Convivencia Diabólica

Las ironías del destino

Una opresión intangible fue todo lo que sintió, un dolor como ningún otro.

Cada vez más, más, y más fuerte.

Hasta que todo se acabo, como un soplo de aire fresco volvió a la normalidad. Y ahí fue cuando despertó.

Se levanto cuidadosamente, luego de una inspección a su ser determino que no había nada malo consigo misma, después de observar a sus alrededores vio que se hallaba en una pequeña choza moderadamente grande, fue en ese momento que lo sintió, una presencia acercándose. No habría nada extraño si no fuera por su opresiva presencia, por la intensidad que transmitía a cada paso.

Y la puerta se abrió, y aquella persona sería quien la cambiaria para siempre.

Sin saberlo, ese momento determino su futuro, y todo lo que sería de ahora en adelante.

Todo con una simple frase, y una sonrisa inocente.

"Hola, veo que estas despierta, soy Goku. ¿Te encuentras bien?".

Makima parpadeo como un búho, y soltó una risita irónica

Sus ojos brillaron con intensidad y habló.

"Un placer conocerte Goku, puedo saber dónde estoy?"

Y con esa simple conversación.

Se abriría la puerta a algo mucho mas grande.

Algo para lo que ninguno de los dos, o el mundo, estaba preparado.