Desde que llegaste a este nuevo trabajo, habías estado enfrentando desafíos cada vez más intensos. Los días se transformaban en semanas y aunque tratabas de mantenerte enfocada en tu trabajo, la creciente sensación de paranoia y miedo seguía consumiendo cada aspecto de tu vida. Cada vez que mirabas a tu alrededor, sentías que algo o alguien te observaba desde las sombras.
Tony intentaba acercarse a ti, preocupado por tu bienestar, pero comenzaste a rechazar su compañía. No querías que nadie te tocara ni hablara contigo, convencida de que debías enfrentar este misterio sola. La presencia de cualquier otra persona solo aumentaba tu ansiedad y enojo; y es por eso que preferías mantenerte aislada.
-¿Estás bien?.-preguntó Tony una mañana mientras estabas en patrullaje revisando informes aún en movimiento.
-Estoy bien.-respondiste de manera cortante, evitando el contacto visual.-Solo necesito espacio para concentrarme.-
Tony asintió, aunque su preocupación era evidente.
-Si necesitas hablar, estoy aquí.-volvió a proponerte, su indiferencia le dolía; puesto que le agradabas.
Demasiado.
-Gracias, Tony.-dijiste, intentando no sonar demasiado brusca.-Pero realmente, estoy bien.-
-¿Qué tal el sendero este año?.-te preguntó un visitante acercándose a ustedes, un anciano con rostro agradable, una pacita dulce y gentil diría tú yo anterior, pero la actual solo trato de mostrar un rostro forzado, el señor señalo un mapa del parque sonriéndote con los ojos cerrados y su bigote sonriente.
-Está en buenas condiciones.-respondiste, tratando de sonar entusiasta.-Solo asegúrese de mantenerse en los caminos marcados y respetar la vida silvestre.-
Otro visitante se acercó con una cámara en la mano.
-¿Es seguro caminar solo por los senderos? He oído algunos rumores sobre ataques de animales.-
-Es seguro.-dijiste, aunque tu voz temblaba un poco.-Pero siempre es mejor ir en grupo. Y si ve algo sospechoso, por favor, infórmelo de inmediato.-
Otro visitante te hizo la misma pregunta y con un solo "si" fue suficiente para que se alejara, sus preguntas comenzaban a irritarte.
Pero quien lo pagaría fue otro.
Tony también trataba de hablar contigo, pero cada intento era en vano.
-¿Estás segura de que no necesitas ayuda?.-te preguntó de nuevo, la preocupación era evidente en su rostro.
-¡No necesito tu ayuda Anthony!.-gritaste, perdiendo los estribos.-¡Puedo manejar esto sola!.-
Tony se quedó paralizado, con el dolor y la sorpresa reflejados en su rostro.
-S-solo quiero asegurarme de que estás bien...-dijo en voz baja, antes de alejarse decaído.
El suspiro saliendo de ti garganta, miraste la dirección en la que se fue sintiéndote algo mal por cómo lo tratabas.
Solo era un joven chico intentando ayudarte al ver lo mierda que estabas hecha.
Pensaste que todo cambiaría y volverías a tener esa chispa que te caracterizaba.
Sin embargo, mientras los días pasaban, la situación empeoraba. Comenzaron a aparecer más huellas y rasguños alrededor de tu cabaña. Las marcas eran profundas y claramente hechas por algo con fuerza considerable. Cada vez que descubrías una nueva marca, el miedo y la confusión se intensificaban. Intentabas buscar algún inicio, ponías trampas o cámaras pero simplemente ninguna opción tenía éxito.
ESTÁS LEYENDO
Lo Prohibido Es Tentador. ||Depredador||
FanfictionDos seres que se conocieron una noche por "simple" casualidad. Ambos con diferentes objetivos. Uno, dejar de ser un joven sangrado y convertirse en un guerrero respetado y admirado en su clan. La otra, dejar de ser un guardia de centro comercial y...