Love Game ❦ kookmin

Capítulo 14 - Amantes

"¿Aún quieres que te follen?"

Aquella pregunta tan descarada resonó como un eco en sus oídos, y los labios del pelirosa se separaron mientras su mirada se bañó de incredulidad.

  - ¿Qué estás diciendo?

El tatuado elevó los hombros como si se tratara de algo con poca importancia, e hizo una mueca de obviedad.

  - ¿Y por qué no? --- cuestionó Jungkook con ironía --- Hace un momento estabas por prestarle el culo a un payaso, debería emocionarte terminar la noche con un tipo como yo...

  - ¡Eres un idiota Jeon!... --- increpa el más pequeño aproximándose rápidamente hacia el contrario y levantando una mano abierta, determinado a plantar una fuerte bofetada en aquella expresión burlona.

  - Ey --- emite divertido y con voz ronca mientras detiene fácilmente al menor --- se te está haciendo costumbre golpearme...

  - ¡Suéltame! --- exclama el pelirosa forcejeando, e intentando inútilmente zafar su mano para poder concretar su ataque.

  - Tampoco creas que por ser tan jodidamente follable puedes hacer lo que quieras --- advierte más enternecido que burlón, y es que la imagen de aquel chico tan suave y pequeño, con el ceño fruncido y los dientes apretándose de colera, solo podía verse adorable ante sus ojos.

Satisfecho con la reacción del menor, el tatuado, en raudos y precisos movimientos, suelta la mano prisionera y al mismo tiempo escabulle la propia dentro del abrigo del menor, rodeando la cintura ajena y pegando completamente el cuerpo del pelirosa con el suyo.

  - Escucha --- susurra roncamente cerca de los labios ajenos --- yo nunca soy el que ruega por sexo...

Por su parte, Jimin se encontraba alborotado al cien por ciento, sorprendido y aún sin entender cómo es que quedó entre los brazos del tatuado; pero aquellas dudas iban quedando de lado con el pasar de los segundos, en los cuales, infinitas sensaciones se iban apoderando de su cuerpo y mente.

Aquel olor masculino y envolvente que parecía haberlo atrapado, su grande y fuerte cuerpo que lo hacía sentir tan pequeño y a su merced, la enorme dureza ajena que se apretaba bajo su ombligo amenazante, aquellos labios que estaban tan cerca de los suyos y que parecían determinados a comérselo; el cuerpo del pelirosa respondía, traicionero y necesitado de todo ello.

El menor muerde su labio encantado y puede notar como la mandíbula ajena se aprieta fuertemente, entonces el agarre bajo su abrigo se desplaza posesivo hasta la curva de su cintura baja, claramente impaciente por obtener un permiso de seguir su camino; y el cuerpo de Jimin parece no poder soportar mucho más, su temperatura sube y corrientes ansiosas se desplazan por su espalda, justamente bajo el agarre del contrario.

Jimin, atrapado en aquel ardiente y dominante cuerpo, está listo para restregarse en su calor y cumplir con el deseo; así que conecta su mirada con la del mayor y tiembla ante lo que encuentra. Aquellos ojos tan oscuros y llenos de lujuria parecen prometerle todo el placer del mundo.

Pero en un segundo, todo recuerdo del pasado entre ambos se cruza por su mente, y luego de ese segundo, cae en cuenta de la persona con la que se encuentra ahora mismo. A pesar de ello, el pelirosa solo puede desear llevar a ese chico arriba y dejarse hacer; pero su orgullo y amor propio parecen haber tomado vida propia y el control de su cuerpo, ya que, de manera mecánica, el pelirosa pone una mano en el pecho del contrario y empuja lentamente para despegarse a ese ritmo, y dice:

  - Gracias por ser mi chofer Jeon, espero que no se vuelva a repetir.

Y tras pronunciar tan falsas y pretenciosas palabras, se da media vuelta y se aleja determinadamente del lugar...