Los rayos del sol se colan por la ventana haciendo que mis ojos se abran por la iluminación, mi vista se acostumbra a la claridad. Cuando logro enfocar lo primero que veo es el ser masculino que yace acostado a un lado de la cama, su cabello castaño brilla con el sol, duerme como un bebe.
Me quedo alrededor de diez minutos observándolo como toda una enamorada, (que no soy), me levanto de la cama y voy al baño me deshago de mi ropa, me meto a la ducha y tomo un largo baño. Salgo empapada buscando que ponerme opto por una camisa que supongo que es de Scott la conseguí en un armario en la esquina de la habitación.Mi estómago ruge por algo de comida, así que busco algo que se asemeje a un short para no andar en bragas por toda su casa.
Logro conseguir unos vaqueros pero muy grandes para mí, volteo a mis alrededores en busca de opciones pero no hay nada así que me los pongo, parezco un campana.
Salgo para encontrarme con un largo pasillo con puertas a los alrededores, el piso está frío, camino a lo largo hasta llegar a la escalera.
Llama mi atención otra entrada a.. ¿Otro pasillo?. Volteo para ver si no hay nadie en el perímetro y me acerco a el otro pasillo, este a comparación de el otro está más oscuro y desolado. Tiene nada más cuatro habitaciones situadas fijamente en lugares estratégicos.Pero una en específico destaca entre todas, es negra con el umbral de color dorado. Trato de no ir porque se que es peligroso pero me entra la "curiosidad".
Camino despacio hacia ella, hasta llegar al frente de aquella puerta. Poso mi mano en el tomo, lo giro una luz roja sale lentamente mientras abro la puerta, estoy apunto de abrir más cuando....
-¿Te perdiste de camino a la cocina? - su voz Scott está parado al final del pasillo, no tiene su camisa dándome una vista de su definido abdomen, parece caído de los propios dioses, pero disfrazado.
-No, de echo iba a desayunar- cierro lo poco que abrí de aquella puerta que todavía tenía la mano en el pomo. Camino por el pasillo ,paso por su lado saliendo de aquel pasillo, bajando por las escaleras, una de sus empleadas me mira y iba a abrir la boca para decir algo, pero otra empleada se le atraviesa.
-Hola Sr.Ortega- me impresiona un poco que sepa mi apellido ya que nada más mi secretaria y los inversionistas me llaman así.
-La cocina está para allá- suelta antes de que pudiera responderle el saludo, me encaminó siguiendo a la mujer que aparenta tener alrededor de treinta años.
Llegamos a el área de la cocina, que es bastante extensa. A un lado está el comedor que abarca casi la mitad de el espacio. Scott no tarda en aparecerse en el umbral. Me depara de arriba a bajo como si no me hubiera visto en el pasillo.
-¿No podías escoger otros vaqueros?- dice con una risita, que encantadora risa.
-Era esto o pasarme en bragas- le digo y el sonríe de lado.
-Aunque viendolo bien...-camina despacio hasta llegar a mi espalda y pasar sus manos por mi cintura. El vaquero que me queda flojo, se baja un poco haciendo que toque mis bragas.
- Con esos vaqueros o no, seguirías viéndote sexi e Irresistible- suelta dejándome pequeño beso en el cuello que hace que se erize cada parte de mi piel, con nada mas realizar el minimo toque o beso, el causa ese efecto en mi.
- Vamos a desayunar.- lo aparto dirigiendome a el comedor que tiene distintos platos de comida. La empleada me mira con algo de curiosidad.
Me siento y opto por un desayuno ligero, yogurt y frutas.
El desayuno transcurre silencioso, estuve apunto de preguntarle lo de el cuarto del final del pasillo. Pero supuse trataría de negarmelo. Para no levantar sospechas.
Termine con mi comida y me levanté sin decir nada, salí de la cocina, subí a la habitación donde dormí, busque mi ropa (que ya debería de estar seca). Afortunadamente si lo estaba así que me la pongo y acomodo el cabello lo más que puedo.
Busco mi cartera para salir de ahí, reviso mis alrededores y no hay nadie a paso rápido voy a las puertas de salida, al abrirlas no logro ver a nadie del personal, así que bajo como puedo las escaleras, pero mí escape a la incomodidad que va a hacer hablar con el despues de decirle que queria quedarme con el esa noche . Se esfuma al escuchar el chirrido de su auto al estacionarse perfectamente a toda velocidad ante mis ojos.
Tiene vidrios polarizados pero se que está sonriendo mientras me ve. De mala gana subo al asiento de copiloto.
Su vista está fija al frente, no me mira. Arranca el carro moviéndose estratégicamente por las calles de Dinant, llegamos a mi casa.
Yo me bajo de el copiloto antes de que pueda decir algo. Pero no dice nada y arranca. No sé por qué apesar de que no quería que dijera nada, me siento...¿Decepcionada?.
Entro a casa, y rápidamente subo a mi habitación, me baño y cambio, opto por un vestido negro que me llega a las rodillas, mayas negras y botas. Busco las llaves de mi auto, meto todo en mi cartera. Bajo tomando la gabardina.
Salgo veo mi auto y enciendo, voy tarde, conduzco alrededor de diez minutos.
Llegó a las oficinas aparco el auto y subo al ascensor. Llegó al último piso y mi secretaria se levanta de su cubículo.
-Buenas tardes Sr. Ortega- me dice. Cogiendo unas carpetas y dándome las.
- Este es todo el trabajo las primeras dos carpetas las tiene que entregar antes de las las ocho de la noche. - me dice a la vez que se sienta.
-ok, muchas gracias Jenna.
Entro a mi oficina, y toda mi tarde se resume en trabajo.
Mi trabajo es interrumpido por un golpe a la puerta.
-Pase- digo.
-Hola pequeña - dice Alexander.
-¿Cómo estás?- le digo pero noto que tiene marcas por los brazos.
-Tengo algo que contarte - me dice ignorando mi pregunta.
- Dime- cierro la computadora, el adopta una postura seria.
- Ayer cuando no estuviste en casa. - me dice tomándome de la mano.
- El estaba parado en las escaleras- me dice, dejándome helada.
-No quiero preocuparte pero ya no podemos seguir escondiendonos.- me dice con una expresión de total tristeza.
-El lo sabe y viene por nosotros.....
Nota de la autora:
Hola mis lectores.¿Cómo están?. Espero que le guste este capítulo.(Por acá les dejo una foto referente al capítulo)
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