Neuvillette y Wriothesley son estrellas porno que cada día de la semana deben grabar videos para sus fans, pero fuera de su trabajo son la pareja más bonita del mundo.
Neuvillette despertó primero que su pareja por un fuerte sonido en la ciudad, era un trueno, estaba lloviendo. Mientras tenía a Wriothesley en sus brazos, estiró uno de estos y agarró su teléfono de la mesa de noche para mirar sus mensajes. Tenía mensajes de su grupo de amigos y de su jefe, abrió el chat de este último y vió el mensaje que decía que no tendrían que venir a filmar por las lluvias fuertes que habían, no querían que tuvieran un accidente o se enfermaran. El albino suspiró y dejó su teléfono en la mesa de nuevo y volvió a recargarse mejor en el azabache quien estaba despertando.
─ Buenos días, querido. -Le dió un tierno beso en la mejilla al mayor.- ¿Lograste dormir hoy?
─ Dormí mejor que otros días, pero tranquilo, las pastillas están funcionando. - Lo calmó dándole un beso en la frente.- Hoy el jefe dijo que nos quedemos en casa, podemos hacer el pastel de chocolate con fresas que querías.
Wriothesley lo abrazó y empezó a besar todo el rostro de Neuvillette felizmente. Ellos no tenían intimidad en casa y si la tenían era muy raro, mayormente en su hogar pasaban lindos momentos juntos ya que todo lo hacían en el estudio y muchas veces no tenían el apetito sexual para eso en casa o incluso en el trabajo, pero al fin y al cabo lo hacían.
Ambos se levantaron de la cama con pesadez y se vistieron cómodos para empezar su día cocinando. El azabache se cambió primero para organizar los ingredientes que usarían, mientras que el albino, más cansado, salió un poco después de la habitación hacia la cocina. Se encontró a Wriothesley haciendo ya la mezcla del pastel, cuando este último se percató de su pareja, le indicó que sacara las fresas y que las cortara para luego ponerle crema y hacer el relleno.
Luego de pasar toda la mañana cocinando, riendo y con muchos besos, terminaron y metieron todo al horno. Decidieron ir a ver una película mientras desayunaban té con croissant en el tiempo que terminara el pastel de hornearse. Cerca del medio día ya estaba lista, la dejaron en la cocina enfriándose mientras almorzaban, la comerían de postre y así fue. Al terminar de comer, Wriothesley cortó dos porciones de pastel para ambos y degustaron esta, había salido bien y exquisita.
─ Debemos hacerla más seguido, la receta es muy buena. - Dijo el pelinegro con brillo en sus ojos.-
Neuvillette solo sonrió tontamente viendo a su amado tan feliz, lo amaba.
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Cabe aclarar que la receta me la saqué del culo, no la prueben en sus casas.
