Love Game ❦ kookmin

Capítulo 07 - El golpe

Una semana había transcurrido desde el aterrador encuentro de aquella noche, para el pelirosa no había sido más que otro amargo momento con el que debía cargar en sus recuerdos, aunque regularmente Jimin se mostrase fuerte, feliz y orgulloso de quién es, el camino a partir de su aceptación hasta la búsqueda de la felicidad en una vida plena había sido empinado y escabroso.

La vida es difícil para muchos, y todos ellos tienen una lucha propia.

Y Jimin, al parecer, tendría una lucha durante toda su vida.

Al menos debía agradecer que el único rastro de aquel ácido momento pudo ser cubierto fácilmente con una simple base para rostro, ya que el pelirosa prefería ahorrarse las explicaciones y además quería dejar ese suceso en el pasado.

O al menos eso intentaba, porque ahora era mucho más difícil ir a la oficina y verles la cara a esos cuatro hombres perversos.

Lo habían humillado, más que en cualquiera de sus bromas previas, esta vez habían cruzado la línea, y Jimin se preguntaba como esos tipos podían tener un título profesional y trabajar en una gran empresa, y a pesar de ello parecer unos matones cuando se trataba de "gente diferente".

Sin embargo, en los últimos días, luego de haberlos acusado con el señor Kim y de lo sucedido aquella noche, esos tipos parecían haber decidido reprimir sus malas intenciones, ellos y el pelirosa cruzaban miradas de odio, por su puesto, pero este último ya no había vuelto a ser objeto de alguna cruel broma.

Un detalle que tampoco podía salir de la mente de Jimin era... Jeon Jungkook.

El pelirosa recuerda vívidamente el momento en que lo tuvo tan cerca de él, recuerda el miedo y la incertidumbre, y recuerda aquel tacto agresivo; en ese momento se sentía traspasado por la mirada profunda del mayor, parecía como si fuese la primera vez que lo veía realmente. Recuerda claramente que el pelinegro delineó con su vista cada parte de él, y luego...

Luego no comprende qué sucedió

Porque Jungkook parecía un animal rabioso cuando lo tomó por el cuello, y luego de un momento, tan solo olvidó su rabia y lo dejó ir.

¿Acaso le tuvo lástima?, pensar en ello le molestaba profundamente, preferiría haber recibido la paliza en lugar de la lástima de alguien, y menos de un idiota homofóbico.

En el mejor de los casos solo podía concluir (a beneficio del señor Baek) que Jeon realmente no es tan malo como el resto de aquel despreciable grupo.

Es por esto que, aunque Jungkook no había vuelto a mirarlo (ni siquiera por accidente), el pelirosa se mantuvo atento al chico durante todos esos días, siendo su atención atraída por el cambio en el comportamiento del tatuado.

Jungkook siempre había sido poco apegado a la puntualidad en el trabajo, también parecía muy desordenado en su rutina alimenticia, almorzaba más tarde que la mayoría y esto era cuando se acordaba de almorzar, además, dada su fama de galán nocturno, era claro que no dormía siempre sus debidas horas.

Un chico desorganizado en su totalidad.

Lo extraño era, que, a partir del lunes siguiente al encuentro de esa noche, Jeon aparecía más ojeroso cada día, y las veces en que lo veían comer habían disminuido considerablemente, el tipo solo trabajaba y el resto del tiempo lo pasaba atendiendo mensajes privados en su celular.

Jimin no sabía si había una oferta de modelos sexys por las noches, o algo similar, pero por lo que escuchaba en las conversaciones de los idiotas de Wooshik y Seojoon, al parecer Jeon estaba llevando a su cama a una mujer escultural diferente cada noche... un nuevo récord según comentaban admirados.