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Me pasó el dorso de la mano limpia por la mejilla para limpiar las manchas de sangre y baba que tengo en ella haciendome hacer una mueca de desagrado ante la sustancia pegajosa. 

Sujeto la espada con la mano derecha y miro para atrás a la cyborg gigante que esta del otro lado del agujero que hay en medio de la pista para hacer más interesante el desafío.

Sujeto bien la espada que tiene la cuchilla bañada en sangre azul y flujos asquerosos de cuando le e arrancando la cabeza a dos cyborg que me estaban siguiendo.

Avanzo rápidamente para la pared para escalar llena de púas filosas y piedras que hay a unos metros de mí siendo uno de los últimos desafíos que hay que pasar para llegar a la última parte del desafío del Morobool para llegar a la pista de meta.

Pero por los gritos de euforia de la ridícula detrás de mi apuesto que no me la pondrá fácil para ganar ya que mate a su hermano hace unos minutos en medio de la pista ante sus ojos que me estaba intentando apuñalar al corazón.

Guardo la espada y miro por encima de mi hombro un segundo como la cyborg está intentando sostenerse de los tubos que hay arriba del pequeño lago lleno de ácido para intentar llegar hasta donde yo estoy.

Si no muere en el proceso del salto hasta acá, tendré que matarla yo para poder ganar.

Me agarró a las rocas y empiezo a subir rápidamente intentando no clavarme ninguna puya de esas en la piel sin querer. Mis dedos metálicos se agarran bien a las rocas y subo rápidamente sintiendo una presencia bajo de mí que sube como una víbora deseosa de sangre.

Llegó hasta la mitad de la puta pared y siento un rose de algo que intenta agarrarme el pie pero no lo logra cuando subo otro tramo rápidamente.

—¡Te mataré maldita zorra!— grita la cyborg.

¿Cómo llego tan rápido hasta aquí sin morir en el proceso? Ni puta idea.

Veo hacia mi derecha cuando escucho un zumbido por el aire y esquivo rápidamente la flecha que sale disparada y me pasa rozando la mejilla.

Esa pared todos los años tiene desafíos que tienes que superar. Este año son flechas con ácido que te queman la piel— Me indica Ithan por el micrófono que tengo pegado a la oreja.

—Ya me di cuenta que quieren una flecha clavada en mi cara, gracias— mascullo sabiendo que me está escuchando por el micrófono.

Esquivo otra flecha cuando subo el tramo y siento el olor a ácido intenso cuando me pasa cerca del cuello. Carajo me están apuntando a la cara todas esas flechas.

Me quieren muerta hasta las trampas puedo decir.

Subo y cuando pongo un pie en la piedra está me resbala por el patin en mis pies. Me agarró rápidamente a otra piedra antes de caerme y maldigo para mis adentros sujetándome bien para seguir subiendo rápido y de forma ágil.

—Corre que cuando te agarre no dudare en matarte— dice en un grito eufórico la cyborg a cuatro metros por debajo de mi.

Este muro si que es alto.

—Deja de decir mierdas que no podrás cumplir— escupo sabiendo que me escucho.

Subo otro tramo de pared mirando por encima de mi cabeza que para llegar al final solo me falta un metro y medio. Cuando mucho dos metros.

Acelero el paso escuchando los gritos en las gradas sacándolos de mis pensamientos y sigo subiendo agarrándome bien a las rocas. Cuando voy a llegar al final de la pared escucho algo bajo mis pies y me agarró de golpe de una piedra con fuerza cuando me agarra del tobillo y me jala hacia abajo la puta cyborg.

Astartea: Ciudades Flotantes [en proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora