Capitulo 11: Asalto a la Torre Lavanda

47 5 2
                                    


La luz se filtraba por las ventanas de la torre lavanda, proyectando sombras alargadas de las lápidas a medida que el sol se asomaba por entre ellas. Ocasionalmente, estas sombras se expandían y envolvían la habitación en una oscuridad monótona y engañosa cuando una nube cruzaba frente al sol. A pesar del ambiente tétrico, dos jóvenes aguardaban en silencio, observándose mutuamente.

El primero era Floren Oak, nieto del Profesor Oak, quien apoyaba la espalda en un pilar de la torre, observando con evidente duda en su rostro a su compañero de equipo. Este joven, con un rostro serio, estaba vestido únicamente con pantalones y una gabardina para protegerse del frío, sentado sobre una lápida con un Furret enrollado sobre sus piernas de manera reconfortante.

"No lo entiendo", pensó Floren, manteniendo silencio mientras observaba al chico frente a él. "He tenido todo lo que Rojo ha tenido, tal vez incluso más, y aún así, me he visto superado". Su mirada se desvió hacia el Furret recostado en el regazo, pensando en que si su compañero no estuviera encubierto, tendría un Crobat y un Houndoom a su lado. "Sé que por eso intenté buscar otra forma, e incluso si he avanzado más que nunca antes... Sigo sin entender la naturaleza de esta mejora, o tal vez de la persona que la ejemplifica".

Al principio, pensó que debido a las dificultades, algunos Rockets se rezagaban mientras otros se fortalecían y ascendían. Aunque esto parecía ser parte de la verdad, no lo era totalmente, ya que incluso con las mismas dificultades, se había encontrado con alguien que una vez más lo superaba. Esto resultaba frustrante al principio, pero le daba la sensación de que ese chico era la clave para superar a su rival. Aunque si su instinto estaba en lo correcto, este chico podría convertirse en otro obstáculo a superar.

Las miradas se encontraron en medio de los pensamientos de Floren, y el Rocket frente a él fue el primero en hablar. "¿Ocurre algo, Floren?" Floren chasqueó la lengua; desde hacía un tiempo, nadie más que Bill lo había llamado así.

"Eres el único Ro- tipo que me llama así, ¿lo sabes, no?" Por poco se le escapaba el secreto de su compañero, a lo que, fingiendo que no pasó, añadió: "Llámame Azul como todo el resto, de todos modos, me queda mejor que un nombre tan floral..."

El Rocket encubierto asintió; Azul lo supo en el momento en que lo vio sentarse sobre una tumba sin dudar. Este chico carecía de todo tipo de sentido común. "¿Ocurre algo, Azul?" Corrigió, a lo que Azul suspiró resignado.

"Simplemente me preguntaba cómo terminaste siendo un... ya sabes", dijo Azul, evitando cometer el mismo error, mientras señalaba el lugar donde estaba un broche de una R roja, el indicativo que lo diferenciaba como infiltrado Rocket, algo que su compañero, extrañamente, comprendió. "Fuera de la cara, no tienes lo que pareciera ser necesario para este trabajo".

El chico observó el broche pensativo y asintió, mostrando una leve impresión de dudas en su rostro. "Yo tampoco lo entiendo mucho... Tan solo me uní, y ya", admitió. Acarició a su Furret, no sin antes levantar un poco las comisuras de sus labios en un intento de sonrisa. "Me dieron tres Pokémones, peleamos juntos y ya".

Azul observó con ciertas dudas, sintiéndose exasperado al no obtener una respuesta clara. "Sin embargo, no eres alguien casual. Tienes Pokémones muy fuertes, y no eres del tipo de persona que simplemente se aventura a pelear. ¿Tal vez este no es tu primer trabajo peleando con Pokémones?" Lo que Azul esperaba era una historia trágica, algo que hubiera forzado al chico a fortalecer a sus Pokémones, pero la respuesta que recibió lo tomó por sorpresa.

"Nunca había tenido o visto un Pokémon de cerca", admitió el chico, asintiendo con la cabeza. "Mi primer Pokémon fue un Zubat, y desde entonces, me ha acompañado". A Azul no le cuadraba en la cabeza cómo alguien con su primer Pokémon, de manera aislada, ahora fuera dueño de un Crobat tan poderoso. Siendo un Crobat de por sí un Pokémon fuerte, eso no explicaba la diferencia de fuerza. Sin embargo, lo siguiente que dijo el Rocket le detuvo todo pensamiento. "Con él aprendí todo lo que sé sobre los Pokémones".

[Archivos Rocket]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora