VII

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- Voy a llevarlo conmigo, el hospital de la ciudad tiene más equipos y medicina, no lo dejare morir aquí de esa manera – sus abuelos estaban de acuerdo, dos días y no mejoraba su estado, Taehyung había tenido que bañarlo, incluso ayudarlo a comer, eso no era nada bueno, y ya no iba a esperar más.

- Yo te llevaré, preparen todo, iré a comprar gasolina, estaré de regreso en 30 minutos.
Subió a la habitación, tendría que empacar sus cosas de nuevo, aunque recogería solo lo más importante, ya lo demás podía llevar otro día, pero al entrar a la habitación, no encontró a Jungkook, pero si la ventana abierta.

- Abuela, Jungkook no está!

Buscaron y buscaron por todas partes, cuando el abuelo volvió, seguía sin aparecer, no tenían idea de a donde pudo ir, al principio Taehyung no pensó claramente, pero después al ver que comenzaba a caer la tarde, una brisa fría los envolvió y miro hacia el bosque, por supuesto, dónde más podría estar.

Jungkook!

Con linternas se adentraron, cada uno ató una lana a la entrada para no perderse, iba buscando por caminos diferentes, cubrirían un poco más de terreno si iban separados, aunque Taehyung conoció uno en especial, no se detuvo mucho, solo fue directamente.

Sus pasos se apresuraron, no podía perderlo de esa manera, no sabría que hacer si él desaparecía así, como volvería a casa sin él, sentía que era una parte muy importante de su vida ahora, tenía que encontrarlo y llevarlo de regreso.

Jungkook – volvió a llamar, su linterna alumbró el bolso que olvidó la última vez que estuvo ahí, busco alrededor, hasta que lo vió, su cuerpo yacía en el suelo, desnudo – Jungkook!! Lo encontré!! – grito para avisarles, corrió a él sin ver nada más que su cuerpo, sus rodillas colisionaron en el suelo.

- Jungkook, estás aquí – murmuró levantándolo a sus piernas, estaba frío, pero se veía como si durmiera y sintió miedo, como pudo se arrastró para alcanzar el bolso y sacar la manta que ahí estaba, lo cubrió con cuidado, oyendo pasos que se acercaban.

- Hay que llevarlo a la casa! – exclamó su abuela.

Siguiendo la lana lograron salir, había sido algo complicado, como si el bosque no los quisiera dejar ir, pero una vez cruzaron el espesor del bosque, la luz de la luna los recibió y Jungkook despertó, murmuró algo mientras se acurrucaba en los brazos que lo sostenían.

- Taehyung? – cuestionó mirándolo con los ojos medios cerrados, él asintió con un gran alivio de oírlo, sus abuelos se habían adelantado.

- Soy yo.. ¿por qué estabas en el bosque? Creí que no volvería a verte, estaba asustado – su voz se quebró un poco, pero inhaló hondo, Jungkook pestañeó y miro a la luna sobre ellos, su mano yendo a la mejilla del azabache.

- Lo siento, pero si no lo hacía, habría muerto, Tae ya no soy más un hada – explicó con los ojos llorosos, tomo aire y su mandíbula tembló


- Al unirme a ti, renuncie a mis poderes de hada, ví a mi padre y no estaba feliz de oír eso, aún así me dio su bendición, pero ya no podré volver a verlo, ni a mi madre o hermanos, tome mi decisión – Taehyung se detuvo a pocos metros de llegar a la casa, viéndolo con gran sorpresa, en serio jamás habría imaginado que algo así pasaría, no parecía algo tan complejo; juntó sus frentes.

- Eres muy valiente, créeme que jamás te sentirás solo, yo estaré contigo, voy a llevarte conmigo a cualquier lugar que vaya, porque te amo y no me veo en una vida sin ti.

02:28am.

Acostó a un dormido Jungkook en la cama, siendo muy silencioso al quitarse la ropa para ponerse algo más, de seguro sus abuelos hacían lo mismo, había sido un viaje largo y aunque pudieron esperar a que amanezca, fueron sus abuelos los que insistieron en viajar esa misma noche antes de que algo más suceda.

.

La radiante luz que entraba por la ventana enorme, casi lo cegó, parpadeó un poco para acostumbrarse a la intensa luz natural, confundido alzó la cabeza examinó con la mirada el lugar desconocido ¿dónde estaba? Por supuesto la pregunta surgiría al encontrarse en un lugar totalmente  nuevo.

