, lo acabas de besar pero era insoportable no hacerlo, te gustaba y sobre todo lo deseabas.
-No debe hacer esas cosas señorita t/a, es inapropiado y más por mi empleo.
-Lo siento Señor Bower, no volverá a pasar, lo prometo.- dices sollozando
-No, no volverá a pasar, esta será la última vez.- dice mientras se acerca a ti.-La última vez que lo hace aquí.
Te toma por el cuello y de nuevo te besa, sientes como pide que su lengua tenga acceso a ti y lo logra, quieres tomar dominio pero no puedes ya que él no te lo permite.
-Te tengo que castigar, pero no ahora, ahora solo quiero tenerte.- Lo dice mientras te quita la blusa que traes puesta, te lleva hacia el escritorio entre besos y te acuesta ahí, lo notas deseoso de este momento como si siempre hubiera querido tenerte, como si tu fueras la chica de sus ojos y probablemente así era pero nunca lo notaste.
Él baja hacia tu cuello y empieza a esparcir besos, mientras que una de sus manos empieza a masajear uno de tus senos y empiezan a hacer pequeños gemidos. Estás disfrutando de este momento como nunca, él de nuevo regresa a besar tus labios, decide quitarte el sostén de una buena vez por todas, detiene el beso, te mira por unos segundos, decide ahora el quitarse su camisa para quedar a la par, deja un pequeño beso en tus labios, baja poco a poco hasta llegar a tu pecho, lo toma con delicadeza y lo empieza lamer, sientes el calor de sus labios en ti. Mientras está con tus senos una de sus manos empieza a bajar hacia tus jeans, al desabotonar tus jeans se separa de ti, solo para poder bajarlos y dejarte ahí en bragas, el toma tus piernas para besarlas e ir subiendo poco a poco hasta llegar a tu centro, empieza a esparcir besos por encima de la tela para jugar un poco contigo, te está volviendo loca y él lo sabe pero no quiere ir tan deprisa, no ahora que por fin ya te tiene, quiere disfrutar cada momento, cada beso y cada gemido de ti.
Una de sus manos empieza a jugar con tus bragas, su mano se introduce en la braga para poder explorarte, va tocando delicadamente cada parte de ti, lo hace tan suave que abres lentamente más tus piernas, toma la tira de tu ropa interior y la baja, ahora estás totalmente expuesta, se acerca a ti y empieza a lamer, un grito de placer sale de tus labios al sentirlo.
-Cariño, no hagas tanto ruido, no queremos que nos descubran.- dijo separándose un poco de ti, tapas tu boca con tu mano mientras él sigue lamiendo tu coño ya mojado. Sientes como succiona tu clítoris y eso te hace sentir en la nubes, no sabes como lo hace pero lo está haciendo, esta lamiendo en lugares que hace que tus piernas tiemblen, no puedes gritar por todo el placer que te está haciendo sentir, quieres cerrar las piernas pero él no te lo permite, tu espalda se está arqueando sientes que algo se está acumulando en ti, estás a punto de llegar al clímax, él lo nota y lame más rápido. Sientes desesperación ya que no puedes expresarte pero a la vez ese placer por lo que te está haciendo, de un momento a otro tu cuerpo se relaja, te acabas de correr, notas que fue en su rostro y una vergüenza se apodera de ti.
-Tranquila cariño, a esto quería llegar.- dice mientras se sienta en la silla que está enfrente del escritorio, lo miras por unos instantes, al bajar la mirada notas que hay un bulto en su pantalón, quieres hacer algo al respecto, después de todo el uso su boca para hacerte terminar porque tu no harías lo mismo.
-¿Puedo intentarlo yo?- preguntas mirando hacia el bulto.
-Solo si es algo que en verdad quieres hacer- dice mirandote a los ojos
Bajas del escritorio y te arrodillas entre sus piernas, el solo te observa desabotonar el pantalón, bajas la cremallera e intentas sobar su miembro por encima de su ropa interior, él hace pequeños gemidos ante el acto, al bajar su boxer notas que su miembro está duro, te muerdes el labio al verlo.
-¿Te sorprende querida?- pregunta sarcástico
Lo miras a los ojos, tomas su pene entre tus manos y lo empiezas a introducir en tu boca, empiezas poco a poco, lames su glande y eso a él le gusta ya que echó la cabeza hacia atrás ante el acto, tus movimientos son lentos, pero él ya no quiere ir lento, así que toma tu cabeza y el mismo empieza a introducir su pene con cierta velocidad, prácticamente te está follando la cara, cada vez que aumenta la velocidad rezas porque no te de nauseas, pero no lo sientes al contrario te encanta como lo hace.
-Cariño, no quiero correrme en tu linda boquita, ven, necesito que subas.
Le haces caso y subes, el te carga, te toma de la cintura, toma su pene y empieza a rozarlo en los pliegues de tu vagina, gimes ante el acto. Sientes cuando lo introduce y empiezas a bajar y a subir, él te toma de las caderas y empieza a agarrar una velocidad deliciosa que no puedes evitar gemir y en esta ocasión él no te lo impide ya que está sintiendo lo mismo. Ahora ese salón estaba lleno de calor, gemidos y el ruido de las pieles chocando.
De nuevo algo se está acumulando dentro de ti, él lo siente.
-Vamos cariño, no te corras sin mi.- dijo para después besarme, no crees soportarlo ya que sentías que no tenías el control sobre tu cuerpo ante tanto placer.
-Esta bien, correte cariño, correte de nuevo para mi.
Le hiciste caso y te corriste junto con él, tu cuerpo se sentía débil después de todo, el solo te tomó en sus brazos por un segundo.
Te ayudo a vestirte ya que sentías no poder, cuando los dos estaban ya vestidos te tomo de la cara para darte un tierno beso.
Al salir del salón los dos sabían que encuentros como estos volverían a pasar.
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• One Shots • Jamie Campbell Bower •
Fiksi PenggemarPequeños fanfiction sobre Jamie Campbell Bower y personajes que ha interpretado. Novelas +18