Al cabo de unos días a mi madre le dieron el alta del hospital y por ende a mí también y aunque mi madre no quería saber nada de mí y por eso no fui con ella a casa si fui con mi padre que a pesar de no tener su casa adaptada al 100% para mí y casi no tenía cosas para cuidarme, sin contar la localización de aquella casa, mi nueva casa, la cual como era de esperar se encontraba en el peor barrio de la ciudad, lleno de gente que traficaba y también pertenecía a la mafia del capo del narcotraficante más conocido, pero respetado del momento, Samuel, pero fue cuestión de tiempo y también gracias a mis abuelos que esa casa quedó llena de cosas para cuidarme de la mejor manera posible, mi padre y mis abuelos también compraron ropa, muuuuuucha ropa y juguetes, pero creo que eso fue más porque les hacía ilusión.
No vamos a mentir, mi padre tenía miedo, ATERRADO, porque una cosa es un niño humano, el cual él jamás cuidó ninguno, y otra era cuidar un niño monstruo, que sí, cuido a alguno, incluyendo al que era mi tío, pero ¿UN NIÑO HÍBRIDO? ¿Cómo se supone que debía cuidar de mí? Yo no era ni humana ni monstruo y él no sabía cuanta parte había heredado de cada raza y le daba miedo que a causa de esa diferencia genética y biológica yo me hiciera polvo por no poder hacer funciones vitales correspondientes de cada raza, era una situación complicada, pero con el apoyo de los abuelos e investigar mucho sobre el tema sobrellevaba la situación, creo que para mi padre fue un alivio que yo no llorara tanto, según él yo era una niña muy tranquila, que solo lloraba cuando tenía hambre o cuando se me tenía que cambiar.Quizás un mes después o dos de yo haber nacido, los que son conocidos como los “Bad Guys” me conocieron, fueron de imprevisto a ver a mi padre, yo sé que al tío Nightmare le gusta nuestro Au porque desprende bastantes sentimientos negativos a causa de toda esa criminalidad, pero bueno, quizás ese día él tenía que hablar con papá sobre algo junto a los demás aunque no lo sé con certeza, obvio ¿no?
— ¡Oye Dust, importante! —
Dust bajaba las escaleras de su casa con gran rapidez, sabía que su jefe estaba ahí, junto a sus compañeros…
— ¡SHHHHH! Baja la voz — decía susurrando, estaba claro que se veía cansado, era cierto que su pequeña casi no lloraba, pero se preocupaba tanto que pasaba las noches en vela comprobando que su bebé aún respiraba.
— ¿Y a ti que te picó idiota? —
en ese momento que el llanto de un bebé se hizo presente por el lugar, parece que alguien se había despertado y no de muy buen humor
— ¿Qué mierda? Dust ¿qué cojones? ¿Ahora secuestras niños? Sabía que estabas loco, pero ¿tanto? Que retorcido de tu parte —
— Cállate Horror… — aquel esqueleto encapuchado se disponía a subir nuevamente las escaleras de manera pesada debido al cansancio producido en ese tiempo.
— ¿Qué? A ver pedazo de mierda, contesta, porque en tu casa se escuchan llantos de un ¿bebe? ¿Qué te traes entre manos Dust? Contesta —
— jefe… si me dejas ir… luego les explico —
— ¿Mataste a la madre de la criatura y te sentiste mal? Ja penoso —
— No, No es eso Killer — Sin que ninguno de los demás contestara, Dust fue al piso de arriba, rápidamente ceso aquel llanto, al volver Nightmare, Horror y Killer casi se les va la mandíbula al suelo, era la escena más extraña del planeta, más sabiendo a quién nos referimos, era Dust, cargando a una bebé en brazos, una bebé de pequeño tamaño, pero ante los ojos de su padre la niña más linda que vieron sus ojos, ante los ojos de los demás una “cosa” rara o la hija de alguna otra persona.
— Ehhhhhh ¿Dust? ¿Qué mierda haces con esa cría? —
— AHHHHHH JEFE, DUST SI SE VOLVIÓ LOCO HASTA EL FINAL, AHORA SECUESTRA NIÑOS AHHHHHH —
— ¡CÁLLATE KILLER! Dust, habla, ¡Ahora! —
Luego de un suspiro largo por parte del encapuchado, este decidió soltar aquella noticia rápido, era lo más fácil y lo mejor, porque a su jefe no le gustaba la gente que daba tantas vueltas a los temas.
— Es mi hija — BOOM, la cara de los tres huéspedes de Dust no daba crédito, no sabían ni como articular palabra, ese loco con una bebé a cargo? Era imposible, no podía ser.
— ¿Perdón? —
— Que es mi hija, ¿lo escuchaste bien, cabeza hueca? —
— Anda Dust, tomate una pastilla antipsicótica o algo, ¿cómo va a ser tu hija? Eres un asesino a sangre fría, como vas a tener una cría a tu cargo —
— Esa cosa es humana, tú no, tienes 2 minutos para explicarte Dust —
— A mí no me pagan por mentir y sí, si es mi hija, aunque se vea humana — la pequeña estaba completamente despierta, seguramente esperando a que se le diera de comer, fue en aquel instante cuando aquella criatura centro su mirada hacia aquellos tres sujetos que estaban en su casa y los que seguramente acabaran siendo sus tíos, ellos miraban a la bebé encuriosidos, pues era curioso los ojos de ella, la prueba que ella era una híbrida…
— Noooooo, ¿en serio? Ayyyy mira qué ojitos… —
— No jodas… —
— Dust… es en serio? De asesino a cambia pañales, decepcionante, te jodiste la vida —
— De hecho no… de hecho me acabo de arreglar gran parte de mi vida… —
— ¿Vas a dejar el grupo? —
—¿qué? Noooo, no voy a dejar el grupo, no digas tonterías Killer —
Fue una tarde algo larga, mucho parloteo para ponerlos al día y todo lo sucedido, obviamente mi llegada no fue lo más deseado de este siglo, pero sorprendentemente fui bastante “bien” recibida, más o menos, pero hey, ni tan mal, el tío Killer fue el primero en encariñarse conmigo, luego el tío horror el cual termino siendo mi padrino (no sé cómo la verdad, pero eso es otro tema) y bueno, el tío Nightmare no lo admite y jamás lo hará, pero sé que me quiere, yo lo sé, al tiempo se enteraron mi tío Error y pues también el tío cross.Era increíble como pasaba el tiempo, habían pasado ya 2 años desde que llegue al mundo, vivía con mi padre, veía a mis abuelos y pasaba el rato con ellos o simplemente me cuidaban cuando papá trabajaba de noche, no fue hasta aquel día, aquel maldito día que mi vida se fue a la mierda, que mi vida pasó de ser feliz a ser un jodido infierno… quien sabe por qué, pero un día apareció mi madre, la que no quería saber de mi existencia, ella… había terminado sus estudios y empezó su empresa de biomedicina y sí, comencé a pasar tiempo con ella, mis abuelos aún no se jubilaban y pues obviamente trabajaban y la que quedaba era mi madre. Supuestamente, ella solo me cuidaría ocasionalmente, pero acabé pasando 15 días con ella y 15 días con mi padre, como una especie de custodia compartida. Mamá no era cariñosa, era todo lo contrario, era distante, fría… jamás sentí esa sensación de amor por parte de mi madre, le empecé a tener miedo… tenía tres años cuando una noche tuve una pesadilla, mamá se despertó y fue a mi cuarto, cualquiera pensaría que fue para consolarme, pero no fue así, me mandó a callar con un fuerte golpe y cuando comencé a llorar ella seguía diciendo “o te callas o te callo yo” efectivamente, me callo ella, mandándome al peor lugar de su casa, el sótano, una cría de tres años en un sótano, sola, oyendo a la que era su madre decir “Pobre de ti como sigas llorando, porque te mando a la calle. La rección de la mujer que era mi madre fue muy dura porque yo apenas empezaba a comprender el mundo o simplemente a vivirlo y aquella experiencia fue la primera de muchas otras cosas que hacía ella, tenía miedo, miedo de ser tratada por otros de la misma manera que con ella.
Fue cuando cumplí los 4 años que yo empecé a ser más reservada, era cierto que yo no era la niña más inquieta del mundo, pero era una cría con ganas de jugar, pero eso cambió, bajo palabras de mi padre él notaba algo raro, él ya estaba preparado mentalmente para aguantar mis berrinches o pataletas cuando fuéramos a alguna juguetería o simplemente a comprar, pero esas pataletas jamás llegaron, para mí era aterrador el simple hecho de pedir algo, a mi madre le pedía yo algo y me lo tiraba o se enojaba por molestarla así que termine asociando su actitud con la posible reacción de todos. Un día volviendo de la escuela infantil vi un peluche de un unicornio con monóculo y mostacho y fue inevitable no quedarme observando aquel peluche a través del vidrio de la juguetería, papá se dio cuenta de eso y rápidamente me pregunto “¿lo quieres?”, lo mire, pero negué con la cabeza y seguí caminando, creo que ya se imaginan la cara de mi padre al ver esa acción y más porque estaba preguntándome si lo quería, me lo iba a comprar, pero me negué… Al día siguiente él fue a recogerme de la escuela y adivina, me compró el peluche, quizás sabía que en el fondo yo lo quería, pero no sabía por qué dije que no.El tiempo pasaba y empecé a amar pasar tiempo con mi padre y me horrorizaba la idea de saber que cada 15 días estaría con mi madre, la persona que me odiaba, me golpeaba e insultaba, crecí sin saber por qué era así conmigo, sin saber si había hecho algo mal y dolía… dolía más porque daba miedo hablar, decir que pasaba, a fin de cuentas era una cría, no sabía absolutamente nada del mundo o la vida misma y la persona que tenía la figura materna, la figura que es asociada al cuidado y cariño no lo hacía. Fue cosa de tiempo que mi padre se diera cuenta de que algo andaba mal, siempre que volvía de casa de mi madre volvía con golpes nuevos o con marcas que se habían curado, pero volvían a estar marcadas, decidí mentirle, decirle que solía jugar muy brusco con mis compañeros de clase, pero a quien vamos a mentir, una niña de seis años es imposible que sepa disimular, más algo como eso. Las noches eran mi tortura, cada noche tenía pesadillas con mi madre golpeándome e insultándome y por eso mi padre se levantaba siempre a consolarme, con amor, paciencia y con toda la calma del mundo, la verdad no sé cómo porque sabemos como es… ese hecho es algo que le han achacado siempre, solían y suelen decirle “tienes a la niña malacostumbrada, no puede dormir contigo siempre” pero eran solo ignorantes, papá realmente trataba de que no acostumbre a dormir con él y era ese el motivo por el que solía acompañarme durante la noche contándome cuentos, cantándome nanas, contando ovejas hasta que me durmiera y pues él acababa tan cansado que se quedaba dormido en mi habitación conmigo creo que por ese motivo busco otra alternativa, empezó a ponerme una luz quitamiedos en mi habitación, de esa manera si yo me despertaba no estaría a oscuras y no tendría miedo ni los recuerdos terribles de mi madre…
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Psycho love: Aquí empieza todo
Fiksi Penggemar⚠️𝕌𝕟𝕕𝕖𝕣𝕥𝕒𝕝𝕖 𝔸𝕦: 𝕠𝕣𝕚𝕘𝕚𝕟𝕒𝕝⚠️ Locura, amor, traición, ese fue el inicio de esta historia. Hija de un esqueleto asesino carente de cordura y una joven de 20 años capaz de apartar del medio a su mejor amiga para tener lo que quisiera...