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El cuerpo tan hermoso y bien trabajado de la mujer de estatura corta se hacia presente detrás de dos mujeres más altas, pero menos imponentes que la mujer detrás de éstas. Su cabello poco cuidado pero hermoso y reluciente, únicamente un broche de mariposa acompañándolo, su vestido de un morado casi tan oscuro como la noche que se hacía presente en el lugar, el encaje dorado dándole un toque coqueto, pero nunca atrevido, siendo que el vestido era corto pero con una larga cola de sirena. Su piel tan suave, pero a la vez adornada de rasguños y marcas de pasados entrenamientos, la piel no era pálida como alguien esperaría, era de una manera fascinante una tez trigueña tan hermosa y cautivadora, haciendo contraste con los colores oscuros y fríos que acompañaban su delgado cuerpo. Tan fino y a la vez tosco, pero sin ser vulgar, la belleza irradiando de su cuerpo. Su rostro, maquillado de una manera delicada y sencilla, natural pero siendo notable el uso del maquillaje, resaltando el rosa de sus labios, con sus pestañas alzadas con delicadeza y sus mejillas en un rubor cálido de tonos rosáceos contrastando a la perfección con las finas e imponentes facciones de Shinobu, ojos de un violeta tan atractivo, con una mirada qué te hipnotizaria de tan solo imaginar.
En pocas palabras, ella no era un pedazo de mujer, era el mujeron entero.

...

Amados los ojos míos, adorados los recuerdos míos.

...

La mujer pelirosa fue la primera en huir y pegarse a la mujer más baja. Abrazando con calidez su cuerpo, con una fuerza casi inhumana. "¡Shinobu-chan! Te estábamos esperando! Pensé que nunca llegarías..." - Mitsuri habló en ese tono casual y adorable

La mujer soltó una pequeña risa sarcástica, "Claro, nunca hubiese aceptado venir a una fiesta, y mucho menos si fuera en mi cumpleaños." - Shinobu habló en un tono elegante y calmado. Jamás siendo descortés con su amiga, pero dejando en claro su fastidio

"Y bien, querida, ¿ya me dirás la razón de esa horrible mueca que adorna tu lindo rostro?" - Un rubio tomó por detrás los hombros de la azabache, sacando una ligera risa de ella

"No sabía que te gustaba la poesía, Douma." - Respondió de forma calmada, apartando con disgusto las manos de aquel hombre. "¿Acaso es necesario decirte la razón de mi enojo? Yo no lo veo necesario" - añadió a sus palabras.

"Bueno, después de todo, me gustaría mucho complacer a la mujer más linda, a la cumpleañera" - Susurró con cautela en el oído de Shinobu, una sonrisa de oreja a oreja formandose en su diabólico rostro. "o qué ocurre? ¿Tu pequeño regalo no es de tu agrado? Si es así, dímelo y modificare lo que desees en un chasquido!" - afirmó con una risa muy ruidosa, preparado para joderle la vida a cualquiera de sus pobres subordinados

"¿Pequeño? Haha... Que lindo de tu parte, escoria. No tenía idea de que.. Tenías tan buen gusto en cuanto a decoración" - mencionó de forma sarcástica, notando las miles de decoraciones que había por el lugar, incluso unas que no tenían nada que ver con la temática, que sabrá Douma cuál era

Fue entonces cuando Mashita apareció detrás de Shinobu y en un bajo susurro mencionó "Bueno, es todo lo que pudimos hacer siendo que," - dió una pausa y soltó una pequeña risa - "el señor Douma decidió... Escoger un curioso tema para la fiesta"

Douma observó con molestia y, en el fondo algo de celos la interacción, notando la gran comodidad con la que Mashita se adaptaba al entorno de sus invitados, al entorno de su invitada.

"Debería decir que no me causa ninguna sorpresa? O seré muy descortés, acaso?" - Shinobu mencionó, soltando una risa, no saliendo de su papel pero siendo un poco genuina - "dime, Mashita, era?"

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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