Siete

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Sucio.

Esa era mas que todo la sensación que tenia, Jungkook jamas se había avergonzado de su cuerpo pero luego de que el mismo se exigiera complacer a esta persona no podía tener otra diferente a esa porque le avergonzaba su capacidad obligarse a cumplirle a la mujer algo que él en su conciencia no deseaba, entonces en ese momento si que podía decir que su cuerpo le avergonzaba, dejarse acariciar, besar y usar por una boca y unas manos que él no anhelaba era demasiado.

—Puedo decir que con los años te ves muchísimo mejor.

Y que decir de la mirada de la mujer sobre él, ¿era posible que una sola mirada causara un efecto vomitivo? .

En el caso de Jungkook si.

Hace caso omiso del comentario y se viste bajo la mirada escrutadora de la mujer luego de haberse dado un tercer baño en el dia y que si no fuera porque una de sus condiciones para ser usado era que debía ser cosa de una vez la mujer ya estaría encima pidiendo mas.

—¿Puedo volver?

Ni siquiera hacia falta que aclarara a que se refería pues eran la única cosa que hacia en la noche bajo su consentimiento desde luego pero tras haberse dado cuenta del pobre intento de demanda de su joven esposo esas salidas habían quedado fuera del panorama.

Se pregunta que haria la mujer si se enterara que el lugar al que supuestamente iba en las noches no era exactamente un taller de alfarería pues una vez era dejado allí Min Yoongi su incondicional amigo y dueño del taller lo encubría mientras iba al bar a bailar por un poco de dinero y de peso en peso iba ahorrando para escapar algún día con su hermanita lejos, muy lejos donde tal vez el poder y el dinero de esa mujer no los alcanzara y mucho menos sus padres.

Ahora, en el día si podía salir de la casa siempre y cuando fuera con un guardaespaldas, llamara antes y avisara en que sitio estaría,   por eso ese día que salió a encontrarse con Taehyung en el café no fue problema simplemente decirle a quien lo vigilaba que iba a tomar algo  y solo pudo bajar del auto cuando luego de haber recibido el consentimiento por celular de la mujer el guardaespaldas asintió y lo espero en el automóvil.

Veinte minutos exactamente le había dado para ir, por eso fue incomodo cuando Taehyung en el momento le pregunto que si se podía quedar mas rato y el simplemente le dijo que no le apetecía.

Le dolió por supuesto,  el rostro de Taehyung de decepción no fue mayor que el propio por hacerlo sentir nuevamente ignorado y rechazado, aunque las circunstancias eran diferentes  debía mantenerlo a raya y así como en el colegio cuando en mas de una ocasión hizo de tripas corazón para alejarlo ignorándolo ahora debía hacer lo mismo para mantenerlo...vivo.

—No, cada vez me demuestras mas que no puedo confiar en ti.

—Y tu cada vez me demuestras mas lo arpía que eres.

No insistió, sabia que era perder el tiempo.

Sale de la habitación con el acostumbrado sabor amargo en su boca y la sensación de que la vida solo es justa y buena con unos cuantos y se pregunta que tendría que hacer para obtener un poco de esa bondad del universo pues el nunca se considero un mal ser humano pero este se empeñaba en demostrarle que obrar bien simplemente no funcionaba, creyó que haber sacrificado ese amor de juventud, que haberse sacrificado para no acusar a Momo de mentirosa, que haber sacrificado su libertad por el bienestar de su hermanita valdría algo para el universo.

Que equivocado estaba. 

Se encierra de nuevo en su mundo, en su paz, en el único lugar que disfrutaba estar, tiene todo lo necesario, laminas, pintura, arcilla, torno, llaves, vidrio....¿que mas le faltaba?

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⏰ Última actualización: May 17 ⏰

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EL CHICO QUE SOLIA GUSTARME- JJK&KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora