capitulo 5.

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—Has vuelto.

Cerré la puerta tras mí espalda, suspiré y asentí.

—Has pasado mucho tiempo fuera— murmuró Michelle.

Asentí nuevamente.

—Es muy tarde,¿por qué aún sigues despierta?—pregunté apoyando mí espalda en la puerta.

—No podía dormir,es todo—suspiró—nadie...—dudó un momento pero luego lo soltó—nadie logró verte,¿verdad?

Fruncí el ceño.

—¿Qué?

—Nadie logró verte. ¿Cierto?

—¿Por qué...?

—Solo responde.

—¿Estás bien?— pregunté.

—Si— respondió fríamente—ahora, respóndeme.

Sentí un cosquilleo en los dedos.

—¿Qué te sucede?— comencé a enfadarme.

—¡DIME QUÉ SUCEDIÓ AFUERA!— exigió a gritos.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

—¡¿Cuál es el maldito problema con éso?!—exploté.

Michelle suspiró.

—No te...

—¡Responde!—exigí.

Frunció levemente el ceño y me miró con molestia.

—No me hables así,solo te estoy protegiendo—habló.

—¿Protegiendo de qué?

—Del mal que acecha afuera—respondió como si fuera muy obvio.

—¿Del mal que acecha afuera?— repetí con una risa irónica.

—Si,no seas malagradecida.—me miró de arriba a bajo apretando los puños.

—Michelle...—suspiré—no sabés de lo que hablás—negué con la cabeza.

—Por supuesto que se de que habló—me aseguró con un tono de molestia.

—¡Por supuesto que no!

—¡Ya basta!—gritó acercándose a mí a pasó rápido,se detuvo a un metro de distancia y me señaló—dejá de ser tan egoísta y pensar en ti misma y también comienza a pensar en los demás,los demás...

—¿Pensar en los demás?—la interrumpí,sin ningún descaro—la última vez que pensé en los demás... terminó muy mal, así que no tienes la moral para llamarme egoísta cuándo ustedes... olvídalo—me pasé las manos por el cabello y suspiré.

—Vamos—me alentó a seguir—continúa.

—No.

—¡Vamos!

—¡Ustedes no tiene moral para llamarme egoísta cuando ustedes velan por beneficio propio!...o me dirás, Michelle,que cuando me encontraron tirada en aquél lugar,me recogieron por su «bondad»— reí amargamente—. Por supuesto que no,me vieron como algo valioso que los podía beneficiar—lo expulsé como veneno—¿Estoy equivocada?

Michelle parpadeó varías veces,como si ésas palabras no las esperará de mí.

—¿Cómo...?

—¡No importa cómo!

—Cállate—me ordenó—No tienes idea de lo que hablás— apretó los dientes.

—Sabía que eran igual de egoístas que los demás,me dan asco—escupí las palabras sin ningún remordimiento—me voy.

Red Moon| | Enhypen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora