Caer en Tentación [Junjou Romántica & Sekaiichi Hatsukoi]

Acto 5: Hallazgo

Actualidad
Departamento de policía de Tokyo

Nadie podía calmar a Masamune, estaba destrozado luego de ver el suéter negro que le había regalado a Ritsu en uno de sus cumpleaños, no podía pensar en nada más que el dolor que sentía en su interior.

El oficial Kei trataba de ayudarlo, pero no sabía que hacer en una situación así, hasta que se dió cuenta de que Misaki se levantó de su asiento y fue hacia Masamune y una vez frente a él le dió un golpe en el rostro, no tan fuerte, pero lo suficiente como para traerlo de vuelta a tierra.

—Misaki...¿Qué fue eso?— Masamune seguía un poco en shock, Misaki nunca lo había golpeado.

—Lo siento, tenía que hacerte regresar a este mundo, estabas muy mal...— dijo Misaki mientras miraba a Masamune con pena en sus ojos.

Kei, quién vio la escena, no podía decir palabra alguna, pero tenía que hacerlo.

—Bueno... Takano-san, ahora que usted confirmó que el suéter le pertenece a Onodera Ritsu seguiremos investigando el lugar, en cuánto tengamos algún hallazgo le notificaremos.—

Misaki y Masamune abandonaron la estación de policía, ambos tenían muchas cosas en su cabeza y realmente no sabían que hacer, habían sido engañados por las personas que más amaban, y peor aún, el engaño fue entre ellos mismos, mientras Masamune conducía, Misaki seguía pensando intensamente en el beso que había tenido con Masamune.

Narra Misaki
¡¿Porqué diablos lo besé?!, no tengo idea del porqué, es decir, ¡Engañé a Akihiko!
Pero...el me engañó a mi primero...

No puedo decir que fue justo, esto está muy mal, cuando Ritsu aparezca voy a golpearlo, y cuándo Akihiko despierte...yo...creo que volveré con él, después de todo, aún lo amo.

Yo no puedo dejarlo, no ahora.

Narrador omnisciente
El auto de Masamune se detuvo de repente, sacando a Misaki de sus pensamientos.

—¿En dónde estamos?— dijo Misaki.

—Te dejaré aquí, tengo unas cosas que hacer.— el tono serio de Masamune preocupó a Misaki.

—Masamune...¿Qué vas a hacer?— Misaki trataba de mirar a Masamune a los ojos, pero no podía.

—Misaki, no lo tomes a mal, pero necesito estar sólo, por favor.—

Misaki se sorprendió, lo veía venir, después de todo ambos habían pasado por muchas cosas, y con la desaparición de Ritsu, el que lo estaba pasando peor era Masamune.

—Entiendo, si necesitas ayuda, o simplemente hablar, sabes que las puertas de mi casa están abiertas para ti Masamune...— dijo Misaki para después salir del auto.