Capítulo 10

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Abrí mis ojos y encontré a Ed con la boca entre-abierta y ligeros ronquidos salían de esta. Me quedé admirandolo un segundo, el era hermoso. Levante mi mano para acariciar su rostro, el era único.

-- Eres tan lindo Ed -- susurre. Volte a ver el reloj que marcaba las 2 de la tarde. Rápidamente y con cuidado me levanté y camine hacia el baño para lavar mi rostro. Al regresar Ed tallaba sus ojos, sonreí ante su acción y camine de manera silenciosa hacia el. Al estar aún lado de la cama me subí encima de el. Me senté y retire las manos de su rostro.

-- Despierta Eddie -- le dije mientras observaba su rostro adormilado, sonrió y abrió por fin los ojos para mirarme.

-- Eres hermosa -- hablo, colocó sus manos en mis caderas. Le sonreí y me incline para darle un beso, paso sus manos hasta mis piernas y subió hasta mi trasero, lo acarició y apretó levemente. Solté un gemido que fue reprimido por el beso. Me separe aún sin enderesarme.

-- Hay que salir -- propuse. Fruncio el ceño.

-- ¿A donde? -- me quede pensando un segundo. Realmente no tenía muchos lugares a los cuales ir, pero había escuchado de un lindo lugar para picnic, era una hora en auto y la verdad tenía el tiempo para pasarla con el.

-- Hay un lindo lugar a una hora de aquí podemos llevar algo de comida y pasar la tarde haya. ¿Que dices? -- bacilo un poco y negó con la cabeza. Mordi mi labio y asenti con tristeza.

-- Es una broma preciosa, vamos -- respondió burlón. Sonreí luego de que el pequeño sentimiento de vergüenza se fuera. -- Tengo que ir a mi departamento para cambiarme linda -- asenti sonriente y lo vi alejarse por la puerta. Camine hacia mi closet, busque algo de ropa sencilla y cómoda para vestir en un picnic, habia un short de color blanco con estampado negro, no era muy corto pero a decir verdad no me agradaban demasiado los shorts. Luego de tener una guerra mental decidí tomarlo, me dirigí al baño y tome una ducha.

Había pasado una hora y media desde que Ed se fue, no tenía la menor idea de porque tardaba tanto así que decidí ir a ver. Salí del departamento y me dirigí al de el a paso rápido. Toque pero nada, lo hice de nuevo pero aún nada.

-- No esta -- pegue un brinco al escuchar la voz tenue y fina del chico. Me gire sobre mis talones y observe a Louis.

-- ¿Como lo sabes? -- pregunté curiosa. Cualquier persona hubiera dicho esta bien y se hubiera marchado pero yo no.

-- Lo vi salir hace una hora -- contestó serio. Mi corazón se apretó ante las palabras.

- Tal vez tuvo algo mejor que hacer - susurro mi subconsciente.

-- Oh Gracias -- contesté con la voz ligeramente quebrada. Una lucha entre la desconfianza y la confianza se había empezado en mi pecho. Camine en dirección a mi apartamento hasta que Louis me llamó.

-- ¿Vamos a comer algo? -- propuso entusiasmado.

-- No, gracias -- contesté amable, no había necesidad de ser cruel con el. Jamás me había hecho nada malo.
Cambie la dirección de mis pasos hasta el elevador.

Al estar afuera del edificio, respire hondo. 《Tal vez tuvo algo importante 》. Me dije a mi misma. Comencé a caminar sin siquiera saber a donde me dirigía, tan solo deje que mis pies me llevaran a donde fuera.

Logre reaccionar cuando estuve cerca de mi trabajo. Una chica rubia de ojos azules y cuerpo delgado salió del establecimiento y parecía esperar a alguien, me quedé mirando sus facciones, una cara fina y una sonrisa linda dientes perfectos, blancos como las perlas y un cabello natural y cuidado. Definitivamente era la chica con quien todos querían estar.
La puerta se abrió de nueva cuenta y la rubia abrazo al chico que salió, depósito un pequeño beso en la mejilla de su acompañante. Una sudadera azul marino y unos vaqueros era lo que el chico traía, no podia distinguir nada más debido a la capucha de la sudadera que el chico traía.
La chica le bajo la capucha y alboroto el cabello del ahora pelirrojo chico. Pare en seco, pelirrojo. Analice la postura del chico, la forma de su cuerpo, su estatura, la manera en la que se quedaba parado, su cabello alborotado y sus clásicas sudaderas, sin hablar de sus tenis rojos. El chico se giró para empezar su caminar al lado de la rubia linda. Sólo necesite una fracción de segundo para reconocer ese rostro, Ed. La chica de ojos azules, como los de el, entrelazo sus manos y lo observó sonriente. Antes de que la mirada de Ed se levantara, me giré de golpe y tambaleante debido a lo que acaba de ver. Una oleada de recuerdos y hasta el mismo momento me golpeó de forma brutal y despiadada. Comencé a caminar aún con las lágrimas al borde y amenazando con salir en cualquier segundo, deje que Ed y su novia rubia pasarán, asegurando que el no me viera. Cuando estuvieron caminando frente a mi, no pude evitar ver las sonrisas y miradas que los dos se daban. Mi corazón fue comprimido y a la vez estirado de manera despiadada, un vacío totalmente doloroso y agobiante yacía en la boca de mi estómago, mientras el nudo de mi garganta hacía que se me dificultará respirar.
Mi pecho subía y bajaba de forma inhumana, cualquier persona que estuviera 5 metros de mi podía escuchar mi agitada respiración. Las lagrimas descendieron como si se tratase de una regadera, los sollozos se hicieron sonoros y parecía una niña a la que no le habían dado lo que quería. Quería parar, que mis sollozos se detuvieran pero en cuanto trataba de detenerlos comenzaba a hipar. Mi mundo se habia colapsado, se había destruido y no solo estaba peor que antes si no que esta vez sería aún más difícil salir de la depresión asesina.

Cuando llegué a mi departamento cerré detrás de mi pero casi de inmediato llamaron a la puerta. Rogaba con el alma que no fuera Ed pues no estaba lista para enfrentarlo y tal vez jamás lo estaría. Abrí la puerta y la imagen que mis ojos apreciaron me reconforto.

-- ¿Estas bien? -- preguntó el castaño. De tan concentrada que estaba en el desastre que era mi cabeza, olvide que de seguro tenía los ojos inchados al igual que la cara por llorar como niña estúpida.

-- Si, estoy bien. ¿Que se te ofrece Louis? -- mi voz estaba ligeramente ronca y algo quebrada aún.

-- No parece que estés bien Scarlett -- contestó serio. Trague en seco y observe a todos lados como si tuviera pánico de encontrar alguien por esos pasillos y así era.

-- Tuve un día difícil, es todo -- aclare fingiendo una sonrisa.

-- Entonces, ¿no vendrás a la fiesta? -- pude notar la decepción en su voz y por un segundo me sentí aún más mal, si es que era posible.

-- No lo creo Louis, pero aún es temprano si por alguna razón me dan ganas de ir prometo que ahí estaré -- Una radiante sonrisa apareció en su rostro dejando a la vista unas arruguitas en la orilla de sus ojos.

-- Gracias Scar -- y sin más que decir sólo se marchó.
Entre a mi hogar con un suspiro de frustración, me arroje al sillón y tome posición fetal. Lloré y lloré hasta que de pronto ya no tuve lágrimas que derramar pero a pesar de eso, aún me sentía de forma terrible. Me sentía usada, traicionada y más que nada me sentía estúpida.

No Te Necesito |Ed SheeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora