4. Decencia

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Llevas pocos meses saliendo con él, a pesar de que no tienen mucho tiempo juntos los dos sienten que el tiempo se detiene cuando se ven.

El no es el tipo de novio que todo el tiempo se la pasa cachondo, no muestra para nada esa actitud, pero algo en ti lo atraía y no de manera intelectual o sentimental, era un tipo de atracción sexual que lo hacía querer comerte por completo, descubrir cada centímetro de cuerpo y que mejor el sabor de tu piel. En cambio tú a pesar de que nunca notaste lo que estaba empezando se sentir por ti, tú sentías lo mismo, tu cuerpo se cuestiona qué tan bueno es en la cama, es una tensión que se va formando al paso de los días, que en cualquier momento o con cualquier rose los dos caerían y terminarían con su tormento sexual.

Estas con Jamie en una cita como las que siempre han tenido, una cena deliciosa, las flores que siempre te regala adornando la mesa y los dos contando anécdotas de su día.

Él se cuestiona sobre si es el momento de acostarse contigo, es algo que lleva pensado hace semanas; tu también te lo cuestionas pues la última vez que te tocaste lo hiciste pensando en él y su cuerpo tatuado.

Era momento de cambiar de tema, él se levanta de su asiento y se dirige al tocadiscos, pone tu canción favorita para bailar.

-Creo que nunca hemos bailado- dice Jamie recargado de la mesa.

-Señor Bower, me concedería esta pieza-dices levantando tu mano en señal de que el la tome, y lo hace pero le pone cierta delicadez que eriza tu piel. Se levantan y empiezan a bailar esa pieza que tanto te encanta.

-¿Por qué me dice señor Bower, señorita t/a?" cuestiona burlándose de ti,

-Es una forma decente de hablarte- dices con calma a lo que él reacciona de una manera no tan sutil.

-Dime señorita t/a, ¿Qué cosas indecentes ha pensado para hablar así de mi?

Te detienes por un momento de ese pequeño baile, te pone nerviosa su pregunta pues bien sabes que en los últimos días cosas decentes no han pasado en tu cabeza sobre tu novio, pero lo piensas mejor y si esta es tu oportunidad para cumplir uno de tus deseos mas oscuros la tomarias sin ninguna duda.

-Mi indecencia, Señor Bower se queda conmigo y en mi habitación- dices en un tono un poco seductor, lo que hace que Jamie cuestione más para llegar a tu lado más profundo.

-¿Y qué te parece ir a mi habitación para conocer tu indecencia?- Lo dice mientras te toma de la cintura y te acerca más a él, su aroma te penetra las fosas nasales, sientes su respiración en tu cara, hoy se ve más atractivo que nunca y tu cuerpo lo pide, lo necesita, necesita tenerlo adentro, no lo piensas más y lo besas, le das el beso más profundo y apasionado jamás dado en tu historial de besos, él lo recibe tan bien que jala de tu cabello para que puedas abrir más la boca y pueda meter su lengua en ti.

Entre ese beso tan profundo y apasionado no lo soportas mas, necesitas tenelo ya y ahora pero él no puede ir rápido, es su oportunidad de tenerte, es la primera vez que no se masturba pensado en el momento, al fin lo está viviendo.

-Ven, necesito llevarte a la habitación ahora- dice separándose de ti y tomando tu mano para dirigirse a su habitación.

Al llegar el abre la puerta de su habitación, primero entras tú y cuando él entra después de ti cierra el cuarto, te toma de la mano y te jala hacia el.

-Debo confesar que yo también he sido algo indecente contigo -lo dice con esa voz tan profunda característica de él.

-¿Y qué has pensado de mí?- preguntas mientras le das pequeños besos en la barbilla

-Muchas cosas y una de ellas es tenerte conmigo en mi cama - dice Jamie para después besarte. -¿Ahora tu dime que has pensado de mi?

-No me pidas decirte eso, prefiero que mis actos hablen por mi.- después de decir esas palabras decides besarlo de nuevo, él empieza a levantar el vestido que llevas puesto hasta que te lo quita dejándote solo en bragas.

-Creo que planeaste esto, eres una sucia t/n.- Dice con una pequeña risa. Él te carga y te lleva a su cama, se recuesta ahí y empieza a besar tu cuello para después darle pequeñas mordidas dejando marcas.

Con una de sus manos empieza a jugar con tus senos, empiezas a gemir ya que lo hace de una manera tan delicada y deliciosa, él nota tu placer y abusa de sus movimientos. El de nuevo regresa a tu rostro y te besa, entre el beso decides ir quitándole la camisa pero él te detiene.

-Hoy no, solo importas tu.- dice mientras le da un beso a tu mano.

Él baja de nuevo a tu cuello, pero ahora hace un camino de besos que va bajando hasta tu cadera, él toma tu ropa interior con la boca y la empieza a bajar hasta quitarla por completo, te mira desnuda y necesitada. Empieza a besar tu piernas, creando de nuevo un camino de besos para poder llegar a tu centro, te toma, se acerca a tu clitoris empezando a lamerlo despacio; un gemido sale de tu labios por lo que Jamie lo toma en señal de que debe seguir y lo hace, empieza lamer tu clítoris de una manera tan buena que tu espalda empieza a arquear, tus ojos se ponen en blanco y tus gemidos son más notorios y fuertes.

Decide que no es suficiente, no que ahora está cumpliendo la fantasía de darte el mayor placer posible; decide que lo mejor es tomar sus dedos e introducirlos dentro de ti mientras sigue lamiendo, te encanta como lo hace pero tu cuerpo no quiere solo sus dedos necesita más.

-Por dios... Jamie no puedo mas- dices con dificultad por el placer que te está dando.

-¿A qué te refieres cariño?- Cuestiona deteniéndose

-Necesito mas de ti, por favor- le dices acercándote a él.

El te besa y se acuesta contigo en su cama, de nuevo intentas quitarle la camisa y ahora te lo permite, al quitarle por completo la camisa admiras sus tatuajes y los acaricias de un modo tan delicado; decides besar los tatuajes de su pecho, pero el te mueve de modo que queda arriba de ti, se levanta para poder quitarse el cinturón, tu solo lo miras, miras cada movimiento de sus manos, el se acerca de nuevo a ti, se acerca a tu oído. -Abre bien tus piernas, cariño- lo dice con su voz tan profunda. Le haces caso a su orden él se desabotona el pantalón, su pene empieza a rozar en tu entrada, juega un poco contigo, sabe que lo necesitas adentro.

El introduce su pene y un suspiro sale de ti, empieza a crear un ritmo, los dos empiezan a gemir por lo que deciden ahogarlos en un beso, el ritmo empieza a aumentar llendo mas rapido, por lo que tu cuerpo empieza a sentir una cierta electricidad, el empieza a besar su senos mientras sigue penetrando, tu placer se va intensificando.

Decides cambiar de posición, ahora a él le toca estar acostado, así que te montas en él y de nuevo los gemidos empiezan a llenar la habitación, admiras como el disfruta tenerte, le encanta lo que haces, por lo que decides ir más rápido. Empiezas a sentir que estás a punto de terminar, el lo nota, por lo que te toma de la cintura y te coge a un ritmo más rápido, te empiezas a volver loca, tu cuerpo lo está sintiendo tan bien, por lo que de un momento te corres sobre su pene, él te sigue penetrando hasta que se corre fuera de ti.

Te da un beso delicado, te abraza y decide taparte con las sábanas de su cama, tú te acurrucas en su pecho, cierras los ojos y él acaricia tu cabello mientras te ve dormir, no sabes si lo que viviste fue un sueño o en verdad paso, quizá lo sepas a la mañana siguiente, por ahora disfrutas de tenerlo solo para ti. 

• One Shots • Jamie Campbell Bower  •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora