𝓬𝓸𝓷𝓯𝓮𝓼𝓲𝓸́𝓷 𝓲𝓷𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓭𝓪

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-Puedes dejar de reírte de mí y de mis desgracias - menciona Carlos, algo enfadado.

Sergio se estaba removiendo en su lugar, muriéndose de risa. Ambos habían llegado al Paddock bastante temprano, ya que habían quedado para desayunar juntos.

-Perdona, pero no puedo creer que Pierre se pusiera celoso. Es que también tú quien te manda a invitar a Yuki - menciona Sergio, aún riéndose de Carlos.

-No me quedaba de otra, no quería ir solo. Y si te invitaba a ti, me iría aún peor - Carlos seguía algo avergonzado.

-Y lo peor que pudiste hacer fue llevarle flores y enfrente de Pierre.

-No pensé que Pierre lo tomaría de otra manera. Qué iba a saber yo que ellos eran pareja.

-Pues estás ciego, Carlos, claramente es súper obvio - menciona Sergio, como si fuera la cosa más evidente del mundo.

-Tú y Max, al igual que con Lewis, parecen pareja y no lo son.

-Claro que no, sólo somos mejores amigos y ya, no hay nada más detrás - Sergio sabía que eso sonaba como la peor mentira del mundo.

-Ni tú te crees eso - menciona con una leve risa sarcástica.

-Pero estamos hablando de ti, no de mí.

Sergio diría cualquier cosa solamente para poder safarse de esa conversación. Aquellos sentimientos estaban siendo un problema para él.

-No, Sergio, no intentes evitar este tema, te conozco - menciona Carlos. Era demasiado obvio.

-No me estoy intentando evitar el tema, solo no es el tema de conversación.

-Entonces el tema de conversación es reirte de mí - menciona Carlos, cruzando los brazos.

-Pues claro, pudiste invitar a cualquier persona, incluso a alguien cualquiera.

-Estaba desesperado y Yuki apareció en mi camino, así que no es mi culpa.

-Sí, claro, es culpa del destino jajaja. ¿Has hablado con Charles? - pregunta Sergio, con un tono curioso.

-No, no he hablado con él - menciona Carlos, tomando un gran bocado de su ensalada.

-Te invitó a salir hoy, ¿qué dices?

-Eh, está bien. ¿A dónde?

-He, no sé, a donde sea, para que te olvides de todo y de todos.

-Gracias, Sergio, eres el mejor amigo que he tenido - pasa sus brazos sobre la mesa para poder abrazar a Sergio.

-Tú siempre me apoyas en mis locuras, hoy es mi turno - menciona Sergio, aceptando el abrazo.

-¿Siempre seremos amigos? - para Sergio eso sonó en un tono melancólico.

-El destino siempre nos prepara cosas, pero te juro que siempre seremos amigos.

Y ahí quedaba un juramento que ambos pilotos estaban dispuestos a cumplir, a pesar de todo.

Para Carlos, Sergio no sólo era su mejor amigo, sino también un hermano.

Y para Sergio, Carlos significaba un miembro más de su familia, uno con el que quería pasar el resto de sus días a su lado como un hermano de sangre.

Ambos se conocían desde sus ingresos a la F1 y como habla hispanos, había sido relativamente fácil convertirse en mejores amigos. Ambos tenían un gran vínculo que sería uno de los más difíciles o imposibles de romper, nadie lo podría lograr nunca.

Ambos sabían mucho del uno y del otro. Cada uno había sido el confidente del otro. Carlos siempre había apoyado a Sergio en todo, incluyendo sus locuras, y al igual, Sergio había apoyado a Carlos en absolutamente todo.

Ligth Dark|F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora