diez

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Decir que recibir el mensaje de HanBin no causó nada en su persona sería mentir descaradamente; claro que sintió algo, y desde luego no fue nada cercano a la positividad.

TaeHyung no había sido capaz de pegar ojo aquella noche, para su suerte JungKook estuvo atento a sus mensajes, siempre preocupado por su bienestar. El alfa le había sugerido dormir ese día en su casa, pero lo abrumado que se sintió no le permitía realmente querer hacer otra cosa que no fuera esconderse bajo las sábanas.

El castaño suspiró con cansancio, sentía sus ojitos detrás del cristal de sus gafas hinchados por la falta de sueño; y además tenía hambre, después de todo estaba perdiendo el momento de su descanso ahí; esperando al tipo que antiguamente era su pareja.

Teniendo su espalda pegada a la pared, justo al lado de la biblioteca donde HanBin solía estar haciendo servicios a la universidad, se encontraba intentando estar lo más tranquilo posible. Evitando tomar el teléfono y contestar a los mensajes de su mejor amigo, quien le estaba aconsejando irse si es que el hecho de estar allí le estaba provocando ansiedad. "No le debes nada a HanBin como para ofrecerle una charla que no quieres tener, si te estás sintiendo mal; no hace falta que ocurra." Fue el último que pudo leer en forma de burbuja de notificación.

Desde luego si leía alguno más iba terminar por largarse de allí, y él en serio quería hacerle frente al alfa rubio, así que estaba intentando de ser un adulto con control sobre sus emociones.

-- Hey, sí que viniste... -- Escuchó, alzando la cabeza al instante.

HanBin tenía el cabello ligeramente más largo y se había hecho alguna que otra perforación nueva en sus orejas. -- Tú lo pediste... -- Dijo en un hilo de voz de vuelta, ambos quedándose callados durante un corto periodo de tiempo; el cual le provoco una risa nerviosa al mayor. -- ¿Qué te hace gracia? -- Murmuró con un ápice de diversión esta vez el castaño, sintiéndose un poco más relajado al comprobar que; por suerte, no parecía venir con malas intenciones ni mucho menos enojado.

-- Es que... es raro, no sé como saludarte. -- Rió, dejando salir la última risita en un suspiro mientras desordenaba un poco su cabellos.

-- "Hola, TaeHyung; qué tal, gracias por venir." -- Sugirió rodando sus ojitos, sin perder la sonrisita que le caracterizaba cuando se encontraba cómodo.

-- Bien, sí... Hola, Tae; qué tal, gracias por venir. -- Repitió, devolviéndole una sonrisa de labios sellados. Pero aún así, aunque sus belfos estuvieran estirados en una mueca alegre; Tae le conocía lo suficiente como para saber que había algo mal en él.

Lo podía ver en sus ojos, y además claro que otro factor consiguió llamar su atención; HanBin estaba usando un neutralizador para su aroma, es olor fresco a mar no le estaba acompañando en estos instantes.

-- ¿Dónde te gustaría hablar? Tengo poco tiempo... debería de desayunar algo antes de que el descanso termine, y debo de comprarlo en la cafetería. -- Comentó el de piel canela, ahora curioso por saber qué era tan importante como para citarle por primera vez desde la ruptura.

-- Ven, vayamos a la azotea; y no te preocupes, puedes tomar el mío, al final es mi culpa que estés aquí en tu descanso. -- Dijo poniéndose en marcha hacia el lugar.

TaeHyung no se quejaba del trato servicial, pero en serio la situación le parecía de lo más extraña. Lo último que habló con HanBin fue horrible, a día de hoy seguía pensando en esas palabras que pareció escupirle con rabia, dejándole saber que definitivamente no era suficiente para él... ni para nadie.

Si bien JungKook le había repetido mil veces que no tenía por qué comportarse de repente bien con el alfa de cabellos dorados, porque no se lo merecía en absoluto; para Kim era más complicado el hecho de ignorar que alguien necesitaba algo que darle importancia a sus propias necesidades.

Into you || Kookv omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora