Capítulo 3

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Estaba en el trabajo totalmente aburrida, un cliente levantó la mano y me dirigi hacia él a paso rápido. Inhala, exhala me decía a mi misma para poder fingir una sonrisa.

-- Podría traerme la cuenta por favor -- pidió con tono amable.

-- Por supuesto, en un segundo -- contesté sonriente, di media vuelta y cambie mi rostro.

La música mataba mis oídos, odiaba la música que ponían aquí. Había dejado de bailar desde que tenía 10 años y no podía decir si me gustaba o no y realmente no quería saberlo. Una de las chicas me dijo que había llegado un cliente.

-- Bienvenido a The Moon puedo tomar su orden -- levanté la mirada para encontrarme con Zayn.

-- Hola hermana -- dijo con entusiasmo, rodee los ojos.

-- ¿Qué te doy?.

-- Pues una cerveza está bien.-- contesto amable

-- Ok -- giré para dirigirme a la barra a pedir la cerveza, me la entregaron y caminé hacia Zayn que estaba sentado observando el panorama. 3 rubias paradas en la entrada sus vestidos totalmente cortos y entallados, con un escote pronunciado. 《Claro cuerpo escultural! 》. Rodeé los ojos.

-- ¿Quieres que te traiga un balde? -- dije estupefacta. El moreno volteo aturdido.

-- ¿Para? -- pregunto con el ceño fruncido.

-- Es que se te está cayendo la baba -- achicó los ojos y me miró irónico.

-- Que graciosa, ¿A que hora sales? -- frunci el ceño.

-- A la 1:00am -- contesté sin ganas. El chico se encogió de hombros.

Mi horario transcurrió normal, unas cuantas peleas, chicas ebrias que se insinuaban a los hombres ricos. Salí del restaurante donde por lo visto Zayn me esperaba.

-- ¿Qué quieres?

-- Papá te mando unas cosas, tengo que dartelas -- lo seguí hasta su auto, abrió la cajuela y sacó un par de bolsas.

-- Dice que las mandaron de México. -- su voz sonaba tenue y delicada. Le sonreí sin ganas y tomé las bolsas.

-- Gracias y adiós

-- Adiós -- contesto el moreno y subió a su auto.

Subí a mi auto, y me removi en el asiento, había tenido deportes en la escuela y una jornada de trabajo de pie.

Conduje con tranquilidad a casa, llegué a la recepción y cuando iba a subir al elevador, mi vecino John ocupaba la mayoría del espacio con su silla de ruedas, me observó con expresión de disculpa.

-- No te preocupes, subiré por las escaleras -- asintió y bajo la mirada con tristeza.

Luego de diez pisos por fin llegué al mio, lo cual me hizo suspirar de alivio. Cuando llegué a la puerta, cerré los ojos con desesperación y reprimi un grito de coraje, tenía ocupadas las manos con las bolsas que Zayn me había dado y no saque antes mis llaves. Intenté sacar las llaves y cuando las tenía en las manos todo se cayó, el contenido de las bolsas quedo en el piso junto con las llaves. Me force a guardar la calma y respirar profundo. Me puse de rodillas para buscar las llaves, removi todo lo que había en el piso sin encontrar nada.

-- ¿Buscas esto? -- la voz me sobresalto, era gruesa y tentadora. Levanté la vista para encontrarme con unos ojos azules como el mar observando atentos, un chico de cabello naranja, labios rosa oscuro y sudadera azul marino que en el momento me pareció perfecto. Me sentí estúpida estaba de rodillas buscando mis llaves, y el simplemente las levantaba en su mano derecha. Cerré los ojos y baje la cabeza, sonreí apenada.

-- Gracias yo... -- me levante sonriente y caminé hacia él -- es que se me cayo todo y no las encontraba supongo que volaron hasta aquí -- me detuve justo a un metro del pelirrojo.

-- Si, supuse que eso pasaría desde que te vi llegar a la puerta de tu departamento. -- sonrió y me mostró sus hermosos dientes.-- Edward, Edward Sheeran -- extendió su mano hasta mi sonriente.

-- Scarlett Price -- tome su mano con torpeza y la estreche un poco.

-- ¿Quieres que te ayude? -- dijo señalando todo el desastre afuera de mi puerta.

-- No, no te molestes yo puedo -- dije mientras caminaba hacia mi desastre.

-- No me molesta -- se acercó junto a mi y se arrodilló para ayudar con las cosas. Levantó las bolsas mientras yo abría la puerta. Entramos a mi departamento que por suerte estaba limpio, prendí las luces mostrando mi acogedor departamento, decorado sin ningún propósito; un sillón frente una pantalla, una barra que dividía la sala de la cocina, un pequeño pasillo que conducía a dos habitaciones, sala y cocina pintadas color verde opaco, y mi habitación azul celeste.

-- ¿Donde las pongo?-- preguntó a mis espaldas.

-- En la barra está perfecto -- contesté -- ¿Quieres algo un café o jugo? -- el chico recorrió el lugar con la vista luego regresó a mi.

-- Pues... un café está perfecto -- sonrió. Me acerqué para entregarle la taza.

-- Y amm... Edward ¿que edad tienes? -- le di un sorbo a mi café.

-- 24 -- asenti -- y ¿tú?-- preguntó.

-- 18 -- contesté.

No sabía porque me comportaba así yo siempre era sería y cosas así pero el emanaba algo que me hacía sentir distinta. Sacudi mi cabeza.

-- Sabes tengo que descansar, ya terminarás tu café otro día te parece -- dije con descaro. Fruncio el ceño y luego río por lo bajo.

-- Claro, lo siento -- dijo, se levantó de la silla y salió del departamento.

Suspiré y caminé hacia mi habitación, me coloqué ropa cómoda y me acosté en la cama. Tardé media hora en dormir, estuve viendo el techo de mi habitación, azúl, "como sus ojos" susurró mi subconsciente. No podía dejar de pensar en aquel chico por más que me lo proponía.

-- ¿Qué demonios me pasa? -- dije para mi misma. -- ¿Qué sucede? -- había sensaciones en mi que no podía distinguir. Creo que él... me gusta.

No Te Necesito |Ed SheeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora