Capítulo 28

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— Cásate conmigo — levanté la mirada del menú para ver los ojos de Ed pegados en mi. No podía responder nada porque la pregunta me había tomado por sorpresa. Desde que se mudó conmigo y la relación se había vuelto formal, Ed hablaba del matrimonio cuando había oportunidad, pero nunca me había preguntado directamente. — Es apresurado y... Arriesgado pero si lo piensas bien ya vamos a tener un hijo.

— Lo sé, es que es como si hubiera contraído algún tipo de trauma con las bodas. Pero esta bien. — al parecer no esperaba una respuesta afirmativa pues se sorprendió cuando acepté la petición.

— Tengo un anillo — sonreí de oreja a oreja por la timidez que de pronto empezaba a surgirle, saco una pequeña caja de su chaqueta y me la entregó. — Es el anillo de mi madre.

Voltee a verlo con los ojos envueltos en lágrimas, era bellísima la sensación al saber que era muy importante para él, como para entregarme el anillo de su madre.

— No estoy muy seguro si quieres algo grande o algo pequeño, quiero que seas feliz, solo eso, no me importa otra cosa más que estar contigo y mi hijo, por...

— Ed — empezaba a balbucear y era meramente por lo nervioso que estaba — está bien, lo que sea estará bien para mi.

El día habia sido tranquilo, salimos a caminar luego de comer. El cielo estaba despejado y el sol brillaba como nunca a pesar de que pronto iba a esconderse.

A lo lejos un hombre saludo a Ed a la vez que su hija lo veía con emoción. Al principio me pareció extraño,  pero cuando recordé que Ed ya empezaba a ser conocido en la ciudad me pareció de lo más normal.

Sonreí ampliamente al ver la emoción de la chica. 

— Ed... Hola es un gusto conocerte.  He seguido todas tus presentaciones, eres un gran cantante. Supe que te ibas a presentar en un bar cerca de aquí. — a pesar de que estaba feliz de conocer a una admiradora, cuando esta le recordó la presentación, de la cual por cierto no tenía idea,  su rostro se tornó triste. 

— Si, em... Yo no,  la presentación se canceló — la expresión de la chica se tornó triste. No sabía porque se había cancelado o porque no me había dicho. — Tenemos que irnos, fue un gusto conocerte.

Tomados de la mano caminamos hasta casa aún con la duda de porque él no me había dicho o aún más extraño porque su presentación se había cancelado. 

La duda me calcomanía las entrañas pero no quería meterme en sus asuntos,  y aunque solía ser muy directa con él su carrera musical me parecía un tema delicado ya que tenía meses pensando que el bebé arruinaría su carrera. No quería que el se molestara o me culpara de ello, aunque conocía a Ed,  estaba feliz por el bebé y podía jurar que para él era lo más hermoso de su vida.

Llegamos al departamento,  las luces estaban apagadas como yo las había dejado pero la televisión estaba encendida. Camine hacia la sala confundida porque nunca dejaba la televisión encendida. Al llegar me lleve una sorpresa al ver a Zayn recostado en el sofá con una botella de cerveza. 

— Zayn ¿qué sucede? — dije mientras me arrodillada a su lado, sentí la presencia de Ed detrás de mi así que voltee a verlo, se veía confundido al igual que yo. Me acomode mi cabello detrás de mi oreja mientras veía detenidamente a Zayn, que aún no me respondía el que hacía en mi sofá y además ebrio.

— Zayn... — coloqué mi mano en su espalda cuando el moreno comenzó a sollozar como una niño pequeño. Conocía a Zayn a la perfección y jamás lo había visto llorar, solo el día de su boda y fue de felicidad. Me observaba con súplica pero yo no entendía bien porque, sus expresiones descompuestas y sus lágrimas, era algo que jamás había visto en él. Era el chico fuerte que podía con cualquier cosa.

No Te Necesito |Ed SheeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora