10:45 AM, Viernes
Era un soleado día en Chuchelandia y Mandy se encontraba atendiendo su tienda de golosinas como cada mañana. Se paseaba colocando los dulces en sus estantes con su acostumbrada corona de caramelo sobre la cabeza.
En ese momento, la campanita de la puerta sonó anunciando la llegada de un cliente. Mandy se giró con su mejor sonrisa preparada.
— ¡Bienvenida Bonnie! ¿Lo de siempre? —Saludó a la pelirrosa que acababa de entrar.
Bonnie asintió devolviéndole la sonrisa. Se acercó saltando alegremente hasta el mostrador, como tenía por costumbre.
— Hola Mandy. Sí, quiero un paquete de mis gomitas favoritas por favor. Ah, y también unos malvaviscos redondos. —Pidió emocionada.
Mandy empezó a preparar su pedido anotando en su libreta de ventas. Bonnie no paraba de contarle animadamente los trucos que había estado practicando en el parque. Parecía estar de un humor especialmente hiperactivo ese día.
La reina no pudo evitar sentirse distraída al escuchar las acrobacias que había hecho Bonnie, recordando así distraídamente las travesuras que solía hacer cierto pelirrojo payaso...
— ¡Y entonces di una vuelta en el aire y caí parada sobre mis manos! —Relataba Bonnie con estrellitas en los ojos— Fue alucinante, deberías verme Mandy. Algún día te invitaré a presenciar mis shows.
Mandy salió de sus pensamientos y le dedicó una sonrisa a su clienta, sonrisa que ocultaba cierto desinterés, pero bueno, era una niña pequeña despues de todo.
— Suena muy emocionante Bonnie. Eres toda una artista. Aquí tienes tus dulces, que te diviertas. —Dijo entregándole la bolsita.
— ¡Gracias! Hasta luego —Se despidió la niña saliendo dando saltitos.
Mandy suspiró, recordando cierto par de ojos verdes que siempre lograban hacerla sonreír, aunque no quisiera admitirlo...
Pero en ese pensar, la campanita de la tienda volvió a sonar, al parecer era Bonnie de nuevo.
— Señorita Mandy. —Preguntó la niña, con su emoción de siempre.
— ¿Si?
— ¿Sabe que dulces le gustan a Gus?
Mandy llevó una mano a su barbilla, haciéndose la pensativa al ser cuestionada sobre los gustos de Gus. Su mente comenzó a revisar a todos los niños que frecuentaban el parque, intentando recordar a algún tal.
Entonces, le vino a la memoria el niño fantasma de los globos que solía aparecer siempre en Halloween. Recordaba que cada año, sin falta, entraba tímidamente a su tienda y compraba unos pequeños chocolates blancos con forma de fantasmas. Aunque ya no los vendía desde el año anterior, supuso que también podrían gustarle unos trozos simples de chocolate blanco.
— Creo que a Gus le gustaban mucho los chocolates blancos con forma de fantasma que solía vender para Halloween —Le dijo Mandy, aburrida— Aunque ya no los tengo, quizá también podrían gustarle unos trozos de chocolate blanco normal.
Bonnie asintió emocionada ante la idea y rápidamente entró corriendo de nuevo a la tienda.
— ¡Entonces me llevo un poco de chocolate blanco para Gus! —Dijo con una sonrisa— Gracias Mandy, ¡eres la mejor de las mejores y mejores de las mejores mejores!
Y dicho esto, salió disparada en busca de él, dejando nuevamente sola a la reina con sus recuerdos.
Mandy volvió a su trono detrás del mostrador con paso cansado. Apoyó los codos sobre la fría superficie de caramelo y suspiró pesadamente, masajeándose las sienes. Apenas iba a mitad de la jornada y ya sentía que no podría seguir de pie ni un minuto más.
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✶ I Want You To Smile! ✶ ══ Chester X Mandy ══
FanfictionDesde que Chester conoció a Mandy, no ha dejado de molestarla por completo, pero... A pesar de todas las bromas, él la quería ver sonreír fuera del trabajo. Desde lejos, el observaba su actitud con los clientes con cierto disgusto, pero para él, ver...
