Para éste capítulo, quisiera primero reafirmar algo que dije en el final del capítulo anterior. Y es que "no todo lo que vemos puede ser real". Tal y como lo dije en el capítulo anterior, muchas de las situaciones en las que nos llegamos a enfrentar, tienen un porcentaje de realidad y un porcentaje de ilusión en ellas.
¿Por qué digo que tienen realidad e imaginación en ellas?
Nuestro cerebro es como una esponja, y a veces oculta en ella tanta información que a las mezcla con lo que podemos llegar a ver ante nuestros ojos. Teniendo en cuanta que incluso la mayor distorsión de ella es nuestra sobre estimulación o incluso nuestro sobrepensamiento hacia algo o alguien.
¿No les ha pasado que cuando hablan con una persona, y o no nos contesta o incluso pensamos que nos está ignorando?
Bueno, teniendo ese pensamiento y esa imagen en mente, puede llegar a darnos un ataque de pensamientos intrusivos en donde creamos miles de preguntas e incluso infinidades de posibles respuestas a ése asunto en espesifico, llegando a alterarnos o atacarnos a nosotros mismos. Teniendo cambios emocionales y hasta físicos en los cuales mayormente se debe a una hiper realización de escenarios que tanto podrían pasar. Como también podrían no suceder.
Muchas veces, las peleas entre nosotros mismos y nuestros cercanos se concentran en pensamientos, ideas o estándares que si bien damos por hecho. Nunca las expresamos verbalmente ante alguien. Y ese mismo creer que son sabidas por una supuesta lógica inventada o incluso idealizada, es donde comenzamos a tener problemas al querer intentar comunicarnos entre nosotros.
¿Por qué digo que son idealizada o inventadas?
Porque así como vemos muchos de nosotros que son distintos entre sí, también hay muchos de nosotros que o no tienen las mismas experiencias que nosotros, o incluso tienen un pensamiento distinto. Entonces, en éste caso. Sabiendo que cada uno de puede experimentar y pensar de una forma distinta.
¿Podemos exigir que alguien sepa de ante mano lo que queremos o deseamos sin primero comunicarlo?
La respuesta es no, no podemos esperar que alguien piense igual a nosotros.
Y está bien, si todos en la tierra pensáramos de la misma forma. No había una evolución o avance tanto interno como educativo en cada uno, si no nos permitieramos a fallar ¿como podríamos aprender las miles de formas en la que podemos mejorar?, si. Hay veces que la generalización de situaciones, sircunstancias, grupos o pertenencias puede afectar en nosotros mismos y en lo social o comunicativo con el otro.
Por eso, lo primero y principal que quiero aclarar. Es que a veces nuestros pensamientos son el mayor problema de una situación en concreto, y no tanto en la situación.
¿Recuerdan el dicho; quien controla su mente controla su realidad?
Exactamente a lo mismo es lo que vengo a explicar en este capítulo. Muchas veces, esa misma idealización de algo, junto a la generalización de pensamiento. Es lo que mayormente crea nuestra decepción de una situación de manera futura.
Y lo primero es entender a separar una de otra, mi primer consejo es no solo ser conciente de tus pensamientos, si no también conciente de tu entorno. Preguntarnos el porqué pensamos de esa forma y qué nos causó ese pensamiento en un principio. Nuestras experiencias, por más que hayan personas que difieran en éste pensamiento. Siempre afectarán en un porcentaje nuestras vidas, creando así también nuestras percepciones de lo que sería real o no. O incluso también nuestros deseos de cambiar o perdernos en nuestros mundos de la imaginación.
Cosa que viene muy de la mano con la búsqueda que muchos jóvenes como escape de sus realidades, creando una alternativa para desear un mundo mejor para ellos porque el mismo en el que viven les crea dolencias.
¿Sabes a cual me refiero? Si, el shifting.
Muchos de nosotros. Me incluyo, hemos buscado viajar a otros mundos o realidades en busca de un escape al caos de nuestras vidas, deseando una mejor experiencia o cambiando incluso nuestros nombres, aspectos y vestimentas. Haciendo así un inconciente de no estar conformes con nosotros mismos, marcando entre ellos una distorsión para así no tener que afligirnos con quienes somos.
Deseando así, actitudes o características que desearamos en nosotros, pero que a la vez sentimos carentes en nuestra realidad inicial. Por eso, quiero aclarar que tanto el pensamiento excesivo como la necesidad de escape, son lo que mayormente puede también influir en lo que nosotros llegamos a creér como verdades. Afectando secundariamente nuestras emociones y nuestras mentes.
ESTÁS LEYENDO
Consejos de vida
Short StoryA veces simplemente necesitamos un consejo que pueda ayudarnos a entender si vamos por buen camino. esas palabras que anhelamos, y a las cuales también ignoramos.