No recordaba los últimos detalles después de hablar brevemente con Taehyung post encontrarlo en el bosque, el dolor en su cuerpo fue un algo incómodo, pero con todo se levantó con cuidado, la cabeza le palpitaba.

Pero de eso, se sintió muy asustado, la habitación estaba vacía, a parte de él – Taehyung? – llamo en voz baja, si no fue él, quien más pudo ser, empezando a alarmarse, fue hasta la puerta, pero está se abrió antes, freno el paso y soltó un suspiro de alivio.

- Oh, estás despierto, cómo te sientes, tu- oh! – se sorprendió ante el repentino abrazo.

- Dónde estamos, creí que me habían raptado, estaba asustado – musitó frotándose en su pecho, Taehyung rió acariciando su cabello, que extrañamente ya no era blanco, si no de un ligero gris oscuro, pero sus ojos seguían iguales.

- En casa de mis abuelos, en la ciudad, te llevaré a conocer a mis padres – explicó viendo su reacción, pero él pestañeó y asintió.

- Ok, y cuando volveremos?

- Jungkook, ya no volveremos al pueblo, debí preguntarte, pero estabas muy mal, no quería que… no quiero perderte- vio sus pestañas moverse, sin expresión hasta que volvió a sonreír muy bonito, acercándose a frotar sus narices.

- Está bien, yo quiero estar donde tú estés, pero nunca he ido a una ciudad – Taehyung le rodeo la cintura y lo alzó, las piernas se ajustaron en su cintura.

- Tranquilo, te mostraré todos los lugares, no tienes que preocuparte por nada.



Sus padres miraban a Jungkook como si tuviera 6 brazos, ni siquiera disimulaban su asombro, y es que el ahora peligros llamaba mucho la atención, en especial sus ojos, oh y ni hablar de su extrema belleza de otro mundo, aunque ya no brillaba como en el bosque, pero de alguna manera aún tenía ese brillo especial.

Pero también el asombro de sus padres se debía, a la inesperada llegada de su hijo, y del nuevo “amigo” suyo, su madre parecía algo molesta, bueno ella le había dicho que no podía llevarlo, pero ahí estaba, cabe resaltaría que ella jamás aceptó que su hijo guste también de hombres, y dejaba ver su disgusto cada que tenía oportunidad.

- Taehyung, y cuando se irá tu amigo? – inquirió recibiendo la mirada de todos, incluida la de Jungkook, que se mostró confundido, giró a Taehyung.

- Mamá, él no-

- Espero que no sea mucho tiempo, está casa no es un hospedaje – apretó la mandíbula, bueno parecía que ella si seguía molesta, inhaló hondo y exhaló lento.

- Tae, dijiste que ahora viviríamos aquí – susurró un tímido Jungkook, acercándose más a su costado, comenzaba a sentirse demasiado inquieto, no le gustaba como la mujer lo miraba.

- No te preocupes, buscaré dónde quedarme, solo vine por mis cosas – y eso, la mujer no se lo espero para nada, su expresión de sorpresa fue suficiente para saberlo.

- Qué?

- Si me disculpan, iré a coger algunas cosas, vendré por lo demás en unos días – declaró agarrando a Jungkook de la mano para subir, bien podía volver con sus abuelos al pueblo y quedarse ahí con Jungkook, no le veía problema alguno.

Pero por supuesto, se sentía mal por el trato recibido, pero no dejaría que eso le afecte, volteo para ver al ex hada que estaba ayudando a guardar ropa en una de las maletas, de veía entusiasmado y contento, mientras él no salga afectado, no importaba, podía contar con el apoyo de sus abuelos.

Salir de esa casa, fue como quitarse un gran peso de encima, quizás debió irse desde antes, independizarse no sonaba tan mal ahora que tenía un compañero de aventura, mientras esperaba al taxi, atrajo a Jungkook a su lado, robándole un beso largo y profundo, casi dejándolo sin aire, y viendo sus ojos supo que todo estaría bien.

- Quieres ir por un helado? - él asintió con una sonrisa encantadora, si, no tenía que preocuparse, podía pedir la casa de sus abuelos que tenían en la ciudad, para vivir hasta encontrar algo para ellos.

My little fairy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora