Caer en Tentación [Junjou Romántica & Sekaiichi Hatsukoi]

Prólogo

En altas horas de la noche, un vehículo atravesaba una larga carretera en medio de un inmenso bosque, dentro del vehículo podían verse dos siluetas masculinas, mientras un peliplateado preocupado conducía, a su lado estaba un castaño miel enojado que no dejaba de mirar hacia los lados del vehículo, sin explicación alguna, el castaño empezó a hablar.

—¿Tienes idea de lo que estamos haciendo, Akihiko?— preguntó el castaño, mientras seguía mirando por la ventana del vehículo los alrededores del bosque.

—Claro que lo sé, estoy a nada de ser feliz por completo, finalmente seré feliz, porque ahora estarás junto a mí sin que nada ni nadie pueda detenernos.— Akihiko habló sin revuelos, estaba completamente seguro de querer hacer una nueva vida con su castaño.

—Akihiko...¿Qué le diré a Masamune?, ¿Qué pasará con Misaki?, ¿Qué haremos nosotros ahora?— habló el castaño con desespero, Akihiko detuvo el vehículo para acercarse al castaño y tranquilizarlo.

—Ritsu, desesperarte no les hará bien a ambos, debes calmarte, estaremos bien porque ahora estamos juntos, finalmente podremos ser felices nosotros tres.— con delicadeza, Akihiko tomó la cara de Ritsu y lo besó, justo para después encender el vehículo de vuelta y seguir con su camino hacia una nueva vida, dejando todo atrás.

—Akihiko...no sabes cuánto te amo— murmuró Ritsu tratando de romper la tensión del ambiente. Akihiko contento, miró a Ritsu con amor, pero antes de poder decir algo, un fuerte golpe se escuchó, el vidrio delantero del vehículo había sido golpeado, Akihiko intentó sin éxito lograr recobrar el sentido del auto, pero fue en vano pues el vehículo cayó al fondo y sin retorno.

Desde el fondo del acantilado, podía verse a ambos hombres heridos, Ritsu inconsciente y Akihiko desesperado por pedir ayuda en su teléfono, mientras el tiempo pasaba, un vehículo desconocido llegaba a la escena, y de este, bajaba una figura conocida para Akihiko.

—T-tú...— Akihiko gimió por el dolor y la sorpresa, no esperaba que alguien los estuviera siguiendo.

—Hola...Akihiko.—