III

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Observó el lugar, era muy bonito, tenía todo lo necesario, aunque no vio una cocina ahí, estaba el espacio, pero por supuesto no existirían electrodomésticos tan pequeños, preparaban sus alimentos de otra manera, por la expresión que puso Jungkook cuando le comento sobre la carne, concluyó que eran vegetarianos.

La otra puerta se abrió y vio a Jungkook salir al fin del cuarto de baño, traía una bata rosa palo, muy delgada que se notaba claramente que no traía nada más debajo, trago mirando a otro lado, no iba a ser un pervertido con él, se notaba que tenia mucha confianza para salir así.

- Tengo algo de té de hojas de arándano, quieres, es bueno para calentar el cuerpo – y no debió pensar otras cosas, sus costumbres eran muy distintas a las de él y toda su colonia, debía ser mas cuidadoso.

- Cuántos hermanos tienes? – decidió preguntar para no quedarse en la nebulosa de pensamientos lujuriosos, él volteo a verlo mientras sacaba dos tacitas en forma de flores pequeñas.

- Vas a sorprenderte, tengo 100 hermanos – Taehyung se atragantó con su propia saliva ¡100!!

- Tantos?! - expresó muy sorprendido y Jungkook rió regresando con las tazas ya con el té que ofreció, se sentó en un sillón redondo frente a él.

- Si, no creas que mi padre es incorrecto, pero al ser el monarca, tiene ese don, muchos terminan siendo caballeros, la cuestión es que cualquiera pueda dar un nuevo monarca, es raro, pero siempre ha sido así, además la fecundación ocurre tan natural – Taehyung no podía imaginar a la pobre madre, 100 hijos era.. extraordinario y aterrador, probó el té y se relamió los labios listo para preguntar.

- Puedes explicarme un poco más como es, ustedes son una especie diferente a la mía, quiero conocer más de eso – la forma en como Jungkook sonrió, fue encantadora que se olvidó lo que acababa de preguntar.

- Por supuesto, entonces déjame preparar algo mas para comer, estoy seguro de que te gustará la historia.

Todos los nuevos bebés, nacían de la misma manera, después del matrimonio de ambos padres, venia la consumación, para eso, las hadas que serían las esposas, debían ser totalmente puras, solo podían entregarse una sola vez a su pareja para toda la vida, con esto en el momento que ocurría la unión, perdía cierto porcentaje de poder, ya que este iría a sus futuros hijos.

Tres días después de la consumación, debían ir al valle de lotos, y buscar el capullo que más les guste, entonces el padre besaba la punta del mismo para transmitirle esa energía, posteriormente lo llevaban a su casa para ser cuidado por 28 días, que duraría la fecundación.

Todos los capullos eran rosados, cuando esté se abría, podían recoger a su hijo o hija, para poder cuidarlos y verlos crecer.

Por esta razón era que las hadas podían enamorarse una sola vez en su vida, ya que podían entregarse una sola vez, con la magia dada por la madre, era suficiente para cinco hijos. Si alguno llegaba a entregarse antes del matrimonio o con alguien que no sería su pareja, perdía instantáneamente todo su poder, y podía ser desterrada de la colonia por desobedecer las reglas.

La edad con consentimiento para casarse, empezaba al cumplir los 18 años, desde esa edad, muchos debían encontrar alguien para pasar el resto de su vida juntos, el amor era tan intenso, que no había nada que lo rompa.

Taehyung en serio estaba fascinado de oír eso, eso significaba que el amor era puro y sincero, tan perfecto que se sintió algo mal, porque él había tenido algunas parejas, quien no quisiera que fuera tan fácil encontrar a su persona para toda la vida.

- Es sorprendente – comentó viendo la taza vacía, una brisa algo revoltosa azotó las ventanas, Jungkook se levantó para asegurar que estuvieran cerradas bien, se abrazó a si mismo viendo a la luna.

My little fairy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora