El Socio De Papá

capítulo veinticuatro.

Todos en la misma mesa hablando y comiendo como si nada pasara, mejor dicho yo disimulando que nada ha pasado, pero por dentro queriendo llorar y preguntándome, porque la trajo en este día el cual es muy importante para mí. Kiara notaba mi frustración y sobre todo mis ganas de llorar, pero simplemente sonreía para disimular.

Jungkook comenzó a hablar cosas de cuando era algo pequeña, lo que me pareció totalmente estúpido.

— Mi pequeña no tan pequeña ha crecido — hablo mi papá.

— ¿Recuerdas cuando comenzó a llorar porque sin querer le rompí su tazita favorita? — hablo jungkook.

Y como olvidarlo si aquel día lloré como magdalena ya que aquella taza era mi favorita, la cuál Nana me había regalado.

— Definitivamente tn era una dulzura y lo sigue siendo — hablo Susan.

Solo sonreí.

Los minutos pasaron hasta que finalmente todos los presentes cantaron feliz cumpleaños, cosa que me hizo poner alegre, pero sólo un poco.

—  No te olvides pedir los deseos amiga— hablo Kiara.

— Lo se, tranquila.

Antes de soplar las velitas mi mirada se dirigió a jungkook, quien me observaba un tanto decaído.

Las velas fueron apagadas.

— ¿Que has pedido? Preguntó Kiara.

— Nada — me rei simplemente — no necesito nada.

Todos rieron con eso, pero yo iba comentar algo ya que hace días le dije a jungkook que está noche daría un pequeño anuncio o noticia, llamenlo como quieran, la cosa es que los exámenes anteriores los aprove todos y he recibido una beca para estudiar díseño en unas de las mejores academias de Estados Unidos. Kiara era la única que sabía dicha noticia ya que quería que todos lo supieran está noche, la cual es muy especial para mí.

— ¿Podría decir algo?— hable.

Todos asintieron cuando en eso el timbre de nuestra casa sonó.

— Yo voy dijo Kiara.

Mi papá y Susan bebían mientras hablaban, desde lejos se les veía aquel amor tan hermoso que ambos tienen. Jungkook y Samantha, ellos simplemente estaban en su mundo ya que ella solo acariciaba su mano mientras que el no quitaba su vista de mi.

— Tn ha llegado esto para ti.

Mi padre quedó totalmente sorprendido ante aquel regalo ya que era un ramo de rosas eternas, son rosas que duran para siempre obviamente mientras las cuides, el color era perfecto ya que eran rojas, una nota fue lo que pude ver y rápidamente me dirigí a leer.

Lamento no poder haber ido está noche a tu cena de cumpleaños, pero independientemente de eso te envío este humilde presente..... Te diría que son muy hermosas, pero sin duda alguna tu les ganas en belleza a cada rosas que tienes frente a ti. Disfruta de tu noche y feliz cumpleaños, hermosa.