Capítulo 11 - La fiesta

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Numerosas dudas se cruzaban por la mente del pelirosa mientras daba unos últimos retoques de base en la punta de su nariz, la cual estaba roja por los persistentes estornudos que lo atacaron a lo largo del día, resultado de haber vuelto empapado a casa el día anterior.

Un ligero sentimiento de culpa, que había nacido justo después de encarar a Jeon el día anterior, era el que dominaba aquellos pensamientos.

Pero ¿por qué debería sentir culpa alguna?

Desde que llegó, Jungkook lo había insultado, humillado, intimidado, e incluso golpeado, ese chico no se merecía más que desprecio de su parte.

Jimin en cambio, la tarde anterior, solo le había dicho sus verdades.

O acaso debía agradecer que esta vez no se acercó a él con esa actitud burlona y agresiva, y en cambio viniera a él con actitud burlona y salvadora a la vez.

"Si, claro, quería ayudarme"

Se burla el pelirosa de aquel mal teatro armado por el tatuado.

Jeon Jungkook nunca podría querer ayudarlo, seguramente había tramado alguna otra broma infantil que lo humillara, o que lo pusiera en peligro.

Y estaba claro que a él lo estaba tomando por un imbécil fácil de estafar.

¿Entonces con qué culpa cargaba el menor?

Tal vez con aquella expresión en el rostro del pelinegro cuando preguntó si él lo veía como un matón, no tenía sentido, pero parece que al tipo le había importado; o quizás con la mirada que le dedico antes de irse.

Porque al pelirosa no le importaba infringir dolor en los que le habían lastimado, no, él estaba muy por encima de pensamientos vengativos, él, en cambio, prefería pasar de esa gente y concentrarse en su propia felicidad, trabajaba en hacer cosas buenas para él y para quienes le importaban, en lugar de desperdiciar su tiempo con quienes no lo merecían.

Claro que Jungkook, con sus desequilibradas actitudes había logrado hacerle perder mucho tiempo, como ahora mismo, ocupando inútilmente sus pensamientos.

La bocina de un auto afuera de su edificio logra sacarlo de aquellos engorrosos pensamientos; y el menor, aproximándose en dos cortos saltos hacia la ventana, divisa a través de ella el auto de Taehyung estacionado abajo.

Bien, era hora de ir al tan esperado evento; echó un último vistazo hacia el espejo para asegurarse que todo estuviese en orden, y podía concluir, que, aquella camisa de fina seda color vino, el pantalón negro y los botines del mismo color en suela alta, se veían magníficos sobre su piel.

Así que sin más se encaminó al encuentro con Taehyung, para que este lo conduzca cómodamente hacia Akab Games.

  - Así que después de seis años de amistad, me decidí a explicarle mis sentimientos, para mi buena suerte ella sentía lo mismo, ahí empezó nuestra relación romántica, duramos más de dos años juntos, hasta que tuvo que irse del país, no funcionó después de eso, pero nuestra amistad renació.

  - Entiendo por qué fue tu mejor relación, debió ser muy profundo --- comenta Jimin hacia el castaño del volante.

  - Mi segunda y mejor relación --- agrega Taehyung sin quitar la vista de enfrente --- terminamos hace casi tres años, y no he salido con nadie desde entonces, pero no me siento solo si aún tengo a mi mejor amiga.

  - ¿Aún la quieres?

  - Por supuesto, pero como amiga. Tu turno.

  - Uf, bueno, tuve un noviecito de manito sudada en la secundaria, era un chico tímido y un cerebrito, yo aún no salía del closet en ese entonces, por lo que solo podíamos darnos besitos y enviarnos cartas a escondidas --- confiesa riendo por la historia cursi

Love Game ❦ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora