Dragón Bael

PARTE...12...

Sí... todo esto parece un poco repentino.  Quiero decir, todavía..." Issei se calló, incapaz de encontrar las palabras correctas.

"No, no, lo entendemos completamente", informó rápidamente Rumias.  "Debe ser difícil después de lo que pasó entre tú y Rias Gremory. Todos vimos lo duro que luchaste por ella y elogiamos tu determinación".

"...Gracias..."

"Quiero disculparme por haber presentado esto tan rápido".

"¿Eh?"  Issei miró hacia arriba un poco confundido.

"Entendemos que todavía estás en conflicto con tus sentimientos hacia tu ex Rey".

Issei abrió la boca para hablar pero no salieron palabras.  Luego recordó la cara de Rias durante su pelea con Kokabiel.  La misma expresión rota, aburrida y vergonzosa que tenía cuando se encontró cara a cara con lo que había tirado.  Parecía tan derrotada y tenía que esperar en lo que pensaba que era un error.  Todavía le dejó mal sabor de boca.

Todos pudieron ver su expresión caer al recordarla.  No importa cuántas veces pensó que había olvidado a la heredera, todavía quedaba algo de daño.  Era comprensible ya que todos se tomaron el tiempo para sanar y, por mucho que quisiera apresurarse, Issei todavía tenía mucho que recuperarse por hacer.

"¿Issei-sama?"  Rekka habló.

"Ah, lo siento. Estaba pensando", respondió antes de reírse torpemente.

"No queríamos que trajeras pensamientos no deseados. Nuestras intenciones no eran molestarte sino tratar de explicar nuestro abrupto encuentro y solicitud hacia ti".

Issei hizo una pausa momentánea.  Rumias continuó detrás de su esposa.  "La política diabólica es algo voluble y no necesariamente favorecerá la logística humana. ¿Tu Rey te ha contado sobre otras solicitudes de demonios para ti?"  El Señor preguntó.

Los ojos del moreno se abrieron y rápidamente se volvió hacia Sairaorg.  El heredero no dijo nada y se limitó a sentarse con los brazos cruzados.  Rumias vio esto y asintió.

"Ya veo. Entonces, si no le importa..." El heredero asintió para que continuara.  "Issei-kun, cuando fuiste intercambiado, nadie lo supo hasta que Sairaorg se lo presentó a los Gremory y Sirzech. Luego se corrió la voz rápidamente y muchos demonios esperaban ofertar por ti también. Estoy bastante seguro de que Sairaorg ha tenido que hacerlo.  lidiar con muchas solicitudes desde que anunciamos la noticia."

El Sekiryuutei se volvió hacia su hermano.  El adolescente mayor tenía muchos papeles en su escritorio, pero pensar cuántos de ellos eran en realidad solicitudes para él.  No tenía idea de cuánto le estaba haciendo pasar a su Rey.  La cantidad de gente que debió haber estado preguntando, exigiendo, tal vez incluso suplicando a Sairaorg, sólo por Issei, debe haberle estado pasando factura.

"Ha sido molesto, pero puedo lidiar con eso. Mientras Issei esté feliz, puedo soportar la carga", respondió Sairaorg.  Luego le lanzó una sonrisa al peón.  Issei solo pudo sonreír a cambio de las palabras de tranquilidad.  Haría que su Rey se sintiera orgulloso, esa era una promesa.

"Sí, Issei se ha vuelto especial para todos nosotros. Ahora es familia y nos aseguramos de que su felicidad sea lo primero", agregó Kuisha, apoyando una de sus manos sobre la de la morena.  Se estremeció ligeramente ante el toque, pero se relajó un segundo después.  Miró a la Reina para verla sonreír también y no pudo evitar que un ligero sonrojo cubriera sus mejillas.

Los tres Fénix vieron esto, cada uno con diferentes opiniones.  Sirzechs y Grayfia también notaron lo relajada que se volvió la morena entre el Rey y la Reina.  Rumias fue el primero en expresar su opinión.