Para el final del día los ánimos de Jimin habían mejorado considerablemente, después del abrazo de Yoongi no se volvió a cruzar con el tatuado, y fue el mismo Yoongi quien lo trajo a casa en su auto, portándose tan prudente y comprensivo con sus sentimientos, que el pelirosa no pudo sentirse menos agradecido.
Sentado en el borde de su cama, mientras recorría con la vista aquel espacio donde aún había huella de la presencia del tatuado, Jimin meditaba lo tonto que había sido, cómo pudo esperar algo del nefasto de Jungkook; se sintió humillado y avergonzado, se juró que nunca volvería a voltear hacia él. Y con aquella promesa, y luego de derramar un par de amargas lágrimas, se durmió.
El día siguiente pintaba colores distintos al anterior, era menos brillante, pero más real, y aunque al pelirosa no le daba una sensación dulce, lo prefería así.
Se alistó con tanto esmero como cada día, y cuando Taehyung llegó por él, ambos fueron de camino al trabajo.
Jimin estaba siendo blanco de grandes atenciones por parte de sus amigos, ya que estos tenían la idea de que su joven amigo atravesaba la cruel época de un corazón roto, algo que al pelirosa le disgustaba, ya que ahora no soportaba la idea de que su tropiezo con Jungkook se relacione con algún sentimiento romántico; por ello, se tomó unos minutos de la mañana para aclarar a sus amigos la situación, definiéndola como una ligera decepción escasamente relevante.
Y justificó sus palabras con su comportamiento durante el día. El pelirosa se enfocó en su trabajo, en sus amigos, y en su nuevo amigo Yoongi, quien se integró a su grupo durante el almuerzo y en cualquier rato libre; también paseó por el piso con gran libertad y con una cojera que muy pocos observadores notarían.
La verdad era que se sentía mejor, física y emocionalmente; otra vez parecía tener la vida frente a sus ojos, presentándose con claridad y sin complejos. Sabía quien era, lo que quería, y lo feliz que era con todo lo que la vida le había permitido.
Al finalizar el día se despidió de sus amigos en la entrada, negando esta vez cualquier oferta de llevarlo a casa, ya que el pelirosa sabía que aquello significaría desviarse un poco del camino, y Jimin no quería consumir tiempo libre de sus amigos; después de todo, él era una persona autosuficiente.
Caminó por la acera pensando en lo rápido que transcurrió el día, pensó en lo liviano que fue cada minuto en el que no existía Jeon Jungkook; porque, efectivamente, el día de hoy el pelirosa ni se fijó en la presencia del tatuado, estaba seguro de haberlo visto por el edificio, pero nada más que eso.
Y no se trataba de ignorar sus sentimientos o los deseos de su cuerpo, porque el solo comportamiento de Jungkook había limitado ambos en gran medida. El pelirosa ya no era un chico inmaduro y enamoradizo, ya no permitía que la atracción por alguien, por más fuerte que fuese, justificara las terribles acciones de un idiota; y tenía el suficiente amor propio como para olvidar sin problema a un patán como Jungkook.
Sintió algo de paz en pensar que el resto de sus días serían iguales.
- Jimin, espera.
Habla una voz cerca de él, sacándolo de sus pensamientos. Entonces se fijó en el auto que se había detenido a un lado de él, desde el cual pudo ver a Yoongi asomándose con una pequeña sonrisa.
- ¿Yoongi?
- ¿Te gustaría ir por un helado?...
- No puedo creer que tanta gente haga cola para comer eso...
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Love Game ❦ kookmin
FanficJimin consigue el trabajo de sus sueños, en donde deberá enfrentarse a cuatro idiotas homofóbicos que no perderán oportunidad para torturarlo, lo peor es que el pelirosa no puede evitar sentirse atraído por uno de ellos, Jeon Jungkook. ❥Drama - roma...