Dragón Bael

PARTE...6...

Era el final del día y la escuela finalmente había terminado.  Los estudiantes se dirigían a casa, al centro para divertirse con sus amigos o iban a sus respectivos clubes.

Esta no fue una excepción para la prestigiosa Academia Kuoh.  Tampoco a la ex monja Asia Argento.

Acababa de terminar sus clases y se dirigía al edificio de la Vieja Escuela.  Mucha gente le preguntó si quería pasar el rato y algunos chicos la invitaron a salir.  Pero ella amablemente los rechazó a todos, respondiendo con el habitual "tengo actividades del club".

Sin embargo, no fue tan brillante y alegre como ella pretendía ser.  Cuando estaba sola, sin nadie a su alrededor, su sonrisa desaparecía y sus ojos adquirían esa mirada abatida.  Como si le hubieran succionado el alma.

Y, si alguien la conociera personalmente, sabría el motivo.

Issei.

Su primera amiga.  Su primera familia.  Y su primer enamoramiento.

El niño se ha convertido en una gran parte de su vida.  Él la recibió con los brazos abiertos y fue muy amable con ella.  La llevó a una cita y la hizo sentir especial por primera vez en su vida.  Se sentía bendecida con él a su lado.  Y luego fue asesinada por su Sacred Gear.

Pero luego él la salvó y le dio una segunda oportunidad en la vida.  Él la ayudó a adaptarse a la escuela y a hacer muchos amigos.  Incluso llegó a ayudarla a aprender japonés para que encajara mejor.

Y así, él se abrió camino hasta su corazón y la hizo sentir amada.  Y a cambio hizo que ella se enamorara de él.  Incluso si él no la veía de esa manera.

Pero todo eso cambió rápidamente cuando Rias anunció que cambiaría a Issei.

La sorprendió.  ¡Sorprendió a todos!  ¿¡Como no pudieran estar!?

Issei acababa de derrotar a Raiser.  Había salvado a Rias de un matrimonio que ella no quería.  Puso su cuerpo en juego, una y otra vez.  Sacrificó su brazo para obtener suficiente poder para salvarla.  Fue contra todo el inframundo para poder ayudarla.  Él lloró, sangró y casi muere sólo para que ella pudiera elegir.

¿Y cómo le paga ella?  ¿¡Dándoselo a otra persona!?  ¿¡Intercambiándolo después de que ella lo considere inútil!?  ¡Después de todo lo que ha hecho por ella!

Asia quería decirle que no.  Quería decirle que estaba equivocada.  Para decirle que Issei no era solo una herramienta y que él era tan importante como cualquiera allí.  Que debería valorarlo más ya que literalmente acababa de salvarle la vida.  Y que cambiarlo sería el mayor error que podría cometer en su vida.

Pero, como siempre, ella no habló.  Ella no dijo una palabra.  Ella se recostó y mantuvo la boca cerrada.  Ella se encogió y se mordió la lengua, todo sólo para evitar la ira de su rey.  ¿Y a qué costo?  ¿La traición de su amiga?

¿Podría ella seguir llamándolo así?  ¿Seguiría viéndola así?

La mirada en sus ojos.  La forma en que la miraba, buscando y suplicando ayuda.  Ella no tenía fuerzas para mirarlo a los ojos de frente.  En cambio, ella se dio la vuelta.  Todo porque su rey declaró que ella no haría nada.

Ella era escoria.

No, la escoria no traicionaría a sus amigos.  Ella era peor que la escoria.

¿Dónde estaba Issei?  ¿Cómo le estaba yendo?  ¿Estaba todavía vivo?  ¿Estaba comiendo sano, fortaleciéndose o incluso vivo?

¿Estaba saliendo con otra mujer?

Preguntas como estas rebotaban en la cabeza de la rubia mientras intentaba entenderlas.  Quería ver a Issei para asegurarse de que estaba bien.  Pero ella sabía que su maestro no lo permitiría.  No importa cuánto suplicara o suplicara, se la negarían una y otra vez.  Si no por Rias que por los que estuvieron a su lado desde el principio.