Sin temor a las consecuencias

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Jennie despertaba peresozamente cuando se topó con unos grandes y luminosos ojos color chocolate que iban acompañados de una enorme sonrisa.
Iba a gritar por lo rara de la situación pero se dio cuenta que era su pelorosa amiga que acostada a su lado parecia esperar con desesperación que despertara.

-Rosie no tienes tu habitación? le dijo cogiendose la cabeza,tenia una jaqueca,al parecer las lagrimas de la noche pasada empezaban a pasar factura.

Rosé la miraba con ternura y a la vez compadecia a su amiga,sabia que no era feliz,que tanta fortuna y fama no la completaban,todo lo contrario,la habian vuelto desconfiada y solitaria.

Jennie-habló la menor- yo quiero verte feliz,sé que has llorado anoche,no necesitas decirmelo,lo noto en tus ojos.
La mayor atinó a cerrarlos de inmediato pero eso no fue suficiente,el llanto salió solo.
El momento de las confesiones habia llegado.

Dio un suspiro y soltó...
Yo la quiero Rosie(llanto)pero es casada(llanto)
Necesito verla(llanto)pero soy una cobarde(llanto)
No quiero volver a dañarla...ella es especial,se nota que a sufrido mucho(llanto)
Rosé le acariaba el cabello,no sabia como consolarla,sabia que su amiga estaba sufriendo,asi que lo mejor era distraerla.

Jendiuke vamonos a bailar,llama a uno de los chicos y ya,tu sabes que Jimin o Sehun estaran acá en minutos con una sola llamada tuya.

Jennie se quedó pensando por un momento sonrió y asintió,no parecia una mala idea,se levantó de golpe y sus animos estaban volviendo a tope.

-Tienes razón Rosie hay que divertirnos esta noche-

Muy en el fondo sabia que estaba equivocada,que por mas que quisiera controlar sus sentimientos,estos permanecian ahi,como aquella primera vez cuando con tan solo trece años y echada en su cama como ahora,se confesaba a si misma,que aquella chica de ojos tristes la habia cautivado.

Noche,Eclipse Club

Jennie bailaba de lo mas sensual a un inquieto Jimin que no dejaba de rosarla y tenerla por la cintura.
Los besos en el cuello de la coreana tampoco faltaban.Igual lo tenia permitido sin ningún problema.Era uno de sus fieles incondicionales el que con solo una llamada caia rendido a su sensualidad.

Los tragos iban y venian aparentemente la estaba pasando bastante bien.
Jimin la hacia reir,la engreia y le daba el cariño que por momentos necesitaba,era su consentido entre sus amiguitos de confianza,asi llamaba
a los que la satisfacian de vez en cuando.

Pero esa noche no iba ser tan divertida como ella pensaba,todo transcurria normal cuando al ver como Rosé pasaba del total aburrimiento a mostrar una enorme sonrisa que cayó cuenta que su noche estaba arruinada.

Lalisa Manobal y Jisoo hacian acto de presencia en el Club.
Una pelinegra habia insistido para salir aquella noche,era la última libre de su amiga,asi que la convenció de salir a tomarse unos tragos,bueno solo ella porque sabia que a Lisa no le gustaban del todo.

Una vez dentro del Club el arrepentimiento se apoderó de la menor.
No solo arrepentimiento,tambien la ira,rabia y odio le ganaron a su orgullo.
Por un momento se olvidó de su condición de casada cuando al llegar a la pista de baile vio en medio de esta a una gatita extremadamente sensual en los brazos de un atractivo y fornido chico.
Su mente se vio inundada de frases como" ese vestido diminuto no le deja imaginación a nadie-y la sangre se le subia al rostro.
-Porque tiene que bailarle así-y los puños se le ponian blancos de la cólera-

Decidió voltear e ir directo a la barra luego de ver una acalorado beso de la coreana y el muchacho.

Jisoo se quedó sorprendida al verla beber descontroladamente.
-Lily tranquila fiera-hay trago para toda la noche.
Qué te pasa? la cuestionó.
No necesito respuesta cuando al mirar en la misma dirección que Lisa entendió el malestar de su amiga.

Mi Destino Eras Tú (Jenlisa G..p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora