Glenn Rhee un chico astuto, se encuentra con Clare, una ex militar decidida, en medio de un caos de muertos vivientes. A medida que colaboran para enfrentar desafíos, junto con el grupo a cargo de Rick Grimes.
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En el primer año de Clare en la academia, nada fue color de rosa, pero ¿para quién lo es? Ser militar exige sacrificio y dedicación. No todos estaban preparados para enfrentar esa realidad. Aunque Clare había crecido en un entorno militar, lo que hizo que le resultara más fácil adaptarse, las dificultades no faltaron. Durante ese año, vio a muchos aspirantes entrar y salir de la academia. Algunos de ellos eran sus amigos y compañeros con los que había forjado lazos. Algunos no lograron pasar las pruebas, y otros se rindieron.
—Cadete Mason —dijo su sargento con voz firme.
—Señor —contestó Clare con tono decidido.
—Tienes una visita.
Clare se extrañó al escuchar esas palabras, ya que no esperaba a nadie. Con el corazón acelerado, siguió al sargento hasta la sala de espera, donde la figura de su padre se hizo visible. Él estaba de pie, con el rostro sombrío, lo que inmediatamente encendió una alarma en su cabeza. Su padre, siempre tan sereno y estoico, ahora parecía cargado de una tristeza que Clare no había visto antes.
—Papá... ¿qué está pasando? —preguntó Clare, su tono ahora era una mezcla de preocupación y ansiedad.
Su padre tragó saliva, como si intentara encontrar las palabras adecuadas, pero al final decidió ser directo. —Clare... es tu madre. Está enferma... muy enferma.
Clare sintió como si el aire hubiera abandonado la habitación de repente. Su cuerpo se tensó, y la noticia cayó sobre ella como un martillo.
—¿Qué? ¿Qué le pasa? —preguntó, su voz quebrándose mientras intentaba procesar la noticia.
—Los médicos dicen que es algo serio, pero están haciendo todo lo posible. Quería que lo supieras cuanto antes, Clare. Ella... te necesita en casa.
Las palabras de su padre resonaban como un eco en su mente. Clare, siempre tan fuerte, sintió que en ese momento todo lo que conocía se tambaleaba. Su madre, su pilar, estaba enferma, y ella estaba lejos, luchando por convertirse en aquello por lo que tanto había trabajado.
Clare sintió que un nudo se formaba en su garganta, apenas podía procesar lo que acababa de escuchar. El mundo a su alrededor parecía detenerse.
—¿Morirá? —preguntó con la voz temblorosa, casi en un susurro, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Su padre bajó la mirada, evitando el contacto visual por un momento. Se tomó un profundo respiro antes de responder.
—No lo sabemos, Clare. Los doctores están haciendo todo lo que pueden, pero... es grave. Tienen que hacer más pruebas para estar seguros.
El silencio que siguió fue abrumador. Clare, quien siempre había sido fuerte y resiliente, sentía ahora una vulnerabilidad que la asustaba. Durante toda su vida, había visto a su madre como un faro de fortaleza, alguien que nunca se doblegaba. La idea de perderla le resultaba insoportable.
