Al despertar Dan se encontró a diversos sirvientes en la habitación que lo observaban fijamente, cuando se levantó y se dirigió al baño dispuesto a tomar una ducha un par de ellos lo siguieron hasta adentro.
-¿Que hacen?- pregunto incómodo al notar que no estaban dispuestos a salir.
-Nosotros lo bañaremos.- respondieron para inmediatamente intentar quitarle la ropa.
-Oigan ¡Oigan!- grito agitando los brazos para evitar el contacto.
Los empleados fruncieron el ceño, se arremangaron las mangas y con decisión se acercaron nuevamente a él. Dan los esquivó asustado, les aventó un par de cosas y salio del baño corriendo.
-¡No dejen que salga!- exclamó uno de ellos.
Tras lo que pareció ser una eternidad, finalmente pudo salir de la habitación. Azotó la puerta sin medir su fuerza y corrió lo más rápido que le permitían sus piernas, dejándolos atrás fácilmente. Cuando pensó que podía empezar a disminuir la velocidad sin querer tropezó abruptamente con alguien provocando que cayera al suelo.
-¡Fíjate imbécil!- exclamó Jaekyung furioso mientras lo veía desde arriba.- ¿Que mierda haces corriendo?
-¡Unos pervertidos querían desnudarme!- grito asustado mientras se levantaba rápidamente.
-¿Unos pervertidos?- repitió confundido.- ¿Te refieres a tus sirvientes?- al ver cómo el otro asentía solamente suspiro enfadado.- Bañarte es parte de su trabajo, idiota.
-¡¿Qué?!- grito atónito.- Esto debe de ser una broma de muy mal gusto ¿Quién permitiría que lo bañe alguien más?- habló sorprendido.
-Mi familia y yo lo permitimos.
-Que horror, ¿acaso no se pueden duchar solos?
-Mira, solo deja que hagan su trabajo, talvez y te quiten esa facha de vagabundo que te cargas.- dijo disgustado y un tanto indignado por el comentario.- Aunque lo dudo mucho, solo con un milagro podrías quitarte esa horrenda apariencia que tienes.
Y sin más que decir este se fue dejando a un Dan indignado y al borde de iniciar una pelea. Al escuchar unos pasos detrás suyo mezclados con respiraciones entre cortadas solamente suspiro resignado.
-¿No tengo opción cierto?
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Tras una larga e incómoda ducha, Dan fue arreglado con ropas extravagantes, luciendo como un verdadero noble. Aunque sus empleados lo miraban orgullosos por el cambio de look, él solamente pensaba que no era tan cómodo tener pantalones apretados y sacos con accesorios ridículos.
Al notar que eran cuarto para la una decidió ir hacia la biblioteca, pues tenía como orden del emperador iniciar a esa hora sus clases de estudio.
Al llegar a la biblioteca pudo observar la imponente figura del príncipe, el cual tenía una muy notable expresión de enfado. Dan suspiro pesado, sabiendo que las próximas 4 horas serían las más largas e insoportables de su vida.
-¿Qué haces ahí parado?- escupió con enfado esperando que se acercara.
Dan rodó los ojos, se acercó con sutileza y se sentó al lado del arrogante chico.
-¿Qué se supone que me enseñaras?- pregunto al notar un libro más grande que sus dos manos.
-Todo lo necesario para que tengas modales.
-Yo tengo modales.
-Una persona con modales no roba.
-Ugh ¿Tienes que sacar siempre ese tema? Que haya robado no significa que no tenga modales.- dijo enfadado.
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Entre Robos y Coronas
FanfictionEn unas solas palabras, toda tu vida puede ser cambiada. A algunos les toca la suerte de ser salvados de la miseria donde viven, llevando prosperidad a su pueblo. Mientras a otros los perjudican haciéndolos soportar a quien más odian. Kim Dan, el...