Cuatro

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Mierda, mierda, mierda!

Levanta la mirada y ahí está, cinco meses habían transcurrido desde el día que lo encontró en ese sitio y nunca regresó a verlo.

Siendo sinceros moría por volver y verlo asi fuera de lejos pero nunca encontró una justificación para haber hecho lo que hizo, ¿que habrá pensado él  de que hubiese sido específicamente a él por quien pedía por sus servicios?

Y lo pensó más de una vez pero nunca tomó la decisión.

—Pido disculpas por un momento.

Se levanta de la sala del tribunal a prisa y cuando ingresa al baño del corredor de la sala del edificio, levanta su toga por encima de su cabeza, el sofoco haciendo su parte.

Toma agua entre sus manos y enjuga su rostro para luego mirarse al espejo.

Maldición!

No sabe ni que pensar, a medias había leído el caso, violencia intrafamiliar pero...¿acaso?. Debía ser un total inepto para no haber hecho las cosas correctamente.

Solo había una solución y muy cobarde por cierto.

¡La audiencia queda pospuesta!

Anunciando que el juez de repente se sentía mal no habiendo más remedio que posponer la fecha.

En efecto se sintió mal por tomar esa decisión tan poco profesional, aún así....

—Señorita tráigame el archivo del caso Jeon por favor.

Encerrado en su oficina no quiere darle tanto pensamiento a su acción un tanto cobarde, al contrario de ello se justifica en querer hacer lo mejor para el caso y lo mejor para ello era leerlo como debía.

Una vez lo tiene en sus manos se encierra de nuevo pero los nervios se lo comen vivo, su manos sudan, tiembla la carpeta a punto de caer en ellas y se siente tan tonto, no entiende como algo que desconoce lo afecta tanto.

Algo que desconoce pero es de Jeon Jungkook, el amor de su vida.

Algo que desconoce pero es de Jeon Jungkook, el amor de su vida

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—Señor.

Recibe el correo que había llegado esa mañana.

Sin molestarse demasiado ojea por encima hasta que uno en especifico llama su atención.

88, Galmae-ro, Sejong-si, 30119

Escrito en el  sobre una dirección que no conoce, lo abre y sus ojos se dilatan hasta cortar la respiración.

DOS VECES!!

Dos veces lo había dejado mirando para el techo y ahora ¿le envía una dirección y un numero?. No niega que cuando vio el nombre del juez asignado se congeló porque qué maldita coincidencia.

EL CHICO QUE SOLIA GUSTARME- JJK&KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora