Capitulo 3 "El comienzo de la oscuridad"

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P.O.V. N/A

Recorro las escaleras del edificio tarareando una canción, tenía la copia de las llaves de T/N colgando en mi costado. Los tonos turquesa de la mañana y el sol recién nacido iluminaban las ventanas. Usualmente vendría a golpear su puerta tan vigorosamente después de mi rutina de ejercicio, bañada y lista para trabajar. Me encontraría con una T/N recién levantada, cabellos enredados y ojeras de perro, pero... esta vez no. Esta tan lejos y ya la extraño. Abro la puerta y, al contrario de la mujer enana con problemas de sueño, me encuentro con un gato enfurecido y hambriento.

-¡Miauricio! ¡Qué puntual! - Siempre fui más de caninos, pero este gato no me decepcionaba en cuanto a ternura y terror.

Buscando en la alacena desordenada el alimento para gato, escucho el teléfono sonar. Con la bolsa de alimento en mis manos, respondo el teléfono.

-¿Hola? - Escucho la voz de un hombre muy familiar.

-¡Ah! Señor Everett - el papá de T/N.

¿T/N? -

No, soy N/A. T/N salió de viaje y me encargó que alimentase al gato.

-¡Esa pequeña mujer floja! no me marcó de nuevo, estaba esperando su llamada ayer y me preocupé.

-¿No es algo usual que olvide responder? - Everett suspira, se escuchaba un tanto nervioso.

-Verás... no quiero asustarte con tonterías supersticiosas, pero la fecha de hoy me consterna un poco.

-Tranquilo, señor - estiro el cable del teléfono al escuchar los maullidos de rabia, sirviendo la comida en la bandeja y regando unas cuantas croquetas en el suelo. - T/N se fue con el grupo de trabajadores a la central hace una hora, no tardará nada en llamarme.-

-Bueno, ¿podrías exigirle que me llamase en cuanto pueda por favor? -

Claro, amenazaré con golpearla si no lo hace - un golpe suave, esa mujer era muy frágil, más de lo que parecía. Guardo la comida gatuna en un lugar accesible para dentro de 7 horas cuando regrese.

Una parvada de cientos de pájaros despega por los aires retumbando las ventanas, Miauricio brinca nervioso y gruñe. Coloco el teléfono en altavoz y me apresuro a cerrar la ventana antes de que salpiquen de cagada los muebles.

-¿Y qué es lo que mencionaba sobre la fecha? - Hablo en voz alta, intentando calmar al gato. Sentía que en cualquier momento brincaría hacia mí.

-Bueno... quizá creerás que es una tontería, pero habrá un eclipse solar en unos minutos. Quería recordarle que evite cualquier compañía extraña, ya sabes, suerte y esas cosas- me recargo en la barra de la cocina masticando la carne seca que encontré entre la alacena. Quizá me robe un poco, ¿no se molestará o sí?

-claro, yo le dire que en cuanto llegue sacuda su ropa con hierbas secas- entiendo por que t/n no respondia el telefono, si mis padres me jodieran con sus cosas de chamanes huiria encabronada, nunca me ha gustado el olor a incienso impregnada en mi ropa.

-Eso no era lo que- Everett se rinde al intentar hacerme entrar en razón, bien por él - Bueno, olvídalo, solo dile que llame ¿está bien? -

Bien, tenga un buen día, señor Everett - cuelgo el teléfono.

Miauricio aún lucía nervioso, su pelaje estaba totalmente erizado y sus pupilas dilatadas. Quizá deba dejarlo a solas para que se tranquilice, no antes de asegurar que coma. Así que me pongo de cuclillas acercando el plato de comida a él.

-Vamos, no seas tan cabrón - el gato pelirrojo enseña sus colmillos. Al dar un paso en falso en su territorio, de un solo movimiento rasguña mi frente encima de la ceja derecha - ¡Ah! Pequeño hijo de-

The weakest sun (Baldur's Gate)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora