VI

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Suspiro viendo los mensajes de su hermano, al parecer ya sus padres no estaban molestos y querían que regrese, apenas era un mes y una semana o más que se fue, pensó que seria mas tiempo, pero eran sus padres, iban a apoyarlo siempre, además no era como si seguir viviendo con ellos fuera a dejarlos pobres, tenían suficiente para vivir unos 100 años cómodamente.

Pero no le dio una respuesta a su hermano, no a esa cuestión en específico, pero le dijo que lo pensaría, porque aún tenía algo pendiente, algo muy importante y de lo que no podía irse dejándolo así.

No sabía nada de Jungkook desde hace 15 días, estaba algo preocupado, no quería creer que le pasó algo, o que sus padres lo encerraron, aunque eso último era lo más probable, después de todo querían que se casé con otro, esperaba que no haya sido así, porque aun esperaba volver a verlo.

Guardo el teléfono y subió al auto del abuelo, era hora de volver, estaba pensando en ir al bosque, recordaba el camino que tomaron para ir a la colonia, tenía que saber de él de alguna manera, ir era riesgoso, pero podía intentarlo.

Pero apenas llegaron a la casa, su abuela salió muy angustiada, con Lui en brazos, sus ojos rojos delatando que estuvo llorando mucho tiempo.

- Abuela, qué sucedió?! – preguntó al verla, él y su abuelo se acercaron enseguida.

- Lui, no se que tiene, creo que algo lo pico, debemos llevarlo con el veterinario.

- Sube al auto, Taehyung quédate en la casa, volveremos pronto – asintió, viéndolos irse, pobre Lui.

- Solo espero que no haya sido nada venenoso – musitó y exhaló dando la vuelta para entrar a la casa, comió algo y subió a su habitación, tomaría una siesta antes de salir.

No sabía que hora era, pero se despertó con una extraña sensación en el pecho, miró la puerta, todo seguía silencioso por lo que intuyo que sus abuelos aún no regresaban, se levantó y vio una mariposa blanca entrar por su ventana, se quedó mirándola, y no espero que ella fuera Jungkook.

Su transformación fue algo abrupta que cayó al suelo de golpe, se levantó para levantarlo, revisando que no tenga heridas o algo.

- Estás bien? Jungkook.. – el saltó a sus brazos, apretándolo con fuerza, un sollozó escapando de su boca de manera frágil.

- No quiero volver allá, Taehyung quiero quedarme contigo, por favor déjame quedarme aquí – sollozó temblando, el azabache lo sostuvo de la cintura y la espalda, confundido por sus palabras, pero no preguntó nada, lo abrazó de vuelta para calmarlo.

- Puedes quedarte – Jungkook se apartó un poco para buscar sus labios, pareciendo ansioso, sus besos siendo desordenados, yendo a sus mejillas, mandíbula, que Taehyung tuvo que apartarlo para verlo de cerca.

- Hey, tranquilo que tienes – viendo sus ojos, vio lo dilatadas que estaban sus pupilas dándole un tono negro a sus ojos púrpuras, sus mejillas rojas y respiraba agitado por la boca.

- Jungkook..

- E-ellos me dieron algo para que me acueste con él, Taehyung me obligaron a casarme, y hoy… escape cuando se descuidaron, nadie mas que tú puede tocarme, no deseo a nadie más – declaró con la voz temblándole, besó sus labios en piquitos, tratando de mantenerse en sus sentidos.

- Qué te dieron?

- N-no lo sé, pero siento que mi cuerpo me quema, y-yo.. quiero besarte y q-que me toques.

- No creo que sea correcto, no estás bien y… debería bajarte el calor con agua fría – lo cargo y fue al baño, abrió el agua y se metió bajo esta con él, el frío reprochando.

- Primero vamos a calmarnos, si – lo vio asentir, dejándose ser.

Lo saco cuando comenzó a temblar, le quitó esa bata que no cubría nada, lo envolvió en una toalla y fue a dejarlo a la cama, también debía deshacerse de su ropa mojada, se seco rápido y se puso un bóxer, regreso con él que seguía donde lo dejo.

Mientras lo secaba, no pudo evitar ver su cuerpo, era la primera vez que lo veía sin nada que lo cubra, su piel lechosa era brillante y muy suave como la seda, todo su cuerpo desprendía un olor exquisito, no se limito de dejar un beso en su hombro, la piel ajena se erizo por eso.

- Jungkook, si hacemos esto ahora, significa que nadie más podrá hacerlo, verdad? – recibió una afirmación de su parte, y quizás solo así podría ayudarlo a librarse de ese matrimonio forzado.

- Estás de acuerdo con eso.. de que sea yo? – tenía que estar seguro, estaba nervioso por alguna razón desconocida, Jungkook giro para verlo, parecía menos drogado, le cubrió la mejilla con una mano.

- Y tú, estás seguro?

- Completamente – afirmó y tuvo sus labios como respuesta afirmativa, sus manos dejaron la toalla de lado para atraerlo a su cuerpo, dejándose caer de espaldas en la cama.

Su piel brilló aún más esa noche, como si tuviera cristales incrustados, su voz recitando su nombre en un canto hipnótico, todo en él era perfecto, el ser mas precioso que pudo conocer y tener.

Taehyung se sintió afortunado esa noche de tenerlo entre sus brazos, marcando su cuerpo con cada caricia y beso, tan extasiado de saber que era el primero y que sería el único en tenerlo de esa manera tan hermosa e íntima, porque todo el tiempo fue tan surreal.

.

La forma en como lo abrazaba, aún estando dormido, le causaba un estremecimiento tan cálido, jamás creyó que estar con alguien sería tan magnífico y especial, con Jungkook que mágico, omitiendo el hecho de que era un hada, sentía todo su cuerpo con una corriente muy distinta, él en si se sentía diferente.

Todo el cuarto estaba sumido en la oscuridad, ya había anochecido, en un tranquilo silencio, solo el ligero brillo que tenía el cuerpo y cabello de Jungkook, era tan cálido.

En el silencio, pudo oír la camioneta del abuelo, tardaron mas de lo que creyó, con cuidado se soltó de los brazos ajenos, dejando una almohada en su lugar, debía decirles que Jungkook estaba ahí, antes de que los sorprenda al otro día, lo cubrió bien con las mantas y asegurándose que no se despierte, salió.

Bajó las gradas a la vez que los mayores entraban a la casa, su abuela traía a Lui envuelto en una manta, el gato estaba dormido o eso quería creer.

- Cómo les fue, Lui está bien? – interrogó acercándose a su abuela para tocar al animalito, ella suspiro con alivio.

- Un golpe, tal vez trepó el árbol y se cayó, tiene una de sus manitas fracturadas, pero estará bien, iré a dejarlo a su caja – avisó dirigiéndose a las gradas, Taehyung asintió.

- Oh, Jungkook está aquí, él se estará quedando unos días, espero no les moleste – dijo mirando a su abuelo que colgaba el abrigo grueso que usaba a diario.

- Para nada, no nos molesta que se quede – expresó mirando a su nieto, él sonrió agradecido, por eso los quería tanto.

- Gracias, iré a ver a la abuela por si necesite algo..

- No te preocupes, vuelve a tu habitación, no dejes a tu invitado solo, es de mala educación.

Haciendo caso subió de nuevo, cerro la puerta con seguro, viendo a la cama donde Jungkook seguía dormido tal como lo dejo, sonrió.

Se acostó despacio, quitando la almohada para volver a tener sus brazos, Jungkook se removió con una queja, abriendo los ojos vagamente, un puchero en sus labios – Tae – musitó buscándolo con su nariz, que él no pudo contener la risa, era tan tierno, besó su puchero, apretándolo en los brazos, sentía una felicidad desbordante – Aquí estoy, vuelve a dormir –

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Los besos en el rostro fueron los causantes de su despertar, soltando un queja ronca, se giro para seguir durmiendo, pero ahora fue el peso en su costado, y ni siquiera podía enojarse con él por no dejarlo dormir otro poco, dejo salir una risa, abriendo los ojos y girando la cabeza para verlo mejor, siendo besado de improviso.

Jungkook estaba siendo demasiado cariñoso, pero no era una queja, le gustaba mucho que sea así, rodeo su cintura y lo acostó a su lado, haciéndole cosquillas con la nariz en el cuello.

- Desde cuándo estás despierto – cuestionó aspirando su aroma natural, era como si despertara en el bosque mismo, tan refrescante y dulce; Jungkook llevo una mano a su cabello oscuro.

- Tengo hambre, pero no quiero bajar solo – por supuesto, no habían comido nada antes de dormirse, salió de su cuello volteando a ver el reloj en el velador, 8:38am, su abuelo de seguro ya se fue al pueblo, pero su abuela pudo despertarlos.

- Ok, vamos a desayunar, el desayuno es el alimento más importante del día – relató empujando las mantas con los pies, Jungkook se encogió un poco por el frío que hizo, se sentó y una mueca se trazo en su rostro, por un momento había olvidado que ellos…

- Te sientes mal? Estás rojo ¿tienes fiebre? – preguntó un Taehyung preocupado acercándose para tocarle la frente, no estaba caliente, Jungkook solo miro hacia arriba a sus ojos, sonriendo tímidamente.

- Nosotros… ahora somos esposos – mordió su labio sin poder contener la sonrisa, el azabache parpadeó sin entender los primeros segundos, pero la cayó el veinte, oh ellos habían tenido intimidad, eso solo pasaba cuando se casaban, en el mundo de Jungkook por supuesto, pero no iba a contradecirlo.

Le acarició las mejillas notando que su piel ya no era tan blanca pálida, tenía más color y aún brillaba un poco, se agachó para besar sus labios, haciéndolo reír por los besos cortos él se abrazo a su cintura.

- Esposos… eso suena bien – sonrió y le dio un beso.

- Vamos a desayunar.

Admitía que le gustaba ver el gran apetito que tenía su novio-esposo, eso era una buena señal, de seguro podrían pasar horas en el supermercado comprando para llenar el refrigerador y la alacena, eso sería bastante divertido, siempre quiso hacer algo así con su pareja.

Pensó en los agradables paseos que podrían tener en las calles de la ciudad, las visitas a las diferentes cafeterías, citas nocturnas, salidas al cine o algunas fiestas, se imaginó a ambos yendo de compras al centro comercial, probarse ropa juntos.

La sola idea de imaginar un futuro junto a Jungkook, sonaba bastante agradable, muy exquisita, verlo todos los días al despertar, lejos de ahí.

Miro a Jungkook que terminaba de comer, sus ojos se encontraron y le dio una encantadora sonrisa, sonrió también y exhaló pensando en que en unos volvería a la casa de sus padres, iría al pueblo para llamarlos y decirles, pero solo recién tomaba en cuenta a Jungkook.

Si se iba ¿Qué pasaría con él?

- Tengo algo? – ladeó la cabeza.

- Eh?

- Que si tengo algo, me miras como si tuviera algo – pestañeó cayendo en cuenta que se había quedado mirándolo demasiado.

- Oh, no es eso, solo pensaba en lo bonito que eres, soy muy feliz de tener un esposo así de hermoso – se sonrojo.

- De verdad – asintió levantándose de la silla para ir con él, cogiendo sus manos, Jungkook se puso de pie.

- Por supuesto.

Después del almuerzo, fueron con la abuela al pueblo a comprar algunas cosas que ya se habían terminado, por supuesto se llevó a Jungkook con ellos para que conozca un poco más, aunque fue una gran distracción para todos los habitantes y también muy llamativo ya que nunca antes lo habían visto.

Y Taehyung tal vez se puso algo celoso al ver cómo varios se acercaban para hablarle, no sabía con que intenciones, no muchos podían ser buenos, al menos al ver tal belleza e ingenuidad, sería fácil aprovecharse de él.

Habló con sus padres, explicándoles como estaban las cosas con los abuelos, porque claro que preguntarían, les contó lo de Lui, sobre la tienda, y claro, no podía faltar su corta y breve historia de amor con el bonito chico que estaba a unos metros platicando con unos niños.

Traerlo? Apenas lo conoces hace unas semanas, no sabemos que clase de persona es, es muy precipitado – alegó su madre y no podía tener mas razón, ni siquiera él confiaría tanto como para llevar a alguien que acababa de conocer, a vivir con él, pero Jungkook era diferente, lo sabia y estaba seguro de eso, pero sus padres no pensaban lo mismo.

Terminó la larga llamada, no definió una fecha segura para volver, solo dijo algo como “estaré de regreso muy pronto, yo les avisaré” observó al rubio a unos metros y exhaló, no iba a ser fácil.

...

Sentado en el pórtico de la casa, observaba como su abuelo le enseñaba a Jungkook como volar una cometa en forma de pájaro, se veían tan animados y llenos de energía, a pesar de que, esos días notaba a Jungkook algo agitado y no sabía si era su imaginación, pero se veía algo pálido, pálido de enfermo, aún así siempre estaba muy animado.

Su abuela se sentó a su lado dejando la jarra de fresca limonada y exhaló viendo el cielo despejado, era un día grandioso, muy vivo, el sol no podía estar mas radiante, miró al frente y después a su nieto que tenía la mirada algo perdida.

- Sucede algo? Te notas algo preocupado – inquirió con su característica amable de siempre, él resopló bajando a ver sus manos colgando de sus rodillas.

- Volveré a la ciudad en unos días, hablé con papá y mamá, ya no están molestos, pero… - su ceño se frunció, y ella asintió entendiendo enseguida.

- Pero no sabes que pasará con Jungkook ¿cierto? Les contaste sobre él? – asintió con la cabeza.

- No les pareció bien que lo lleve, pero no puedo dejarlo, abuela como podría hacerlo después de lo que él… - no podía decirle lo que paso, apretó la mandíbula y miro a un lado de ella, el bosque, no podía dejarlo ahí.

- Y ya le dijiste a Jungkook que te irás – no y eso era un problema, no sabía que hacer, pero no quería culparse o culparlo, las cosas se dieron y no se arrepentía en lo absoluto de eso, tenia que encontrar la manera.

Se cogió la cabeza, tratando de aclarar la mente, pero el jadeo de su abuela y un golpe hizo que mire de nuevo a donde Jungkook y su abuelo estaban, pero entonces vio a Jungkook en el suelo, inmóvil – Jungkook – musitó levantándose para correr.

Tenía una mueca de dolor, lo volteó enseguida para cargarlo, viendo sus rodillas lastimadas y un lado de su rostro, había sido una caída dura, miró a sus abuelos.

- Qué paso?

- No sé, estaba bien y de pronto se cayó – explicó su abuelo viéndose igual de confundido, quizás se tropezó, el lugar estaba lleno de tierra, hierba y piedras, pudo ser cualquier cosa, se puso de pie con él en sus brazos para llevarlo a la casa.

Por la noche, solo empeoró, tenía temperatura alta, que llegaba al punto de hacerlo delirar, balbuceaba cosas, no podía dormir por más que quisiera, Taehyung ya no sabía que hacer, con su abuela le dieron un medicamento para que la fiebre baje, pero no funcionó, aunque había aliviado un poco su malestar.

Se quedó despierto toda la noche con él, hablándole de cualquier cosa, buscando la forma en que pueda dormir, no sabía que le pasaba de repente cuando había estado bien.

My little fairy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora