OscuridaZ.

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ProfundidaZ.

Warren se sentó en lo alto de una pequeña caseta y observó la plaza. A Garnel le habría encantado ese lugar, el frío cemento, las luces azules y los neones ultravioleta le daban el aspecto de una ciudad de película futurista. De un futuro distópico como en las viejas películas de ciencia ficción. Sentía el techo temblar bajo las pisadas de la enorme ola de zetas, Garnel habría hecho alguna broma sobre aquello, alguna broma buena y graciosa, habrían disfrutado de la comida en el comedor y se habría hecho amigo de todos. Así era él, de esas personas que se llevan bien con todos, que ven el lado bueno en todo. Que se juegan la vida por un desconocido... que pierden la vida por un desconocido. Cogió una piedra junto a ella y la lanzó con fuerza al otro lado de la plaza. Maldito idiota. ¿Cómo había podido dejarla sola? ¿Cómo se había atrevido a abandonarla en medio de esa mierda? ¿Cómo había podido obligarla a prometer seguir adelante?. Cogió otra piedra y la lanzó. Quería patearle, quería matarle ¡cómo podía haberla podido hacer eso!.

- ¿Te traigo más piedras?- Preguntó la voz de Perséfone tras ella.

- Perdona. No lo haré más.-

- Tranquila, aunque suenen cerca estamos varios metros bajo ellos, dijo refiriéndose a los muertos, pero no te líes a tiros podrías cabrear a los guardias.- dijo tendiéndole una botella con líquido transparente.

- No tengo sed.- Dijo Warren rechazando la botella.

- No es agua cariño.-

- Entonces dame.- Perséfone le pasó la botella y Warren vació la mitad de un trago.

- Un pitillo.-

- Hace años que no fumo.-

- Yo antes tampoco, luego pensé que un cáncer en esta mierda de mundo tampoco estaría tan mal.-

- Dame uno.-
Perséfone le pasó la cajetilla y Warren encendió uno.

- Joder, que mierda ahora vuelvo a fumar.- Perséfone se rio y le dio un trago a la botella de aguardiente.

- Has perdido a alguien.- Afirmó dándole de nuevo la botella.

- ¿Quien no?.-

- Digo recientemente.-

- Allison te lo ha contado. -

- No, apenas he hablado con ella. -

- Cómo lo sabes. - Dijo pegando un largo trago.
- Porque yo también me enfadé muchísimo, quise quemar el mundo. -

- ¿Quién era ?. - Perséfone dio una larga calada antes de responder.

- Mi marido...- Warren le pasó de nuevo la botella y Perséfone le dio un largo trago antes de continuar.

- Y mi niño.-

Warren se quedó helada. Aunque había perdido muchas personas no se imaginaba lo que era perder un niño.

- Puedo preguntar ... -

- Claro, aunque nunca se lo he contado a nadie, bueno a Kara, pero es mi hermana. En fin, fue después del verano negro, un comunicado dijo que esta base estaba en peligro, yo y mi marido estábamos desplegados en la otra punta del país, en Michigan, pero era mi hermana, no la podía dejar sola. Así que Pablo, mi marido, y yo abandonamos la base. El puñetero ejército no aprobaba que nos fuéramos pero es mi hermana, no abandones a tu hermana. Sabía que Dan estaba cerca así que fuimos a buscarle. Su casa era bastante segura así que había acogido a una familia un papá una mamá y 3 críos, y ahí fuimos al rescate. Teníamos que ser los putos héroes, yo llevaba solo dos meses de embarazo y me sentía bien así que les recogimos. Pero el viaje... digamos que no salió como esperábamos.- dio otro largo trago a la bebida.

- No hace falta que sigas si no quieres.-

- Estoy bien, dijo respirando hondo, el caso es que sospechábamos que ese cabrón pegaba a su familia. D.D y Pablo querían echarle, decía que era peligroso, pero no tenía pruebas y sospechaba que su mujer y sus hijas se querían ir con él y no quería dejarlas con ese psicópata. Una noche salimos de guardia, habíamos oído que había rateros en la zona. El tío se había pillado un pedo del 15 y pensamos que no pasaría nada por salir unas horas. Pablo se quedó en casa. Esa noche el tío se levantó con ganas de gresca, o eso me contó una de las niñas. No sabemos exactamente qué pasó, pero cuando volvimos la mujer y dos de los críos eran Zombies y a mi marido le habían pegado un tiro en el corazón. Es jodido ver a tu marido convertido en Zeta. La niña nos dijo que su papá quiso castigar a su mamá y que Pablo se metió en medio para defenderlas. Tuve que matar a mi marido. Y caí en una espiral muy destructiva, estaba furiosa con todos, con D.D por haber rescatado a ese tío, con mi marido por jugarse la vida por otros niños mientras el nuestro se quedaba sin padre, conmigo por insistir esa noche en salir a patrullar. Perdí al niño... no comía, no dormía y lo perdí...- Dio un trago más y le pasó la botella.

- ¿ Cómo has sobrevivido ? ¿ Como lo has superado?.-

- No lo he superado, pero he conseguido seguir adelante. -

- ¿Cómo?.-

- Por ellos, pero sobre todo por ella.- dijo Perséfone señalando a un punto en la plaza.

Warren miró a donde señalaba y vio a D.D dando vueltas en la plaza con una pequeña niña de cabellos negros y rizados en brazos.

- Serena...- Dijo Warren reflexiva recordando el nombre que dio el soldado.

- Mi sobrinita, el primer bebé que veo después del brote.-

- Es muy mona.-

- Es el sol, y debemos tener un mundo libre de zetas. A ella y al resto de niños que están naciendo por el mundo. A los chavales que apenas llegaron a conocer el mundo normal a todos.-

- Tu has encontrado tu motivo, tienes tu familia.-

- Tu también tienes la tuya, que no sean biológicos no significa que no seáis familia te necesita .- Dijo señalando la puerta del comedor donde 10K salía acompañado de una chica morena de pelo largo.

- Garnel dijo lo mismo. -

- ¿Y Garnel solía mentir?- Warren rió y negó con la cabeza.

- Era un idiota optimista.-

- El mundo necesita idiotas optimistas. -

- Gracias. -

- No tienes que dármelas teniente, todos necesitamos que nos recuerden por qué hacemos lo que hacemos. Eso sí la próxima vez en lugar de tirar piedras avísame y vamos a cazar Zetas así aprovechamos el cabreo.-

Warren río.

- Prometido.-

Sangre, Sexo y Más Zombies. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora